De día o de noche, Nadal es Nadal

En su 35º cumpleaños, el español ofrece en su estreno en la sesión nocturna otra solvente actuación, contra Gasquet (6-0, 7-5 y 6-2, tras 2h 14m), y se enfrentará al británico Norrie en la tercera ronda

Nadal, durante el partido contra Gasquet en la central del París.ANNE-CHRISTINE POUJOULAT (AFP)

Tan insultantemente superior estaba siendo Rafael Nadal, que tras uno de esos golpes invertidos que suele regalar de vez en cuando se oyó una ligera carcajada de incredulidad en la tribuna de la Chatrier: manos a la cabeza, no puede ser. ¿De verdad la ha puesto ahí? ¿Y así? Es Nadal a toda máquina, enchufado. Un león desenjaulado después de pasar todo el día encerrado en el hotel, cuando la fecha no es una cualquiera. El balear, ya en la tercera ronda al superar a ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Tan insultantemente superior estaba siendo Rafael Nadal, que tras uno de esos golpes invertidos que suele regalar de vez en cuando se oyó una ligera carcajada de incredulidad en la tribuna de la Chatrier: manos a la cabeza, no puede ser. ¿De verdad la ha puesto ahí? ¿Y así? Es Nadal a toda máquina, enchufado. Un león desenjaulado después de pasar todo el día encerrado en el hotel, cuando la fecha no es una cualquiera. El balear, ya en la tercera ronda al superar a Richard Gasquet por 6-0, 7-5 y 6-2 (en 2h 14m), celebra su 35º cumpleaños y, hombre de tradiciones y rutinas, quiere hacerlo bien. Esto es, quiere ganar en París.

Más información

En todo caso, la situación es completamente novedosa: es de noche, domina el silencio y en la central no hay un solo aficionado en los asientos. Se escucha todo, desde el sonido gaseoso que producen los botes de las pelotas al abrirse hasta el roce de las zapatillas de los tenistas con la arena; el crujido de la bola al impactar en la red, o el chirrido de una bisagra mal engrasada. Cualquier detalle.

El sonido que produce el impacto del cordaje de Nadal contra la pelota se multiplica y desde los exteriores del complejo entran con fuerza los sonidos de las sirenas de la policía y las ambulancias, tan típicos de París, sea la hora que sea. Un día, hace no tanto, la Chatrier era un territorio salvaje. Gritos, decibelios, fragor. Hoy, todo es distinto. Un maravilloso escenario anestesiado.

A la memoria de ambos jugadores viene aquel día de 1999 en Tarbes, cuando tenían 12 añitos y se encontraron por primera vez en Les Petits As. Entonces venció Gasquet, que repetiría tres años después en el challenger de San Juan de Luz y era, se pensaba, el gran talento de esa generación. No se acertó en el vaticinio, aunque uno y otro han tenido una carrera próspera; legendaria en el caso del mallorquín, muy respetable la del galo. Ahora, uno debate por ser el grande entre los grandes y el segundo está ya de vuelta. 17-0 en los cara a cara.

El revés a una mano de Gasquet (53º en la lista de la ATP) sigue siendo delicioso, pero su tenis da de sí lo que da de sí. Esta vez incomodó a Nadal en el segundo set, pero nada más. El español liquidó el primero en 27 minutos y después de salir airoso del acoso en la continuación, cerró con autoridad el tercer acto. De nuevo, el campeón de 20 grandes ofreció un buen nivel, solvente en todos los apartados.

Su primera intervención en la sesión de noche –inaugurada el lunes por Serena Williams, y en la que también han intervenido Novak Djokovic y Daniil Medvedev– fue tan sólida como extraña a la vez. La organización ensaya con la franja de máxima audiencia de cara al futuro y el partido entró en el laboratorio. En cualquier caso, ya sea de día o de noche, con 33, 34 o 35, Nadal es el mismo de siempre. La historia acabó felizmente bien y este sábado seguirá puliendo detalles en el cruce con el británico Cameron Norrie.

“ES DIFÍCIL LLEGAR A LOS 40...”

Tradicionalmente, Nadal suele recibir una tarta por parte de la organización cada vez que cumple años. Sin embargo, esta vez no hubo presente alguno por las horas y el contexto, al estar dentro de la burbuja.

“El único regalo es que mi familia ha venido a verme, porque fuera no puedo verles. Tampoco me hace mucha ilusión cumplir 35, preferiría seguir con 34…”, dijo. “Jugar sin público es feo y más aún de noche, pero al final juegas en una de las pistas más impresionantes del mundo y en un torneo muy importante para mí. Aunque no haya público y las condiciones no sean perfectas, era un partido muy partido muy importante y así me lo he tomado", continuó.

Estos días, el balear consume el tiempo en el hotel entre lecturas, viendo series o jugando al parchís con Carlos Moyà y Rafael Maymò. “Me gusta más jugar día, en eso no hay ninguna duda, porque las condiciones son mejores para mi juego y hay algo de público. Es más agradable y mejor para mí. Más allá de eso, me adapto. Me ha tocado de noche y confío en que vuelva a tocarme de día y poder jugar delante de gente”, deseó.

Horas antes había intervenido en la misma pista Roger Federer. El suizo cumplirá el 8 de agosto 40 años. ¿Se ve Nadal jugando a esa edad? “No lo sé, si me lo paso bien y el cuerpo me lo permite… No tengo una fecha para la retirada, ni me lo planteo”, indicó; “cuando tenía 25 jamás me hubiera imaginado estar con 35 aquí; pensaba que llevaría ya un buen tiempo retirado. Es difícil llegar a los 40, pero de momento soy feliz haciendo lo que hago”.

Consulta los Resultados de la jornada / Orden de juego del viernes.

Puedes seguir a EL PAÍS DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Sobre la firma

Más información

Archivado En