Alemania se manifiesta y se pasea

No fue noticia que Alemania le gane a Islandia (3-0), ni que Inglaterra golee a San Marino (5-0). Tampoco fue muy relevante que Italia se impusiera a Irlanda del Norte en Parma (2-0). Lo realmente novedoso en este inicio de la marcha clasificatoria del Mundial de Catar 2022 es que existan selecciones con conciencia social. Porque Alemania recogió el testigo de Noruega y este jueves, antes de disputar su partido en Duisburgo, se manifestó a favor de los derechos humanos de los trabajadores migrantes en Qatar. Un colectivo que vive peligros...

No fue noticia que Alemania le gane a Islandia (3-0), ni que Inglaterra golee a San Marino (5-0). Tampoco fue muy relevante que Italia se impusiera a Irlanda del Norte en Parma (2-0). Lo realmente novedoso en este inicio de la marcha clasificatoria del Mundial de Catar 2022 es que existan selecciones con conciencia social. Porque Alemania recogió el testigo de Noruega y este jueves, antes de disputar su partido en Duisburgo, se manifestó a favor de los derechos humanos de los trabajadores migrantes en Qatar. Un colectivo que vive peligrosamente desde que en el país del Gofo Pérsico se construyen espléndidas infraestructuras a contrarreloj para cubrir las necesidades de la Copa del Mundo.

Igual que Noruega el miércoles, los alemanes rompieron el protocolo del acto de presentación de los equipos, inmediatamente antes del partido, para pedir que se respeten los derechos humanos en Qatar. Los futbolistas se formaron abrazados en línea portando cada uno una camiseta con una letra mayúscula hasta componer las palabras “derechos humanos”. Las manifestaciones coinciden con la noticia de que 6.500 obreros de India, Pakistán, Sri Lanka y Bangladesh murieron en Qatar desde que la FIFA le concedió el Mundial en 2010. Lo publicó en febrero The Guardian, al hilo de una larga serie de denuncias de Amnistía Internacional, que alertan sobre las condiciones laborales precarias de quienes trabajan en la construcción de las infraestructuras previstas para la Copa del Mundo.

Las federaciones de Inglaterra y Holanda se han sentido obligadas a expresar públicamente su deseo de garantizar que los organizadores del Mundial cumplan con parámetros de responsabilidad social. La respuesta de la FIFA ha sido comedida. Si bien el reglamento prohíbe que los jugadores vistan “equipación con consignas políticas, religiosas, o de tipo personal”, el organismo que gobierna el fútbol mundial ha preferido no actuar. No habrá multas, al menos de momento. Un portavoz declaró este jueves que “la FIFA cree en la libertad de expresión y en el poder del fútbol como fuerza transformadora para bien”.

Expresada la protesta, el camino de Alemania hacia el Mundial tardó dos minutos en allanarse. Kimmich bombeó un balón sobre las tres líneas prietas de Islandia, Gnabry lo bajó, y Goretzka lo remató. Estupefactos, el portero islandés y sus defensores no tuvieron tiempo ni de reaccionar a la batida del trío del Bayern. La lentitud y la rigidez de los islandeses, agrupación de militantes de ligas menores, hizo de cada maniobra alemana un recorrido tranquilo. Anotado el 1-0 la noche de Duisburgo se suavizó y después del 2-0 de Havertz, cinco minutos más tarde, el equipo local procuró dormir cada jugada en un interminable rondo. Gundogan, desde fuera del área, abusó por última vez (3-0) de Hannes Halldórsson, meta del modesto Valur Reykjavik.

Alemania comenzó a cicatrizar de este modo el 6-0 que recibió la última vez que compitió, en La Cartuja, contra España, en la Liga de Naciones. El primer paso de Inglaterra en la ronda clasificatoria también fue prometedor (5-0) ante San Marino, otro adversario mínimo, acribillado por Ward Prose, Calvert-Lewin (2), Watkins y Sterling. Italia, la otra gran selección que comenzó a jugarse el pase mundialista, se impuso a Irlanda del Norte (2-0) en Parma con tantos de Berardi e Immobile.

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