Manchester United-Milan, todo un clásico de la Champions en la Europa League
Diez orejonas, las tres del conjunto inglés frente a las siete del italiano, contemplan a los contendientes, con un historial de duelos mayúsculo en la Copa de Europa
Un clásico de la Champions embarcado en la Liga Europa (18.55, Movistar). Diez orejonas contemplan a los contendientes. Las tres del Manchester United contra las siete del Milan. Los octavos de final de la segunda gran competición continental heredan un duelo histórico de la todopoderosa Copa de Europa. Un choque con más de cinco décadas de existencia. Desde 1958, que fue cuando se enfrentaron por primera vez, hasta 2010. Cinco eliminatorias. Cuatro resueltas a favor de los rossoneri y solo una, la última, ...
Un clásico de la Champions embarcado en la Liga Europa (18.55, Movistar). Diez orejonas contemplan a los contendientes. Las tres del Manchester United contra las siete del Milan. Los octavos de final de la segunda gran competición continental heredan un duelo histórico de la todopoderosa Copa de Europa. Un choque con más de cinco décadas de existencia. Desde 1958, que fue cuando se enfrentaron por primera vez, hasta 2010. Cinco eliminatorias. Cuatro resueltas a favor de los rossoneri y solo una, la última, con triunfo de los Red Devils.
Es imposible que los milanistas puedan desprender de su historia los enfrentamientos contra los de Old Trafford. Las cuatro veces que lograron eliminarlos se clasificaron para la final, aunque con dispar fortuna. Dos victorias y dos derrotas. En 1958, ganaron en semifinales, pero perdieron la final contra el Real Madrid (3-2). En 1969, tras vencer también en las ‘semis’, conquistaron su segunda Copa de Europa contra el Ajax (4-1). En 2005, el enfrentamiento fue en octavos y el Milan acabó perdiendo la final contra el Liverpool en los penaltis (3-3). Dos años después, los de Ancelotti eliminaron en las semifinales a los de Ferguson y se tomaron la revancha contra el Liverpool en la final (2-1).
En estos 10 duelos oficiales directos, cinco victorias para cada equipo, dos futbolistas piden el protagonismo cuando se recuerdan las dos últimas eliminatorias: Kaká y Rooney. Uno por bando. En 2007, año en el que fue elegido Balón de Oro, el brasileño asegura haber marcado el mejor gol de su vida en Old Trafford. En 2010, el inglés selló cuatro goles en la eliminatoria, dos en San Siro y dos en casa.
Semifinales, ida. 24-4-2007. Old Trafford. Cristiano Ronaldo había adelantado a su equipo. Minuto 37. Kaká rememora el tanto paso por paso. “Fue un saque muy largo de Dida. Peleé por ese balón dividido con Fletcher y toqué con la cabeza. Veía que llegaba Heinze e intenté hacerle un sombrero que me salió bien. Cuando volví a mirar el balón, vi que llegaba Evrá y que la única posibilidad que tenía de llegar antes que él era meter la cabeza y picar el balón contra el césped (autopase). Me quedé delante de la puerta e hice algo que me gustaba, colocar el balón. No me gustaba chutar fuerte cuando estaba delante del portero. Rematé con el interior del pie derecho y marqué”.
Aún marcaría Kaká un segundo tanto en Old Trafford, pero los dos goles de Rooney permitieron al United viajar con un 3-2 a Milán. La vuelta fue “el partido perfecto”, como tituló la prensa italiana al día siguiente. Un 3-0 rotundo para el Milan con dianas de Kaká, Seedorf y Gilardino.
Ferguson y, especialmente, Rooney se tomaron la revancha tres años después. Si los dos tantos de 2007 no le habían valido a su equipo para clasificarse, los cuatro de 2010 sirvieron para pasar a cuartos, aunque luego el Bayern los dejara a mitad de camino. Aquel Rooney estaba en su mejor momento. Dos goles en San Siro y dos en Old Trafford en un 4-0, que para muchos aficionados locales fue uno de los mejores partidos de los suyos en la Copa de Europa.
El delantero, sin embargo, en sus memorias, resaltaba que sus cuatro tantos, tres con la cabeza y uno con la derecha, no habían sido lo más decisivo de esa eliminatoria contra el Milan, sino el marcaje del coreano Park a Pirlo. Así cuenta Wayne. “Ferguson, literalmente, le dijo a Park: ‘Tu trabajo hoy no es tocar el balón, no es dar pases, tu trabajo es Pirlo. Eso es todo: Pirlo’. Entonces, Pirlo promediaba 110 pases completos por partido. Y 60 ó 70 eran hacia adelante, pases que hacían daño. Así que Fergie le dijo a Park: ‘No puedes estar una yarda más lejos o llegar un segundo tarde’. Pirlo apenas completó 40 pases y el 95% fueron hacia atrás porque Park cumplió escrupulosamente las órdenes. Lo que Park tuvo que manejar física y mentalmente esa noche, fue muy difícil”.
En su propia biografía, Andrea Pirlo mencionaba ese marcaje de Old Trafford. “Ferguson desató a Ji-Sung Park para que me siguiera. Estuvo a la velocidad de un electrón. Se lanzaba sobre mí, sus manos sobre mi espalda, tratando de intimidarme. Miraba la pelota y no sabía para qué era. Lo habían programado para que me detuviera. Su devoción para la tarea era casi conmovedora. Aunque era un futbolista famoso, permitió que lo usaran como perro de guardia”.