La quimera de París

A pesar de cargar con un 1-4, el Barça se niega a rendirse ante el PSG

Messi, a la llegada del Barcelona al hotel de París.FRANCK FIFE (AFP)
Barcelona -

Impossible is nothing. El Barça quiere ser Muhammad Alí, la leyenda que inspiró el eslogan de Adidas, en su desafío de Champions ante el PSG (21.00, Movistar). “Nada es imposible”, recitan los jugadores azulgrana, contagiados por el optimismo de Joan Laporta, que acompaña al equipo antes de tomar posesión como presidente, y también por la determinación del entrenador ...

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Impossible is nothing. El Barça quiere ser Muhammad Alí, la leyenda que inspiró el eslogan de Adidas, en su desafío de Champions ante el PSG (21.00, Movistar). “Nada es imposible”, recitan los jugadores azulgrana, contagiados por el optimismo de Joan Laporta, que acompaña al equipo antes de tomar posesión como presidente, y también por la determinación del entrenador Ronald Koeman. El técnico aspira a que su equipo juegue en el Parque de los Príncipes como boxeaba el púgil de Louisville. “Vuela como una mariposa y pica como una abeja. Golpea mi amigo, golpea”, recitaba Alí. “Si somos tan efectivos como el PSG en la ida nada es imposible” argumenta ahora Koeman.

No se alude al marcador de la ida en la expedición del Barça, derrotado en el Camp Nou por 1-4, ni tampoco a la exhibición de Mbappé en ausencia de Neymar, sino que se insta al equipo a competir y a ganar, a dignificar el club y a dar una buena imagen, y después ya se verá qué pasa en París. El plan es “salir fuertes y hacer nuestro juego”, precisa el técnico. “Necesitamos que cada futbolista muestre su mejor versión, sobre todo Messi, y que nos salga un partido redondo”. Las opciones, en cualquier caso, son mucho menores que las del partido de Copa contra el Sevilla cuando el Barça remontó un 2-0. “El marcador y el rival son diferentes y, además, no jugamos en el Camp Nou”.

Las ausencias por lesión de los centrales Araujo y Piqué complican todavía más el reto azulgrana por más que domine “el buen rollo” —palabra del entrenador— generado por los buenos resultados en la Copa y en LaLiga y por la confianza que transmite Laporta, que no deja de visualizar el encuentro, sabedor de que la cita coincide con los aniversarios del homenaje rendido en 1999 al Dream Team en el Camp Nou y con los tres goles que le marcó Messi al Madrid en 2007. Las efemérides, al igual que las estadísticas y los antecedentes, cuentan poco en una contienda que el PSG afronta en su casa con tres goles de ventaja y la recuperación de Di María con respecto al Camp Nou.

Neymar, ausente en cinco de los partidos de octavos desde que partió a París, continúa de baja y no podrá enfrentarse a sus excompañeros del Barça. Mbappé se bastó para noquear a los azulgrana en el Camp Nou. “Vamos a jugar de la misma manera: concentrados y con el deseo de atacar y ganar”, expuso Pochettino. El técnico ha concentrado a su plantilla para aislarla de un entorno que recuerda todavía el 6-1 que hace cuatro años tomaron los franceses en el estadio después de ganar en París por 4-0. Aquel remonte quedó vengado para algunos con el 1-4. “¿Cree que el PSG tiene miedo?”, le preguntan a Koeman. “No”, responde. “El PSG es subcampeón de la Champions”.

El entrenador sabe que su equipo suma cuatro partidos sin encajar un gol, ganó 15 de los 20 encuentros fuera y no es eliminado en octavos desde la temporada 2006-2007. “Y si...”, el condicional se repite en el Barça. ¿Una quimera? “Vamos a ver si remontamos” remachó Laporta que se abrazó a Messi camino de París. Hace 50 años, el 8 de marzo de 1971, Alí se citó en el combate del siglo en el Madison Square Garden. Aquella noche cayó ante Frazier. No se rinde de momento el Barça.


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