Tavares rescata al Real Madrid del frío
El conjunto de Laso, liderado por el pívot caboverdiano, rescata un triunfo clave ante el Zenit (71-75)
El Real Madrid rescató una sufrida victoria en San Petersburgo para mantener la posición en el ajustado sprint por entrar en el playoff de la Euroliga más igualada de la historia. Los de Laso derrotaron al Zenit abrazados a su gigante Tavares (16 puntos y 9 rebotes) y exprimiendo su umbral de agonía. En un partido sufrido y trabajado los blan...
El Real Madrid rescató una sufrida victoria en San Petersburgo para mantener la posición en el ajustado sprint por entrar en el playoff de la Euroliga más igualada de la historia. Los de Laso derrotaron al Zenit abrazados a su gigante Tavares (16 puntos y 9 rebotes) y exprimiendo su umbral de agonía. En un partido sufrido y trabajado los blancos dejaron escapar 14 puntos de renta y entraron en el desenlace con seis de desventaja, pero supieron mantener el temple y el pulso para remontar y salvar el match point. Pangos primero y Baron y Ponitka después colocaron al Madrid en la cornisa, pero Tavares, bien secundado por Deck y Taylor, agarró a los blancos al partido y a la competición.
La concentración, la tensión competitiva, era la gran asignatura pendiente de los blancos, que acumularon 22 pérdidas de balón en la victoria ante el Zalgiris y 23 en la derrota ante el Khimki. “Nuestra primera mitad ha sido horrible, inaceptable. No hemos jugado a nada, ni ofensiva ni defensivamente. Con 23 pérdidas hubiera sido un milagro ganar”, resumió Laso en su cruda autocrítica tras el partido en Moscú. Y, en San Petersburgo, el Madrid salió decidido a poner en marcha el propósito de enmienda. Con Taylor ejerciendo de secante de Pangos y Deck asumiendo galones en ataque, los madridistas mejoraron la velocidad de reacción del Zenit y agarraron la iniciativa rápidamente (8-18, m. 6).
En pleno sprint final de la fase regular, seis equipos, del tercero al octavo de la clasificación, iniciaban la jornada separados por una victoria. Y el duelo entre quinto y séptimo adquiría una importancia estratégica. El Zenit, que había perdido cuatro de sus seis partidos previos, evidenció los mismos desajustes que le llevaron a ser zarandeado por el Valencia hace una semana. Tavares aprovechó el agujero del conjunto de Pascual en la pintura y el suministro constante de balones y se creció (con 10 puntos y seis rebotes) hasta el 13-24 con el que se cerró el primer cuarto. Pero quedaba mucha tarde por delante.
La fluidez en ataque y la aplicación en defensa permitieron al Madrid dominar el ritmo de partido. Thompkins se incorporó a la rotación y estiró un poco más la cuerda con un triple (15-29, m. 12). Para entonces, el Zenit era solo Pangos, pero Pangos era mucho. “Es su faro”, avisó Laso en la víspera. Y, a pesar de la vigilancia especial, el base canadiense se buscó la vida para sostener a su equipo en la primera mitad. Anotó 14 puntos (con 4 de 4 en triples; frente al 1 de 11 del resto de sus compañeros), repartió dos asistencias y permitió a los de Pascual ganar el segundo parcial (16-14) con un triple que resultó psicológico (29-38, m. 20). El reto del Madrid era la continuidad, el del Zenit, la reacción. Y triunfó la lectura de cartilla de Pascual en la caseta.
En la reanudación, cinco puntos de Poythress, una canasta de Hollins y la acumulación de faltas de Taylor, Tavares y Garuba, desmontaron de un plumazo la ventaja y las buenas sensaciones del Madrid (38-38, m. 22). Un parcial de 23-9 en apenas 10 minutos devolvió a los blancos al cuarto de las angustias. Las faltas debilitaron el juego interior de Laso y la pareja Poythress-Thomas comenzó a hacer camino ante un rival que no encontraba vías de anotación claras. La cuarta personal de Tavares, a 1m 49s para el final del tercer cuarto, y la efervescencia anotadora de Baron en ese tramo subrayaron los problemas madridistas (58-52, m. 30). La manta de los visitantes se quedaba corta. Lo que Carroll tapaba en ataque, Tyus lo dejaba al descubierto atrás. Y volvió Tavares a pista para remediarlo, formando pareja con Garuba, los dos con cuatro faltas y seis minutos por delante para aguantar. Lo hicieron con nota, sobre todo el caboverdiano. Deck apuntaló la agonía y Laprovittola colocó a los suyos uno arriba a 1m 45s (69-70). De ahí hasta el final Tavares se agigantó de nuevo para rescatar al Madrid del frío.