Ronald Koeman: “Una vez más, la imagen del club no es buena”

Después de que aceptara entrenar al Barcelona con la candidatura de Agustí Benedito en las elecciones de 2015, Ronald Koeman se quedó con las ganas porque Josep Maria Bartomeu arrasó en unas elecciones que le salieron a pedir de boca porque el equipo acababa de festejar su segundo triplete en la historia. Aunque también le apetecía el año pasado (ya con la llamada de Bartomeu de por medio), tuvo que rechazar la oportunidad porque se debía a la ...

Después de que aceptara entrenar al Barcelona con la candidatura de Agustí Benedito en las elecciones de 2015, Ronald Koeman se quedó con las ganas porque Josep Maria Bartomeu arrasó en unas elecciones que le salieron a pedir de boca porque el equipo acababa de festejar su segundo triplete en la historia. Aunque también le apetecía el año pasado (ya con la llamada de Bartomeu de por medio), tuvo que rechazar la oportunidad porque se debía a la selección holandesa hasta que, al menos, acabara una Eurocopa que no se celebró por la pandemia. Por lo que a la tercera fue la vencida, justo después de que el Bayern le sacara los colores al Barça en la pasada Champions con un expresivo 8-2. “Sabía que llegar como entrenador en tiempos de covid ya era complicado. Más por lo que había pasado en el club y pasa. Pero siempre hay momentos complicados y otros para estar orgulloso. Es mi mundo. Si no lo quiero, me voy de vacaciones. Pero sí quiero estar. Es mi trabajo”, esgrimió el técnico azulgrana.

Ocurre que a cada semana se monta un guirigay en la entidad. Esta semana arrancó con la detención del expresidente Bartomeu y su mano derecha, Jaume Masferrer, además del CEO Óscar Grau y el jefe de los servicios jurídicos del club. “Cuando salió la noticia, estuve jodido porque conozco bien a Bartomeu y Grau. Me sabe muy mal. Bartomeu para mí siempre ha sido una persona excepcional”, resolvió el preparador. Pero, portavoz del club a la fuerza en una entidad desgobernada, añadió: “La imagen del club, una vez más, no es buena. Hay que esperar a ver qué pasa y qué paso. Yo no estaba y no puedo opinar. Nosotros debemos concentrarnos en nuestro trabajo, respecto al resto de cosas no podemos hacer nada”.

Tampoco puede hacer nada el técnico ante las propuestas de los candidatos a la presidencia, que parecen decididos a contar con Xavi en el banquillo. “No me preocupa. Tengo un contrato y cuando sepamos qué presidente gana, claro que hablaremos; me enseñará su camino”, replicó Koeman. Y, resignado, añadió: “El Barça era el mejor sitio para mí a pesar de los problemas que hay. Mi motivación es la misma que la del primer día y así estaré hasta el último, intentando dar el máximo”. Y enumeró sus cometidos: “El día que me llamaron estaba convencido de aceptarlo. Sabía que era complicado, que el club pierde dinero por la covid, que habría cambios, que debía dar oportunidades a los jóvenes… He intentado hacer lo hablado y lo que tenía en mi cabeza. La vida es afrontar las oportunidades y resolver problemas”.

Pero el Barçagate vuelve a la palestra y afecta al Barça cuando el equipo se juega lo más importante de la temporada. “Todos los clubes pasan momentos difíciles. Sí que es verdad que nos pasan muchas cosas, pero el equipo y el staff técnico estamos trabajando muy bien. Estamos luchando por ganar. Eso es lo importante”. Aunque ante el Sevilla debe remontar dos goles. “Después del otro día [0-2 en el Pizjuán en LaLiga], tenemos confianza en poder ganar. Pero debemos hacer un partido todavía mejor que el del sábado para poder pasar. Nada es imposible, aunque necesitamos más efectividad que últimamente”. Y amplió: “Si remontamos sería una inyección importantísima. Pensamos que podemos, pero hay que demostrar”.

Para ese encuentro podrá contar con Pedri, que se ha recuperado de forma milagrosa de su lesión muscular. “Hay cosas que casi no se pueden explicar. El lunes por la tarde estaba sorprendido porque se entrenó bien y sin molestias. Y este martes se ha entrenado normal, sin problemas. Creo que podrá estar en la lista”, anticipó Koeman al tiempo que puso más reparos en Araujo, que todavía no se ha podido ejercitar con el grupo.