Gerard Moreno somete al Salzburgo

Dos dianas del delantero certifican el pase del Villarreal a octavos

Gerard Moreno, con un vendaje en la cabeza, marca el gol de la victoria del Villarreal ante Salzburg de penalti este jueves en el estadio de La Cerámica.PABLO MORANO (Reuters)

Una semana atrás, en Salzburgo, ejerció de asistente por dos veces. En La Cerámica los goles fueron para él. Gerard Moreno fue el alma, el faro y el finalizador del Villarreal, que logró el pase a octavos tras el 0-2 de la ida. Gerard Moreno marcó los dos tantos, el segundo de penalti al final, y se partió la cabeza —terminó con un aparatoso vendaje— para que los amarillos certificaran un pase que cuesti...

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Una semana atrás, en Salzburgo, ejerció de asistente por dos veces. En La Cerámica los goles fueron para él. Gerard Moreno fue el alma, el faro y el finalizador del Villarreal, que logró el pase a octavos tras el 0-2 de la ida. Gerard Moreno marcó los dos tantos, el segundo de penalti al final, y se partió la cabeza —terminó con un aparatoso vendaje— para que los amarillos certificaran un pase que cuestionó desde el minuto uno un febril y orgulloso Salzburgo. El conjunto austriaco, sin nada que perder, se mostró valiente de inicio ante un Villarreal que no supo anestesiar el choque en los primeros minutos ante la intensidad del Salzburgo.

La fe de los austriacos contrastaba con la parsimonia del Villarreal, reiterativo Rulli arriesgando en la salida del esférico, combinando con sus defensas a pesar de la presión adelantada de los visitantes. El conjunto del estadounidense Marsch encontró rédito a su valentía tras un robo de Daka que interceptó el pase flojo del portero argentino a Pau Torres. El delantero de Zambia cedió el esférico a Berisha para que el alemán anotara a placer.

El Salzburgo ni se conformaba ni especulaba. Y en una acción posterior, Daka ganaba la espalda a los centrales faltándole un centímetro para que su remate acabara en la red. Los de Emery seguían dormidos. El balón y la intención pertenecían al Salzburgo, también superiores en el físico, vencedores en las disputas individuales.

Media hora le costó al Villarreal tranquilizarse, descansar con el esférico y encadenar tres pases. El Salzburgo no podía seguir el ritmo frenético que impuso hasta el momento y se tomó un respiro, lo que favoreció la aparición de los pensadores amarillos. Trigueros sorteó a dos centrocampistas que le encimaban para filtrar un pase a Alcácer, que vio cómo por su derecha llegaba sin marca Gerard Moreno. El delantero catalán hizo el resto, evitando al defensor que acudió al corte y al portero con una finta que les hizo chocar. Con la zurda, Gerard empujó a gol. Un empate balsámico para llegar al descanso.

Una mano de Capoue tras un rebote propio fue decretada con penalti que el VAR se encargó de rectificar. Para entonces los de Emery ya habían logrado dejar a la fiera austriaca sin energía y argumentos para revertir el resultado y la eliminatoria, resuelta para el Villarreal con victoria gracias a un penalti final a Gerard Moreno que convirtió el gran protagonista de la tarde.

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