Koeman: “Tengo mis ideas para el futuro; esperaré al nuevo presidente”
El técnico del Barcelona apela al orgullo y a la ambición para motivar al decaído plantel azulgrana y dice que es el trabajo con más presión que ha tenido en su vida
Al Barça no le queda más remedio que intentar ganar cada partido desde la autoestima después de salir goleado contra el PSG en la Champions (4-1). El reto de Koeman es levantar al equipo para que compita desde este domingo contra el Cádiz en LaLiga, aguardar al presidente que saldrá elegido el próximo 7 de marzo para diseñar el futuro a corto plazo y facilitar la renovación de la plantilla a partir de futbolistas jóvenes como Pedri, Araujo, De Jong o Ansu Fati. El discurso del ...
Al Barça no le queda más remedio que intentar ganar cada partido desde la autoestima después de salir goleado contra el PSG en la Champions (4-1). El reto de Koeman es levantar al equipo para que compita desde este domingo contra el Cádiz en LaLiga, aguardar al presidente que saldrá elegido el próximo 7 de marzo para diseñar el futuro a corto plazo y facilitar la renovación de la plantilla a partir de futbolistas jóvenes como Pedri, Araujo, De Jong o Ansu Fati. El discurso del entrenador azulgrana es simplemente realista: “Somos el Barça, tenemos a buenos jugadores y hay que reaccionar para poner las cosas en su sitio, y la mejor manera es no pensar en más objetivo que el de ganar el próximo partido de LaLiga. No es bueno pensar ahora en la Copa y en el Sevilla”.
El Cádiz fue el último rival contra el que perdió el Barcelona en LaLiga. La trayectoria azulgrana desde aquel 5 de diciembre en que salió derrotado del Carranza por dos graves errores defensivos ha sido especialmente significativa –diez victorias y dos empates— en el torneo de la regularidad, muy distinto al de la Copa –perdió en la ida de las semifinales en el Pizjuán por 2-0— y al de la Champions, abatido en el primer partido de octavos por el PSG. Los barcelonistas se vencen ante los contrarios más fuertes, dato que no comparte su entrenador –reitera: “Podemos ganar a cualquiera”–, víctimas a veces de sus propios errores: “Hay que mejorar defensivamente, estar más concentrados y tener más piernas; buscar el equilibrio entre calidad y físico”, insiste Koeman.
“El mundo no se acaba”, prosigue el entrenador, que apela a la “ambición, al orgullo, a la intensidad”, y también a la corrección de los errores –”perdimos muchos balones contra el PSG”— para confiar en la reacción de su equipo después del paso de Mbappé por el Camp Nou (1-4). “Hay que salir fuertes el domingo y ganar para volver a confiar en nosotros”. Koeman no solo defiende al equipo y a sus futbolistas –”si no nos afectaran los resultados no podríamos estar aquí; me parece tan bueno que estemos anímicamente bajos como que en el campo los jugadores se expresen en los momentos de alta tensión”— sino a LaLiga: “Los equipos españoles son fuertes; es demasiado fácil sacar otra conclusión por los primeros resultados de la Champions”.
Koeman aspira a acabar bien la temporada y a cumplir el contrato que firmó hasta 2022. “Tengo mis ideas para el futuro; esperaré al nuevo presidente”, sostiene el técnico, protagonista de la serie “Força Barça”, producida por Captains para la cadena Videoland y cuyo primer capítulo se emitió la semana pasada en Holanda. El documental recoge los primeros seis meses del entrenador en el Barça. “Ahora no podía decir que no; si dejaba escapar esta oportunidad ya no habría otra”, confiesa Koeman sobre la oferta recibida del Barcelona y su renuncia a seguir con la selección de Holanda. “Mi amor por el Barça es tan grande que hago todo lo posible para que todo salga bien. El futuro dirá si soy capaz; es el trabajo con más presión que he tenido en mi vida”.
Un mensaje que reiteró el martes después del mal partido contra el PSG. “Se donde estoy, se lo que tenemos que cambiar; estamos a mitad de camino”, sintetizó después de 35 partidos en el banquillo del Camp Nou que se han saldado con 23 victorias, 8 derrotas y 4 empates, un balance condicionado por las lesiones de futbolistas decisivos como Ansu Fati, Araujo y Piqué y la falta de refuerzos –el técnico pidió a un central y a un delantero centro (los nombres barajados fueron Eric García y Depay) al tiempo que intentaba también convencer a Wijnaldum.