Orlando Ortega se lesiona y es duda para los Europeos en pista cubierta
El subcampeón olímpico de Río 2016 tendrá que estar parado entre una y dos semanas por una luxación en el pie izquierdo sufrida en el mitin de Dortmund
El mito de que todo funciona bien en Alemania se desmontaba otro día más, el pasado domingo 7 de febrero en Dortmund, ante el cuerpo entrado en frío de Orlando Ortega. El subcampeón olímpico de Río 2016 se iba poniendo rígido mientras esperaba la salida de la final de su 60 metros vallas, su segunda competición de la temporada, que arrancó por fin con media hora de retraso. Llegó primero, sin rivales conocidos y sin problemas…
O sí. Pero no porque los 7,71 segundos que duraron aquellos 60 metros estuviesen lejos de ...
El mito de que todo funciona bien en Alemania se desmontaba otro día más, el pasado domingo 7 de febrero en Dortmund, ante el cuerpo entrado en frío de Orlando Ortega. El subcampeón olímpico de Río 2016 se iba poniendo rígido mientras esperaba la salida de la final de su 60 metros vallas, su segunda competición de la temporada, que arrancó por fin con media hora de retraso. Llegó primero, sin rivales conocidos y sin problemas…
O sí. Pero no porque los 7,71 segundos que duraron aquellos 60 metros estuviesen lejos de su mejor marca de siempre, los 7,45s conseguidos en Lodz, Polonia, en 2015, donde debería haber competido este viernes. Ortega movía la cabeza al cruzar la meta porque había chocado con la segunda valla, y con la tercera y la cuarta y la quinta… Y en uno de esos apoyos sufrió una luxación en el pie izquierdo. “Con la cuarta valla fue con la que más fuerte choqué, pero con las pulsaciones a cien mil por hora no me di cuenta. Al pasar la última valla, llegando a meta, fue cuando noté como si tuviera una bola en el pie. En ese momento dije: me fastidié. Cuando me quité los clavos, tenía los tres dedos del centro del pie izquierdo virados hacia arriba, hasta que no me los manipulé, no se movían, los tenía tiesos”.
Al día siguiente, Ortega y su entrenador, Antonis Giannoulakis, descartaron ir a Francia para competir en el mitin de Lievin, donde el estadounidense Grant Holloway dio una exhibición de 7,32 segundos, rozando por dos centésimas el récord mundial de Colin Jackson, y fueron atendidos en un hospital de Holanda. Este jueves, tras una resonancia magnética, los médicos confirmaron que, por suerte, no tiene nada roto. “Estoy triste porque física y muscularmente estoy bien, sabía que bajaba seguro de 7,60s, y en el mejor momento que me sentía para competir me pasa esto. Pero mejor que me pase ahora y no en los Juegos Olímpicos”, explicaba el atleta por teléfono.
Dependiendo de la evolución, Ortega tendrá que estar entre una y dos semanas sin entrenar para recuperarse de la luxación. Se perderá tanto los campeonatos de España (20 de febrero) como el mitin internacional de Madrid (24 de febrero) y en el aire queda el Campeonato Europeo de Torun, Polonia, previsto del 4 al 7 de marzo, ciudad en la que el de Artemisa (Cuba) ha conseguido algunas de sus mejores marcas en pista cubierta, como el récord de España [7,48s en 2019], y de cuya pista guarda un recuerdo muy especial. “Mi primer objetivo”, decía hace una semana en Berlín, “son los Campeonatos Europeos, pero lo primordial no es el invierno, sino los Juegos Olímpicos de Tokio”.
De hecho, Ortega estuvo este diciembre un mes en Sudáfrica con un grupo de siete velocistas haciendo la preparación específicamente para el verano. Pese a querer quitarse la espina de los dos últimos Europeos de pista cubierta –séptimo en Belgrado 2017 y cuarto en Glasgow 2019–, el apretado calendario de invierno que se había marcado el vallista, con siete competiciones antes de la gran cita de Torun, lo contemplaba como una preparación específica para ayudarlo a mejorar la primera parte de la carrera. Ese trabajo de repetición con las cinco primeras vallas, explicaba Ortega, es algo necesario para batir a monstruos explosivos como Holloway. “Mejorar la primera parte de la carrera y terminar igual que siempre la segunda”, explicaba en Berlín.
Lo importante ahora es recuperarse para llegar, sea a Torun o a la temporada al aire libre con la Diamond League, como quería llegar al Europeo: “Bien, sano, sin molestias y en plena forma”.