Rui Silva chafa al Villarreal
El Granada salva el empate tras detener el meta luso un penalti a Alcácer en el descuento
Unai Emery y Diego Martínez, maestro y discípulo, se saludaron afectuosamente y con cariño antes de iniciarse el partido. Terminado este en tablas (2-2), ambos técnicos se marcharon a los vestuarios discutiendo. El técnico del Granada considerando que el VAR había regalado dos penaltis al Villarreal mientras Emery no entendía las protestas con la revisión y definición del monitor. De las dos penas máximas el conjunto amarillo anotó uno. El otro lo falló Alcácer en el descuento, enfrentado a Rui Silva, que consiguió mantener con su parada el punto que el Granada fue a buscar ante un Villarreal ...
Unai Emery y Diego Martínez, maestro y discípulo, se saludaron afectuosamente y con cariño antes de iniciarse el partido. Terminado este en tablas (2-2), ambos técnicos se marcharon a los vestuarios discutiendo. El técnico del Granada considerando que el VAR había regalado dos penaltis al Villarreal mientras Emery no entendía las protestas con la revisión y definición del monitor. De las dos penas máximas el conjunto amarillo anotó uno. El otro lo falló Alcácer en el descuento, enfrentado a Rui Silva, que consiguió mantener con su parada el punto que el Granada fue a buscar ante un Villarreal al que le faltó profundidad. El equipo de Emery fue desnaturalizado por el nazarí, que con el punto alcanza los 28 en la primera vuelta de campeonato, su récord en la máxima categoría.
A última hora, el Villarreal se encontró con la ausencia de Gerard Moreno por unas molestias en el sóleo de su pierna izquierda. Sin su jugador más determinante, Emery tuvo que remendar el once, ubicando, con la baja también de Chukwueze, a Peña en el extremo derecho. Foyth ocupó el lateral derecho. A pesar de la pérdida de potencial ofensivo del Villarreal, el Granada no se fiaba, dedicado en principio el grupo de Diego Martínez a entorpecer el despliegue virtuoso de los amarillos. A través de Parejo y Trigueros intentaron no perder su esencia.
Entendió el Granada que lo que sucedía le convenía. El esférico pertenecía al Villarreal y los nazarís presionaban con disciplina a los jugadores locales a la espera de un robo y una acción episódica. Y la halló de manera sencilla, tras un envío largo de Germán para la carrera de Roberto Soldado ante Albiol. Un sprint de dos veteranos de 35 años del que salió vencedor el del Granada. Sin apenas ángulo, el delantero valenciano, y ex del Villarreal, logró cruzar el balón lejos del alcance de Asenjo, que no llegó a cubrir todo el marco.
El Granada, un equipo que niega los espacios al rival como pocos, se encontró con un escenario idílico. Pero los de Emery no perdieron concentración y fe. Trigueros, en una peinada avisó a Rui Silva. Nada pudo hacer el portero portugués después tras una jugada individual de Rubén Peña que, tras hacer un nudo a Carlos Neva con dos recortes, acertó en embocar a la red. Y el partido volvió al principio. Replegados los de Diego Martínez, con dificultades para avanzar los de Emery.
Ya en la segunda mitad, el Granada potenció su idea, ganando metros, incomodando más si cabe al Villarreal que no encontraba la cadencia en su juego ni profundidad. Los jugadores amarillos reclamaron una mano clara de Domingos Duarte dentro del área que el colegiado no interpretó como punible. Poco después, tras revisar la acción en el VAR, sí consideró que un ligero pisotón de Foulquier a Pedraza era penalti. Lo convirtió Moi Gómez. El Granada activó entonces el plan de ataque. Y Kenedy, con un zurdazo espectacular, lograba el empate. Y otro penalti de VAR en el descuento pudo conceder la victoria al Villarreal. Rui Silva se lo detuvo a Alcácer y evitó así el disgusto de un Granada de récord.