Alex Berenguer: “Somos un vestuario de amigos”
El extremo del Athletic, que llegó del Torino, destaca la confianza que les está dando Marcelino
Alex Berenguer (Barañain, Navarra, 25 años) atiende por teléfono desde el hotel de concentración del Athletic en Sevilla, pues este domingo se mide con el Barça en La Cartuja en la final de la Supercopa de España (21.00, Vamos). Son las nuevas normas que dicta la pandemia, los futbolistas están metidos en una burbuja de seguridad. El extremo izquierda, producto de la cantera de Osasuna, llegó al equipo rojiblanco hace tres meses, procedente del Torino. Fue uno de los fichajes más caros de ...
Alex Berenguer (Barañain, Navarra, 25 años) atiende por teléfono desde el hotel de concentración del Athletic en Sevilla, pues este domingo se mide con el Barça en La Cartuja en la final de la Supercopa de España (21.00, Vamos). Son las nuevas normas que dicta la pandemia, los futbolistas están metidos en una burbuja de seguridad. El extremo izquierda, producto de la cantera de Osasuna, llegó al equipo rojiblanco hace tres meses, procedente del Torino. Fue uno de los fichajes más caros de LaLiga —10 millones de euros— en una temporada marcada por la austeridad.
Pregunta. En esos 90 días desde que llegó, ya está a las puertas de una final, ¿cuáles son sus sensaciones?
Respuesta. Estoy muy contento. Llevo aquí muy poco tiempo y voy a jugar mi primera final desde que comencé mi carrera como futbolista profesional. Ahora lo que tenemos que hacer es ganarla.
P. Usted llegó en un momento delicado, ¿no le hizo dudar a la hora de fichar por el Athletic?
R. Ni por un segundo. Cuando recibí la oferta, acepté encantado. Para mí era una gran oportunidad. Tenía muchas ganas de jugar en el Athletic y no me lo pensé.
P. ¿Sigue pensando que hizo bien?
R. Claro. El equipo va mejorando partido a partido. Pienso que hay una plantilla con una calidad increíble, y además es una piña. El Athletic es como una familia, pero ya me lo esperaba.
P. ¿El Torino era diferente?
R. Sí. Me habían hablado del Athletic, del buen ambiente que hay, que es muy parecido al que tenía en Osasuna, donde todos los jugadores en el vestuario son amigos, como aquí. En Italia no tiene nada que ver. El vestuario es muy distinto al que me he encontrado aquí.
P. ¿Y la experiencia le sirvió?
R. Por supuesto. En el Torino me formé como jugador, me hice más completo de lo que era, aprendí cosas nuevas y cogí experiencia. El fútbol es diferente en la Liga italiana, más defensivo. Allí nunca recibes solo el balón, siempre tienes a un defensa soplándote en la nuca, aprendes a jugar al primer toque porque siempre hay varios contrarios rodeándote. En España hay más ritmo de juego, menos mentalidad defensiva.
P. ¿Le costó marcharse a Italia?
R. Fue una decisión difícil. Llevaba muchos años en Osasuna, y me marchaba solo, tenía que salir de casa, dejar aquí a la familia y los amigos. En Bilbao estoy muy cerca de todo eso.
P. Usted juega habitualmente por la izquierda, pero puede hacerlo en otras posiciones.
R. Sí, mi puesto natural es de extremo por la izquierda, pero me adapto a otras funciones en el campo. He jugado también por la derecha, o de media punta, donde quiera el entrenador.
P. Que ahora no es el mismo con el que empezó, porque hace dos semanas, Garitano se tuvo que marchar.
R. Sí, pero hay que ver lo positivo. Ha llegado Marcelino, comienza una nueva fase y yo confío mucho en este equipo, porque hay calidad. El nuevo entrenador está capacitado para explotar nuestras virtudes. El nuevo entrenador nos está dando confianza a todos. Creo que podemos ganarle a cualquiera.
P. ¿También al Barcelona? Hace dos semanas, en el debut del entrenador, perdieron en San Mamés.
R. Al final fue un partido un poco raro con el cambio de mister. Llevábamos sólo dos entrenamientos con él, pero me quedo con la parte positiva. Hicimos un comienzo de partido muy bueno, aunque luego nos superó el Barça.
P. Contra el Real Madrid las cosas cambiaron.
R. Sí, jugamos un gran partido. Contra un rival así hay que hacerlo casi todo perfecto. Jugamos muy juntitos, solidarios, les apretamos bien. Marcelino nos habló mucho antes del partido, nos dijo muchas cosas, sobre todo, que potenciáramos nuestras virtudes e intentáramos minimizar las del Real Madrid.
P. Contra el Barcelona, en la final, será diferente.
R. Seguro que sí, pero estamos trabajando para lo mismo: hacer nuestro juego y que ellos no puedan hacer el suyo.
P. ¿La mayor dificultad, si juega, será Messi?
R. Por supuesto. Para nosotros y para cualquiera. Si puede jugar será porque está en condiciones y es una gran desventaja para cualquier equipo. Ya se vio hace semana y media en San Mamés. Cuando quiere, Messi te puede hacer un destrozo aunque tu estés haciendo un gran partido. Si no puede jugar, mejor.
P. ¿Celebraron mucho el pase a la final en La Rosaleda?
R. Tampoco demasiado. Estábamos muy contentos, pero sobre todo, hablamos del partido, conversamos sobre lo que había pasado en el campo. Con alegría, pero sin pasarse. Teníamos que guardar, que todavía nos queda la final.
P. ¿Es usted de los que duerme poco después de un partido?
R. Sí, me cuesta mucho por los nervios y la tensión del partido. Le das muchas vueltas. Procuro acostarme pronto y dormirme, pero no siempre es fácil.
P. ¿Y cómo se ve un partido como el del Real Madrid desde la grada? Usted salió en la segunda parte.
R. En el campo no, pero en la tribuna me pongo muy nervioso.
P. Además, ahora sin público, a ustedes les toca hacer de afición.
R. Es verdad. Falta la gente, y los suplentes tienen que ser los que animan, los que gritan. Hacemos la función de los aficionados. Cuando estás en el campo te ayuda bastante escuchar a tus compañeros.
P. A veces se les escucha demasiado.
R. Tenemos que navegar en el mismo barco los de dentro y los de fuera.
P. ¿Sueña con algún resultado para la final contra el Barcelona?
R. No me voy a mojar, sólo espero que ganemos. Luego ya veremos lo que hacemos.