Muere Vicente Cantatore, leyenda del banquillo del Valladolid
Fallece a los 85 años el técnico argentino, que también entrenó en España al Sevilla, Tenerife, Betis y Sporting
Con el fallecimiento a los 85 años de Vicente Cantatore Socci (Rosario, Argentina, 1935-Valladolid, 2021) se va una parte importante de la historia del Real Valladolid. El fútbol pierde también a un señor de los banquillos, una figura que se caracterizó por su éxito como entrenador con una personalidad sincera y afable. Valladolid tiene muchas razones para estar de luto. La llegada de Cantatore a la entidad pucelana en 1985 supuso un antes y un después en la historia del club castellano. En España también entrenó...
Con el fallecimiento a los 85 años de Vicente Cantatore Socci (Rosario, Argentina, 1935-Valladolid, 2021) se va una parte importante de la historia del Real Valladolid. El fútbol pierde también a un señor de los banquillos, una figura que se caracterizó por su éxito como entrenador con una personalidad sincera y afable. Valladolid tiene muchas razones para estar de luto. La llegada de Cantatore a la entidad pucelana en 1985 supuso un antes y un después en la historia del club castellano. En España también entrenó al Sevilla, Tenerife, Betis y Sporting.
Cantatore llegó al Valladolid en el verano de 1985 de la mano de Ramón Martínez, director deportivo. Muy pocos conocían la trayectoria de un entrenador que había colocado en el panorama del fútbol sudamericano al Cobreola de Chile.
De padres italianos, argentino de nacimiento y nacionalizado chileno, Cantatore había logrado con el Cobreola el primer título liguero de su historia en 1980, repitiendo la hazaña en Chile en 1982. En 1981 y 1982 había llevado al Cobreola a la final de la Copa Libertadores. En 1981 la perdió ante el Flamengo de Zico y en 1982 cayó contra otro clásico del fútbol sudamericano como es el Peñarol de Fernando Morena.
Cantatore entrenó al Valladolid en tres etapas. La primera fue en la temporada 1985-86, que acabó con el equipo castellano en la décima posición. El técnico abandonó el banquillo al finalizar la primera jornada de la siguiente campaña. Renunció al tener desavenencias con la junta directiva y considerar que el equipo no se había reforzado de manera eficiente.
Volvió a entrenar al Valladolid en la campaña 1987-88. El equipo castellano acabó en una magnífica octava plaza y en él despuntó un joven futbolista con 19 años, Fernando Hierro.
Cantatore completó la siguiente campaña en el Valladolid, finalizando en la sexta plaza y alcanzando la segunda final de la Copa de su historia, que perdió ante el Madrid (1-0, gol de Gordillo).
No será hasta 1996 cuando el chileno regrese a su Valladolid. Vuelve con el equipo colista en febrero. Cantatore alimenta su leyenda salvando del descenso al Valladolid, al que deja 16º para comenzar otra etapa de esplendor: séptimo y clasificado para la UEFA en 1997.
Cantatore dejaría de forma definitiva el banquillo del Valladolid cuando habían transcurrido solo tres jornadas de la temporada 1997-98 por tensiones con la directiva. Un despido retransmitido en directo a través de la radio.
Había dejado en Valladolid una estela inolvidable por su trayectoria y por su carácter. Fue el técnico que más partidos dirigió al equipo castellano, un total de 174. Todos en Primera División y sumando el 50% de los puntos en juego. Cantatore recibió la insignia de oro y brillantes del Valladolid y en la ciudad castellana pasó los últimos años de su vida.
Cantatore también pasará a la historia por ser el mejor entrenador en la historia del Cobreola, por dirigir un partido a la selección de Chile y también a equipos como el Sevilla, Universidad Católica, Rosario Central, Colo Colo, Tenerife, Betis y Sporting.
Clasificó al Sevilla para la Copa de la UEFA en 1990 y dejó muestras de su enorme señorío en la capital andaluza, donde lidió con acontecimientos desagradables, como cuando Toni Polster, enfadado, le tiró la camiseta al banquillo en el viejo estadio de Atocha.
No tuvo demasiada fortuna en el Tenerife de Pizzi, Latorre, Felipe o Del Solar, que acabó 15º en 1995. Menos en el Betis de Manuel Ruiz de Lopera. En el club verdiblanco, mientras decía de forma cariñosa “sabuesos” a los periodistas, Cantatore tiró la toalla en el fútbol de élite al ser incapaz de gobernar en un Betis convertido en una auténtica casa de los líos. Solo estuvo siete jornadas en 1998, para poner fin a su carrera en los banquillos en el Sporting, donde trabajó durante 20 jornadas en Segunda División, hasta enero de 2001.