Kubo revitaliza al Getafe nada más llegar
El japonés cedido por el Madrid debuta sin un entrenamiento y ayuda a la victoria de los de Bordalás contra un Elche repleto de calamidades
Take Kubo se presentó a sus nuevos compañeros del Getafe en el viaje hacia Elche sin ni siquiera haber entrenado con ellos. Y en su primera intervención con la camiseta azulona, el japonés armó un disparo combado que Edgar Badía desvió como pudo, y cuyo rechace cazó Mata para anotar el gol de la remontada del Getafe. El equipo de Bordalás aprovechó las tribulaciones del Elche, que perdió a tres jugadores por lesión y que disputó casi todo el segundo periodo en inferioridad por la expulsión de Marcone. En la fotografía del triunfo azulón saldrá Kubo, y en las portadas y vídeos aparecerá la gran...
Take Kubo se presentó a sus nuevos compañeros del Getafe en el viaje hacia Elche sin ni siquiera haber entrenado con ellos. Y en su primera intervención con la camiseta azulona, el japonés armó un disparo combado que Edgar Badía desvió como pudo, y cuyo rechace cazó Mata para anotar el gol de la remontada del Getafe. El equipo de Bordalás aprovechó las tribulaciones del Elche, que perdió a tres jugadores por lesión y que disputó casi todo el segundo periodo en inferioridad por la expulsión de Marcone. En la fotografía del triunfo azulón saldrá Kubo, y en las portadas y vídeos aparecerá la gran intervención de Rubén Yáñez que evitó un gol que celebraba Pere Milla. El portero azulón emuló a Casillas y su icónica parada a Perotti diez años atrás en el Sánchez Pizjuán.
En un partido que se presuponía hermético, de poco fútbol y escasas ocasiones, el Elche, cuya relación con el gol no es idílica, lo halló nada más empezar tras una incursión por el carril derecho de Barragán cuyo envío al corazón del área azulona encontró a Raúl Guti como destinatario. Entraba desde la segunda línea de ataque el maño, indetectable para la zaga del Getafe, que ha perdido fiabilidad defensiva esta temporada. Y hasta su llegada al Martínez Valero, tampoco había encontrado con facilidad la portería contraria.
Con el gol y sin Lucas Boyé, que se lesionó a los 15 segundos, el Elche tenía la coartada perfecta para desarrollar el método que mejor se le da: replegarse y contragolpear. Al Getafe le tocaba atacar con el cambio de dibujo propuesto por Bordalás, que abandonó su 4-4-por un 4-2-3-1, con Aleñá en el once recién aterrizado desde el Barça.
La trascendencia del choque hizo aparecer los nervios. Arambarri, en un balón dividido en el centro del campo, realizó un despeje y se llevó por delante la rodilla izquierda de Pere Milla. Varios jugadores azulones acorralaron al delantero ilicitano entendiendo que fingía una lesión. Y con las pulsaciones alteradas, con las que el Getafe se maneja con más familiaridad, los de Bordalás encontraron el empate tras un centro limpio de Portillo y un excelente cabezazo de Cucurella. La igualada llegó en el 39. El Getafe se hizo merecedor a ella antes. Y pudo marcharse en desventaja al descanso si no lo evita milagrosamente Rubén Yáñez en el descuento del primer acto.
Al Elche se le complicó la existencia en el inicio de la segunda mitad. Cayó lesionado Fidel y Marcone resultó expulsado. Y posteriormente Diego González también se retiraba por problemas físicos, mientras Bordalás buscaba el gol del Getafe dando carrete a Kubo. Y el japonés, intrascendente en su paso por el Villarreal, en su primera acción, armó un disparo que Edgar Badía palmeó como pudo, y del que Mata aprovechó el rechace para marcar y dar la victoria al Getafe, que amplío Ángel desde los once metros ante un Elche vencido por la adversidad.