El Baskonia vence al CSKA en un partido espectacular
Los de Ivanovic, liderados por Henry, superan al cuadro ruso (95-93), que cae en Vitoria tras 12 triunfos consecutivos en la competición
Fue un partido espectacular, más parecido a una exhibición que a un choque de competición continental, el que se jugó en el Buesa Arena. Una lástima que la afición del Baskonia no pudiera disfrutar en vivo del grandioso espectáculo y de la victoria de su equipo, en una de esas noches en las que cuesta conciliar el sueño pensando en los triples de Gedraitis, en las acciones de Henry, o en la última jugada de James, un bombardero, capaz de anotarlo todo, pero que falló el último tiro del CSKA y concedió el triunfo a los vitorianos.
Comenzó fantástico el Baskonia frente al núcleo ...
Fue un partido espectacular, más parecido a una exhibición que a un choque de competición continental, el que se jugó en el Buesa Arena. Una lástima que la afición del Baskonia no pudiera disfrutar en vivo del grandioso espectáculo y de la victoria de su equipo, en una de esas noches en las que cuesta conciliar el sueño pensando en los triples de Gedraitis, en las acciones de Henry, o en la última jugada de James, un bombardero, capaz de anotarlo todo, pero que falló el último tiro del CSKA y concedió el triunfo a los vitorianos.
Comenzó fantástico el Baskonia frente al núcleo duro del CSKA. Correr mucho fue la gran virtud del equipo de Ivanovic, que desarboló a su rival. Acertado en ataque, intenso en defensa, Henry lideró a sus compañeros que respondían como jabatos. Los moscovitas veían pasar como centellas a los jugadores vitorianos. James no apareció en en los primeros diez minutos y Shengelia, que volvía a la cancha en la que fue capitán, parecía afectado emocionalmente por el regreso. Los números vitorianos fueron espléndidos: 31-19 para acabar, gracias al acierto anotador y la superioridad en el rebote.
Pero Itoudis, desde el banquillo ruso, reaccionó colocando en la cancha a los menos habituales, que le metieron una marcha más al partido. Poco a poco, el CSKA se fue acercando en el marcador y James empezó a calentar la muñeca. Conservaba el Baskonia parte de su ventaja, cuando a falta de tres segundos, James se fue a la esquina, anotó un triple y consiguió forzar una falta que protestó Ivanovic. Fue una acción de cinco puntos ya que al tiro adicional se sumó el lanzamiento por la técnica al preparador baskonista Ganaba por seis puntos su equipo y la diferencia se quedó en uno. Además, en la última jugada, Polonara anotó de tres, se marchó contento como unas pascuas al vestuario, pero cuando regresó en el descanso, los árbitros habían anulado la acción para su disgusto.
Parecía que el CSKA empezaba a tomar el mando desde ese momento. Se puso por delante al comenzar el segundo tiempo, pudo coger cinco puntos de ventaja, pero llegaron los mejores minutos del Baskonia. Entre Henry y Vildoza montaron una revuelta que se saldó con un parcial, en el tercer cuarto, de 33-22 para los de casa. Robó y corrió el equipo de Ivanovic para conseguir esa diferencia. Y jugó mejor que nunca, como el CSKA, que se encomendaba de nuevo a James, con triples espectaculares, y a Bolomboy, poderoso en la pintura. El partido no bajaba de nivel. No lo hizo en ningún momento. La intensidad merecía las gradas llenas, pero los jugadores actuaron como si las aficiones estuvieran allí.
El CSKA regresó al partido, como se espera de un equipo tan poderoso, se acercó en el marcador y el Baskonia sufrió en defensa y en ataque para mantener una mínima diferencia. Lo hizo hasta el final. A falta de nueve segundos, Polonara cometió su quinta falta que se tradujo en tres tiros libres que podían empatar el partido. Strelnieks falló el último y, en el rebote, Shengelia cometió personal sobre Fall. El baskonista falló uno de los dos tiros. Quedaban 8 segundos. Itoudis decidió que se la jugaría James, que recibió y tuvo oportunidad de intentar un triple, pero prefirió asegurar y buscó posición para tirar de dos. Ya no estaba tan cómodo al lanzar y falló su disparo. Henry, el mejor del partido, sonreía al recoger el rebote en el último segundo. El balón en sus manos era la victoria del Baskonia en su mejor partido de la Euroliga.