Alarde de firmeza del Real Madrid ante el Fenerbahçe

El conjunto de Laso, liderado por Carroll y Tavares y con un notable Garuba, se exhibe en Estambul con un ejercicio gremial de solidez y concentración (65-94)

Tavares busca el pase ante Kaliniceuroleague

Sin reparar en las ausencias ni el desgaste del calendario. Sin concederse un respiro de autocomplacencia tras ganar la Copa. El Real Madrid de Pablo Laso se presentó en Estambul en su versión más robusta y gremial de la temporada y atormentó al Fenerbahçe con un zarandeo histórico, de los que dejan huella (65-94). La pareja Campazzo-Tavares instauró la solidez defensiva que cimentó el dinamismo en ataque, la brega productiva de Garuba desmintió la candidez de sus 17 años, el acierto de Rudy se sobrepuso a los achaques, el manejo de...

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Sin reparar en las ausencias ni el desgaste del calendario. Sin concederse un respiro de autocomplacencia tras ganar la Copa. El Real Madrid de Pablo Laso se presentó en Estambul en su versión más robusta y gremial de la temporada y atormentó al Fenerbahçe con un zarandeo histórico, de los que dejan huella (65-94). La pareja Campazzo-Tavares instauró la solidez defensiva que cimentó el dinamismo en ataque, la brega productiva de Garuba desmintió la candidez de sus 17 años, el acierto de Rudy se sobrepuso a los achaques, el manejo de Laprovittola anunció su paso al frente y los puntos de Carroll (20, con 4 de 7 en triples) dieron lustre a su eterna fiabilidad recuperada. Los 21 puntos de De Colo (11 desde el tiro libre) y los 16 de Vesely fueron un suspiro arrasado por el torbellino reivindicativo de los madridistas, con un 28 de 39 en tiros de dos (72%), un 11 de 25 en triples y un abrumador 20-38 en los rebotes, la estadística del hambre. La mejor cualidad de este Madrid, siempre competitivo, crecido ante las adversidades, retroalimentado por su persistencia ganadora.

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La reconquista copera erosionó al conjunto de Laso con un importante parte de bajas. En vísperas de viajar a Estambul se confirmó la lesión de Llull, que estará alrededor de un mes de baja por una lesión muscular en el sóleo de la pierna izquierda. El base ya se perdió 16 partidos este curso durante sus 51 días de convalecencia, entre noviembre y enero, por un problema muscular en la pierna derecha con recaída incluida y, antes de coger vuelo, regresa a la enfermería. La baja de Llull se unía a la de Randolph que, con un ligamento roto en el pulgar de la mano izquierda, estará entre seis y ocho semanas fuera. Taylor, con problemas en una rodilla, y Felipe Reyes, con molestias musculares, completaban el estropicio que dejaba la rotación madridista en 12 piezas justas, incluyendo las fichas de Nakic (hasta hoy, sin minutos en Europa) y Garuba.

El pívot canterano fue precisamente la gran sorpresa de Laso en su quinteto inicial ante el Fenerbahçe. Garuba, que solo había participado en 10 de los 24 partidos de esta Euroliga (nunca más de seis minutos en pista desde noviembre), fue el primer encargado de hacer de Randolph y sus prestaciones no pudieron ser mejores. Campazzo y Tavares marcaron el listón de seriedad y concentración de un Madrid afiladísimo. Con un 8 de 15 en tiros de dos, un holgado dominio del rebote y una circulación fluida (7 asistencias en el primer cuarto, cinco de ellas del Facu), el campeón de Copa retrató al inestable conjunto de Obradovic en una contundente puesta en escena. Con un tapón de videoteca sobre Kalinic (hubo otro igual de mayúsculo más tarde) y un triple desde la esquina, la pujanza de Garuba representó la firmeza de un Madrid soberbio (17-27, m. 11).

Acto seguido, con el buen relevo de Mickey en la pintura la renta madridista creció un palmo más (17-31, m. 14). Ahí se sentó Garuba, con 3 puntos, 3 rebotes, 1 asistencia, 2 recuperaciones y un tapón en 14 minutos. Un notable expediente barnizado de esfuerzo defensivo. A su viaje al banquillo le sucedió un arrebato de orgullo y ruido del Fenerbahçe, que aprovechó una antideportiva a Causeur y una técnica a Laso para arrimarse en el marcador (25-31). Pero no se encogió el Madrid. Con un quinteto inédito integrado por Laprovittola, Causeur, Rudy, Thompkins y Tavares, los de Laso se rearmaron a lo grande y estiraron su renta para hacer hucha antes del viaje a vestuarios. Del 25-44 del minuto 18 al 29-47 tras un triple de Laprovittola, en una versión tan aplicada que permitió a Campazzo descargarse del cartel de imprescindible por un día (8 asistencias repartió el Facu en 16 minutos, siete Lapro en 23; 30 entre todos).

En la reanudación, Obradovic exprimió sus gritos para espolear a un equipo instalado en el diván. Remó el Fenerbahçe, repartiendo lija sobre el parqué con la connivencia arbitral, y apuró su tentativa braceando del 36-54 al 49-58 del minuto 26. Pero antes de que el cuadro turco visualizara la remontada, el Madrid desató la tormenta: un parcial de 2-13 con un triple de Rudy, una canasta de Laprovittola y ocho puntos de Carroll. El escolta de Wyoming, con la misma afinación que en la Copa, cerró el tercer cuarto con 13 puntos y un 3 de 5 en triples (51-71, m. 30). No paró ahí el Madrid, que convirtió el baile en zarandeo y al Fenerbahçe en un guiñapo. Thompkins encadenó nueve puntos en el comienzo del último cuarto para otro 2-11 que dejó tiritando el marcador del Ulker Sports Arena (53-82, m. 34). No tuvo margen el conjunto turco ni para adecentar los guarismos. No se lo permitió un Madrid hiperconcentrado que, con la ilusión y cuatro puntos del debutante Nakic, selló el 65-94 definitivo (51-128 en valoración). La tercera tunda consecutiva de los de Laso, tras el +23 al Valencia y el +27 a Unicaja en la Copa. El Madrid de Laso gana un título cada 35 partidos (19 en 677). En función del recorrido, le quedan entre 35 y 42 más este curso. Tras la conquista copera llegó una exhibición memorable ante el Fenerbahçe (65-94).

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