La dependencia de Silva y Oyarzabal

Sin sus dos piezas fundamentales en ataque, la Real Sociedad encadena ocho partidos sin ganar

David Silva, contra el Real Madrid en Anoeta.VINCENT WEST (Reuters)

Con la Liga loca, la Real Sociedad ha sido cabeza de cartel durante varias semanas, un motivo de ilusión en San Sebastián, pero los últimos resultados del equipo de Imanol Alguacil empiezan a inquietar. En realidad, la distancia entre los donostiarras y el Atlético, rival nocturno en Anoeta este martes (19.45, Movistar LaLiga), no ha sido del todo real, por cuanto los madrileños acuden a la cita con tres partidos menos, y ahora, además, con tres puntos más. Es por eso que la urgencia se acumula. Una nueva derrota, que sería la tercera consecutiva, supondría un descenso en el escalafón moral de...

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Con la Liga loca, la Real Sociedad ha sido cabeza de cartel durante varias semanas, un motivo de ilusión en San Sebastián, pero los últimos resultados del equipo de Imanol Alguacil empiezan a inquietar. En realidad, la distancia entre los donostiarras y el Atlético, rival nocturno en Anoeta este martes (19.45, Movistar LaLiga), no ha sido del todo real, por cuanto los madrileños acuden a la cita con tres partidos menos, y ahora, además, con tres puntos más. Es por eso que la urgencia se acumula. Una nueva derrota, que sería la tercera consecutiva, supondría un descenso en el escalafón moral de un equipo que, según su entrenador, “ha hecho soñar a la afición” desde el principio de temporada.

Pero el campeonato sigue, las secuelas de la Liga Europa se empiezan a sentir y se acumula la fatiga entre los jugadores de la plantilla, que ha perdido parte de la finura a la hora de enfrentar la portería contraria. En el Ciutat de Valencia apabulló al Levante durante media hora, se adelantó en el marcador, pero después permitió que las fuerzas se igualaran hasta acabar perdiendo el partido en los minutos finales.

Le faltan elementos fundamentales a Imanol para completar su alineación ideal y, aunque tanto Oyarzabal como David Silva se adiestraron con el grupo en la última sesión antes del choque contra el Atlético de Simeone, tal vez no puedan salir desde el inicio porque su baja se ha prolongado varios partidos. Su ausencia ha coincidido, y no por casualidad, con la peor racha del equipo en la presente temporada. Después de ganar al Cádiz en el Carranza, los donostiarras empataron seis partidos consecutivos en Liga y Liga Europa, y acabaron perdiendo los dos últimos. La Real había encadenado seis victorias seguidas, con 17 goles a favor y dos en contra, para a continuación, en los cinco últimos, sumar solo cuatro tantos.

Estilo innegociable

La última vez que jugaron juntos Silva y Oyarzabal fue en la victoria en Cádiz; después, el delantero guipuzcoano ha disputado tres partidos más y el canario solo dos. Frente al Eibar salió en el minuto 68. Ambos han estado ausentes a la vez en las últimas cuatro citas –dos empates y dos derrotas–. Son piezas fundamentales en la estructura de la Real y, además, sus nombres asustan más que otros, pero el hecho de que futbolistas con menos repercusión mediática, como Elustondo, Zaldua y Januzaj, integren la lista de bajas produce un socavón importante en la que parecía una autopista bien asfaltada.

El estilo de la Real no se negocia, al menos con Imanol al mando, pero la columna vertebral se ha ido debilitando por las circunstancias. Un calendario muy cargado es lo que menos ayuda a un equipo como el donostiarra, con bastante menos fondo de armario que su rival de Anoeta. “Lo que tenemos que hacer nosotros es darle continuidad al buen inicio que hemos hecho esta temporada”, asegura el técnico. “Es verdad que en estos partidos nos están faltando resultados, pero en cuanto a juego no estamos tan lejos. Nos falta efectividad y es una barbaridad lo que estamos haciendo”.

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