El Cucho Hernández culmina la travesía del Getafe
Un gol del colombiano al Cádiz encauza la primera victoria del equipo de Bordalás, que sale de los puestos de descenso donde se hundía tras siete jornadas de tropiezos
El Getafe alcanzó la orilla después de dos meses de travesía. El equipo madrileño se hundía en puestos de descenso (18º) tras siete jornadas sin lograr una victoria. La consiguió a la octava, en el Carranza, y subió al puesto 11º merced a un partido trabado por las precauciones de los entrenadores hasta que el Cucho Hernández consiguió romper el bloqueo.
El 0-1 a la media hora fue decisivo frente a un Cádiz que hace de la gestión de los partidos un ejercicio de renuncia al balón. Obligado a manejarlo a destajo por un adversario igualmente experto en ceder la posesión, se vio en el aprie...
El Getafe alcanzó la orilla después de dos meses de travesía. El equipo madrileño se hundía en puestos de descenso (18º) tras siete jornadas sin lograr una victoria. La consiguió a la octava, en el Carranza, y subió al puesto 11º merced a un partido trabado por las precauciones de los entrenadores hasta que el Cucho Hernández consiguió romper el bloqueo.
El 0-1 a la media hora fue decisivo frente a un Cádiz que hace de la gestión de los partidos un ejercicio de renuncia al balón. Obligado a manejarlo a destajo por un adversario igualmente experto en ceder la posesión, se vio en el aprieto más cantado. Como dijo Perea, punto de referencia de los ataques cadistas: “Meterle mano a un equipo así es muy difícil”.
El partido trabó a Cervera con Bordalás, dos entrenadores diferentes pero afines. Curtidos en categorías inferiores en la zona de Levante, uno se declara futurista y el otro nostálgico, pero ambos destacan por confeccionar plantillas laboriosas, reniegan de afinar la elaboración en la salida, y procuran el control de los partidos a partir del rigor sin pelota. Así estuvieron media hora los contendientes. Parados sobre el círculo central procurando evitar contragolpes. El duelo fue prolífico en choques, golpes y reclamos al árbitro. Es decir: cundió el equilibrio.
Paradojas de la táctica, fue buscando el equilibrio como Ledesma desencadenó el caos. El portero del Cádiz sacó en largo para no desordenar a su defensa, los centrales rivales ganaron la pelota, Olivera la cabeceó al Cucho, y el colombiano rompió la primera presión cuando las líneas cadistas salían. Luego jugó con Cucurella al borde del área y en lugar de avanzar se desmarcó dado dos pasos hacia atrás. Así se deshizo de Jonsson, ganó un metro, y cuando recibió la pelota sorprendió a Ledesma con un tiro que entró rozando el larguero.
El Getafe cuidó el 0-1 como se cuidan los patrimonios largamente acumulados. Ya estaba rendido el Cádiz cuando encajó el 0-2.