El Celta encuentra el camino
Dos goles de Brais Méndez acercan al cuadro gallego a los puestos europeos tras derrotar al Alavés y conectar su cuarta victoria consecutiva, algo que no lograba desde mayo de 2014
Las dinámicas, entendidas como un conjunto de fuerzas que actúan en un sentido, son complicadas de explicar en el fútbol. A veces, todo lo que puede salir mal resulta peor y, en ocasiones, lo bueno se potencia de forma grata y no siempre es sencillo entender los motivos. Al Celta le ha cambiado la cara en un mes, desde que Chacho Coudet llegó a un equipo colista. Hoy está vecino a los puestos europeos después de ganar en cuatro jornadas consecutivas, hito que no alcanzaba desde hace casi siete años. El Celta ganó al Alavés después de disfrutar y de padecer.
Primero se gustó y lue...
Las dinámicas, entendidas como un conjunto de fuerzas que actúan en un sentido, son complicadas de explicar en el fútbol. A veces, todo lo que puede salir mal resulta peor y, en ocasiones, lo bueno se potencia de forma grata y no siempre es sencillo entender los motivos. Al Celta le ha cambiado la cara en un mes, desde que Chacho Coudet llegó a un equipo colista. Hoy está vecino a los puestos europeos después de ganar en cuatro jornadas consecutivas, hito que no alcanzaba desde hace casi siete años. El Celta ganó al Alavés después de disfrutar y de padecer.
Primero se gustó y luego se vio acorralado, se puso en ventaja premiado por su enorme caudal ofensivo y, cuando estaba apurado para mantener el marcador, encontró un resquicio para marcar un segundo gol y sentenciar. Todo había podido ser bien distinto si el Alavés atina a definir tras un grosero error defensivo inicial de los celestes, uno de esos por los que no hace tanto penaba. El Celta está en la dinámica que todos los clubs de fútbol ansían, todo le va por el buen carril.
El triunfo le llegó al Celta con dos goles de Brais Méndez, un futbolista en busca de definición, un talento que la grada de Balaídos no acaba de digerir. El chico tiene planta, clase, golpeo, se asocia y sabe llegar. Suma tres goles en las dos últimas jornadas. Para el equipo es una gran noticia que no sólo Aspas le dé aliento ofensivo al equipo. Méndez jugó cerca de la portería rival. Coudet le dio ese rol ante la baja por lesión de Santi Mina y reforzó la medular con Fran Beltrán. En el primer gol definió de cabeza como un centro delantero de postín. Ayudó también el monumental centro, uno más, de Olaza, que tiene un guante en su zurda.
La ventaja en el marcador llegó apenas sobrepasado el cuarto de hora y ni antes ni después, hasta el descanso, hubo noticias sobre fútbol asociación por parte del Alavés. No es la primera vez que el equipo que prepara Pablo Machín sufre este tipo de desconexiones. No encontraron a Lucas Pérez y a Jota Peleteiro, dos talentos gallegos que tenían un escenario inmejorable para mostrar su capacidad. Cuando hubo que cambiar de plan, fueron sacrificados por su técnico.
Porque el Alavés acabó por activarse. Tras sufrir ante la movilidad y las permutas de posición de los atacantes del Celta, encontró un apaño al subir líneas y enfocar un juego simple que buscase los centros al área. Ya se sabe que el equipo vigués no acaba de sentirse fuerte en ese tipo de acciones, así que Coudet montó una batería anti-aérea. Llamó a Okay, Fontán y Baeza, subió la estatura media del once y se aprestó a guardar el botín de la victoria. Precisó de una aparición estelar del meta Rubén Blanco para repeler un testarazo de Joselu tras un saque de esquina. Y salió del túnel hacia la luz de los tres puntos con una contra que aclaró Tapia con un prodigioso cambio de orientación.
Luego, Aspas y Brais Méndez conectaron para ponerle la rubrica final a un partido del que el Alavés se marchó dolorido no sólo por la derrota, sino también por una lesión de rodilla de Rodrigo Ely que tiene mala pinta.