La Real se deshincha

Los donostiarras pierden el liderato en favor del Atlético después de caer frente al Levante y enlazan ya ocho partidos consecutivos sin ganar, entre Liga y Europa

El jugador del Levante Jorge De Frutos (derecha) celebra su gol este sábado ante la Real.Juan Carlos Cárdenas (EFE)

Se deshincha la Real Sociedad, se hincha el Levante y remonta en la clasificación después de un duelo igualado, ligeramente inclinado hacia los donostiarras, a quienes no les sentó demasiado bien su periplo por el corredor mediterráneo. Tras la derrota del miércoles en el Camp Nou, los futbolistas vascos se quedaron para oxigenarse con las suaves brisas levantinas, pero regresan cabizbajos, desplazados de la cabeza de la tabla por un rival muy necesitado de puntos. La racha de ocho partidos sin ganar empieza a pesar, sobre todo en las mentes de los futbolistas. En todos los choques tuvo la Rea...

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Se deshincha la Real Sociedad, se hincha el Levante y remonta en la clasificación después de un duelo igualado, ligeramente inclinado hacia los donostiarras, a quienes no les sentó demasiado bien su periplo por el corredor mediterráneo. Tras la derrota del miércoles en el Camp Nou, los futbolistas vascos se quedaron para oxigenarse con las suaves brisas levantinas, pero regresan cabizbajos, desplazados de la cabeza de la tabla por un rival muy necesitado de puntos. La racha de ocho partidos sin ganar empieza a pesar, sobre todo en las mentes de los futbolistas. En todos los choques tuvo la Real Sociedad la opción de vencer, pero no lo hizo.

El equipo de Imanol se resiente de las bajas. Con sus figuras en la grada, el grupo donostiarra sigue manteniendo su personalidad y las señas de identidad que le han instalado en la cima de la clasificación del campeonato, pero ha perdido colmillo. Le cuesta, en las últimas semanas, manifestar superioridad en el césped. Aunque se despliega como siempre, esa precisión que ha sido casi insultante en algunos partidos memorables se resiente, sobre todo conforme van transcurriendo los minutos de cada choque.

Frente al Levante, necesitado de resultados, se adelantó en el marcador con aparente facilidad, pero no pudo aguantar la ventaja ni cinco minutos. Comenzó con poderío pero sin demasiada llegada, con un adversario apocado, que no pasaba del medio campo cuando podía tener la pelota en sus pies. La perdía el Levante de inmediato a pesar de empeñarse en salir desde atrás. La presión realista no era intensa, pero sí suficiente como para desbaratar cualquier intento de trenzar jugadas de los hombres de Paco López.

Marcó la Real en un saque de falta de Isak que golpeó en la barrera para despistar a Aitor, y después de un par de llegadas peligrosas auspiciadas por Merquelanz, parecía que el partido se decantaba definitivamente, pero el Levante empleó las mismas armas que utilizan usualmente los blanquiazules para anotar el empate. Presionaron fuerte la salida de balón de la Real, le robaron la bola a Isak y provocaron una acción de Dani Gómez. Su disparo lo rechazó Remiro con apuros, pero llegó Roger, muy atento, para empujar a la portería.

El partido se igualó hasta el descanso, a pesar de que los locales no conseguían conectar con Morales, demasiado aislado en la punta. La Real perdió ímpetu y el Levante ganó moral. Fueron los locales quienes tomaron la iniciativa en la segunda parte, lo que propició que los donostiarras encontraran más espacios, aunque no los aprovecharon. De forma inopinada, uno de sus centrales, Zubeldia, se convirtió en el atacante más peligroso. Tuvo tres ocasiones diáfanas. En la primera, su disparo se marchó junto al poste; en las otras dos, Aitor Fernández respondió con solvencia. Pero en medio de esas ventanas de oportunidad de la Real, el Levante respondía con entusiasmo. El partido se descontroló y el balón viajaba de un área a otra.

Paco López, centenario

Con los cambios, la Real Sociedad intentó tomar la iniciativa otra vez, y lo consiguió a medias. Encajonó al Levante en su campo, pero los granotas se sentían cómodos en su rol y buscaban la velocidad de sus puntas. En el minuto 86, con el partido en el ocaso, Melero vio el desmarque de De Frutos, propiciado por el arrastre de los centrales de la Real que provocó Sergio León, y metió un balón que su compañero agradeció fusilando sin piedad a Remiro, que nada podía hacer.

El Levante remontaba y sumaba tres puntos imprescindibles, el día en el que su entrenador, Paco López, cumplía cien partidos en el banquillo. La misma tarde en la que en el Ciutat de València se inauguraba la nueva iluminación artificial, al Levante se le encendieron de nuevo las luces, que apagaban también los farolillos de la Real Sociedad, que sin la inspiración de sus jugadores más desequilibrantes —ni Silva, ni Oyarzabal ni Januzaj participaron en el compromiso de este sábado, los tres por lesión— empieza a dudar después de ocho partidos oficiales sin ganar después de un comienzo brillante.

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