El Sevilla solo dura media hora ante el Valladolid
Justo punto para el equipo castellano ante un rival demasiado conservador y sin chispa
El Sevilla solo duró media hora en un partido que se saldó con un justo empate. Un merecido punto que se llevó el Valladolid, dominador casi todo el partido, gracias a un golazo de Raúl Carnero en el minuto 87 que neutralizó el gol de penalti de Ocampos en la primera mitad. El Sevilla se desfondó a medida que el Valladolid iba creciendo para dominar todas las facetas del juego frente a un rival muy conservador, que especuló demasiado con el 1-0 y que presentó una falta de físico preocupante. Esta vez no hubo reacción ...
El Sevilla solo duró media hora en un partido que se saldó con un justo empate. Un merecido punto que se llevó el Valladolid, dominador casi todo el partido, gracias a un golazo de Raúl Carnero en el minuto 87 que neutralizó el gol de penalti de Ocampos en la primera mitad. El Sevilla se desfondó a medida que el Valladolid iba creciendo para dominar todas las facetas del juego frente a un rival muy conservador, que especuló demasiado con el 1-0 y que presentó una falta de físico preocupante. Esta vez no hubo reacción final del equipo de Lopetegui, que acabó fundido para perder una buena opción de seguir peleando por las plazas más altas de la clasificación. El empate le da un cierto respiro al Valladolid y demostró la enorme igualdad que preside esta Liga, con muchos partidos donde el aspecto físico comienza a ser determinante. El Sevilla sufrió mucho en este aspecto ante un rival con más chispa e intensidad. Los cambios no mejoraron a los andaluces y sí, por el contrario, al Valladolid. El Sevilla se metió demasiado atrás y lo pagó.
Casi todo lo hizo bien el Sevilla en una primera media hora de bastante nivel. El equipo de Lopetegui se movió con una gran intensidad en la lluviosa noche sevillana, con un futbolista, Ocampos, que destacó en todas las acciones de mérito de su equipo. El Sevilla tiene su base en la firmeza que le proporciona el triángulo formado por Koundé, Diego Carlos y Fernando, una plataforma de seguridad que respalda las acciones de sus futbolistas creativos. Ocampos irrumpió en el partido a los once minutos cuando se desmarcó por el medio tras recibir un excelente pase de Rakitic. El extremo argentino dominó muy bien el espacio y picó el balón ante la desesperada salida de Masip. La pelota fue al larguero y En-Nesyri no pudo rematar. El Sevilla dominaba, tocaba y hasta se recreaba en alguna acción. Navas cedió atrás y Rakitic lanzó alto desde la frontal del área.
El equipo andaluz mascaba el gol ante un Valladolid al que le costaba un mundo estirarse. Incluso con dos delanteros y Orellana y Plano en las bandas. El acoso local se tradujo en gol después de una clara mano de Fede dentro del área a remate de En-Nesyri. Ocampos, cómo no, marcó con su peculiar estilo. Sin mirar el balón en el golpeo para despistar a Masip, al que engañó sin problemas.
Es curioso lo que le pasa al Sevilla. Con ventaja en el marcador suele tender a conservar demasiado la renta. Esa actitud propició la reacción del Valladolid. El equipo de Sergio fue consciente entonces de que podía sacar algo positivo. En la segunda parte se acentuó el carácter cobardón del Sevilla. Los de Lopetegui se dedicaron a dejar pasar los minutos mientras su rival les dominaba. La salida de Jordán ayudó a serenar algo a sus compañeros, pero el Sevilla no fue de verdad a por el partido. Es más, se echó atrás de forma descarada en una decisión peligrosa. Lo pagó. El golazo de Raúl Carnero, el primero en la máxima categoría, fue un gustazo para el Valladolid en la noche del Pizjuán. Y, además, hizo justicia.