El United encuentra un líder: Bruno Fernandes
El impacto del portugués desde su llegada a Old Trafford ha sido tremendo. No solo por los goles, sino porque ha transformado un centro del campo que languidecía desde la marcha de sir Alex
Maia es un municipio industrial de 135.000 habitantes situado en la periferia norte de Oporto que hasta ahora había dado a Portugal dos ciudadanos célebres: Gonçalo Mendes da Maia, alias El Esforzado (un valiente caballero medieval que murió en 1170 combatiendo al ejército musulmán) y Fernando Teixeira dos Santos (ministro de Finanzas entre 2005 y 2011). Ya son tres. A ellos se ha unido Bruno Fernandes, un futbolista de físico menudo que en menos de un año se ha convertido en el líder que el Manchester United llevaba buscando desde que sir ...
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Maia es un municipio industrial de 135.000 habitantes situado en la periferia norte de Oporto que hasta ahora había dado a Portugal dos ciudadanos célebres: Gonçalo Mendes da Maia, alias El Esforzado (un valiente caballero medieval que murió en 1170 combatiendo al ejército musulmán) y Fernando Teixeira dos Santos (ministro de Finanzas entre 2005 y 2011). Ya son tres. A ellos se ha unido Bruno Fernandes, un futbolista de físico menudo que en menos de un año se ha convertido en el líder que el Manchester United llevaba buscando desde que sir Alex Ferguson decidió retirarse al acabar la temporada 2012-13.
Fernandes no es un crío. Tenía ya 26 años cuando se incorporó al United en enero de 2020 procedente del Sporting de Lisboa. Aunque era hincha del Oporto, a los 10 años ingresó en la academia de los rivales locales, el Boavista, porque los padres no podían costear el transporte a los entrenamientos del Oporto pero el Boavista ofrecía transporte gratis. Ya en aquellos años de infancia destacó por su carácter fuerte y su capacidad de liderazgo. En el Pasteleira, un club filial del Boavista en el que jugó dos años, coincidió con André Gomes. “Es curioso, no mucha gente en el Pasteleira recuerda a André Gomes, pero todos se acuerdan de Bruno Fernandes”, explicó un día Rémulo Marqués, antiguo presidente del Pasteleira y vicepresidente del Boavista.
Su destino parecía ser el primer equipo del Boavista, pero a los 17 años Bruno Fernandes sorprendió a todos marchando a Italia de la mano de Javier Ribalta, un joven ojeador español que empezó trabajando para el Torino en 2008 y acabó pasando por Milan, Novara, Juventus y Manchester United antes de convertirse en 2018 en director deportivo del Zenit de San Petersburgo.
Sus cinco temporadas en Italia, donde jugó para el Novara, el Udinese y el Sampdoria, le ayudaron a convertirse en el jugador versátil que es hoy en día. Apadrinado por Antonio di Natale, allí pulió su técnica, su lectura del juego táctico y su capacidad de defender, cualidades que se unieron a su capacidad goleadora, su toque y su mentalidad ganadora. En 2017, el Sporting de Lisboa lo repatrió por ocho millones de euros más variables y tres años después lo vendió al United por 55 millones más 25 en variables y un 10% del dinero que obtengan los ingleses si algún día es traspasado.
El impacto de Fernandes desde su llegada a Old Trafford ha sido tremendo. No solo porque ha marcado 22 goles y ha dado 14 asistencias en 38 partidos, sino porque ha transformado un centro del campo que languidecía desde la marcha de sir Alex, haciendo calar el mensaje de que la reconstrucción del United es posible.
“Bruno ha tenido un impacto fantástico, no hay nada que le dé miedo”, le elogió hace unos días su entrenador, el noruego Ole Gunnar Solskjaer, una leyenda del United y héroe de la histórica final de la Champions de 1999 en el Camp Nou. “Como jugador me recuerda a Scholes pero tienen personalidades muy diferentes fuera del campo. Cuando está en el banquillo, no para de dar vueltas, habla con los jugadores, intenta ayudarles, les da consejos. Y cuando salta al campo, en 10 minutos marca la diferencia. Es un dirigente, un líder, un ganador. Siempre quiere ganar. El 99% no le parece lo bastante bueno, y eso me ha impresionado”, opina.
El sábado, Solskjaer dejó a Bruno Fernandes en el banquillo en la visita al West Ham para que descansara de cara al encuentro decisivo de la Champions esta semana y el derbi con el City la próxima jornada. El juego del Manchester United fue un desastre y Bruno tuvo que entrar en el descanso. Creó ocho oportunidades en juego abierto, incluidas dos asistencias. El United acabó ganando (1-3) y está ya en puestos de Champions y metido en la lucha por el título. Habían perdido la costumbre.