Zidane: “Cuando se tienen que poner, los jugadores se ponen”
El vestuario blanco valora el trabajo colectivo y Hazard, autor del primer gol, dice que necesita más minutos
Maradona nunca ganó en San Siro pese a las siete temporadas que jugó en el Nápoles. Tampoco lo había hecho el Real Madrid en sus 15 visitas anteriores (solo lo pudo hacer en los penaltis de la Undécima en 2016) hasta este 25 de noviembre fatal. Cosas del destino. En medio de la tristeza mundial por el adiós al Pelusa, el viaje de los blancos a Milán tuvo un efecto reconstituyente....
Maradona nunca ganó en San Siro pese a las siete temporadas que jugó en el Nápoles. Tampoco lo había hecho el Real Madrid en sus 15 visitas anteriores (solo lo pudo hacer en los penaltis de la Undécima en 2016) hasta este 25 de noviembre fatal. Cosas del destino. En medio de la tristeza mundial por el adiós al Pelusa, el viaje de los blancos a Milán tuvo un efecto reconstituyente.
“Cuando se tienen que poner, los jugadores se ponen”, advirtió Zinedine Zidane. “Sacamos lo mejor que nosotros. Hicimos un partido serio, con carácter y corazón, concentrados. Contra el Villarreal también merecimos los tres puntos, pero luego te empatan, y empiezan a criticar y a decir que el encuentro fue malo. No es verdad”, enfatizó el técnico con el gesto serio, aunque, según él, contento por el encuentro.
El fondo del discurso en el vestuario blanco fue similar al que se escuchó tras el otro duelo de cartel de la temporada: la victoria en el Camp Nou hace un mes, cerrado también con victoria en un momento de dudas. Entonces como este miércoles, todos coincidieron en que el colectivo fue el argumento de sus buenas noticias. Con su tono pausado, Varane lo explicó claro: relató las virtudes en San Siro y, de forma implícita, dejó caer lo que a veces les falta cuando las cosas se tuercen: “Con esta actitud somos un buen equipo”, dijo todavía sobre el césped. “Sabíamos que teníamos que ser sólidos, correr todos juntos y pelear. Cuando un compañero lucha por el otro, somos fuertes. Hoy defendimos bien y manejamos el partido en ataque”, analizó. El encuentro le sirvió al francés para sacudirse la nube negra que le acompañaba cada vez que salía a Europa sin Sergio Ramos a su vera. El equipo acumulaba siete derrotas en los últimos ocho duelos continentales en ausencia de su capitán. “Cambiamos esto, es bueno para todos”, comentó Zidane.
Las buenas noticias alcanzaron, incluso, a Hazard, autor del primer tanto, de penalti. No marcaba en Champions desde hacía tres años. A su fútbol aún le falta un buen trecho para acercarse a las expectativas que lo trajeron a Valdebebas, pero cualquier señal es celebrada. “Me faltan más minutos, más partidos y más confianza”, reconoció el belga en un castellano bastante apreciable. “Necesita jugar para coger sensaciones otra vez. Eso está clarísimo. Está recuperando su juego y sus cosas en el campo”, se felicitó Zizou, que tiene meridiano que cada día sano del atacante, después de tantas penalidades físicas, es una oportunidad más para alinearlo a la espera de la mejor versión del jugador.
En ausencia de la columna innegociable de Ramos-Casemiro (salió en el 59)-Benzema, el viaje a Milán reivindicó, sobre todo, a dos patanegras, Kroos (95% de efectividad en el pase) y Modric (90%); y a tres integrantes de la unidad b. Nacho ayudó a encadenar a Lukaku y forzó la pena máxima del 0-1; Lucas Vázquez mostró otra versión fiable; y Rodrygo volvió a ajusticiar al Inter con un gol a los 34 segundos de ingresar en el campo, el tercero más rápido de un suplente en la historia europea del Madrid. Para los dos primeros, Zidane no ahorró carantoñas: “Se merecen quedarse aquí”, zanjó. El gallego cumple contrato el próximo junio y el madrileño, que a punto estuvo de marcharse este verano, en 2022. No hubo tacha para el Madrid en su expedición a Italia. La Champions, que había empezado azul óscura casi negra, se ha aclarado a falta de dos jornadas.
“Maradona nos inspiró a todos en el Mundial del 86″
Zidane es un hombre parco en palabras y gestos. Sus respuestas públicas son cortas y, cuando se extiende, a veces concluye con una disculpa de timidez. No ocurrió cuando le preguntaron por la muerte de Maradona, de la que se enteró en el trayecto del hotel al estadio. El entrenador francés dio entonces la contestación más larga de la noche. “Me acuerdo del Mundial del 86. Yo tenía 14 años. Ha sido único y su muerte es una noticia triste para el mundo entero, no solo para el fútbol. Mi ídolo fue Francescoli, pero él fue un jugador al que todos queríamos imitar. Nos inspiró, fue un ejemplo para los jóvenes. Yo tuve la oportunidad de decirle que fue la hostia. Que descanse en paz, que es lo importante”, afirmó muy serio y dejando asomar, incluso, algo de emoción.