Mariano, menos es más
El delantero, que llevaba disputados menos del 2% de los minutos del Real Madrid en las dos últimas temporadas, anota el gol blanco en el único tiro a puerta de su equipo
Mariano Díaz apareció de inicio en la alineación del Madrid porque, prácticamente, no había otro para el puesto de nueve. En las dos últimas temporadas apenas había participado en el 1,74% de los minutos de los blancos en todas las competiciones. No existe un futbolista en el vestuario de Valdebebas con semejantes cifras. Pero la lesión de Benzema y el positivo de Jovic, la enésima calamidad del serbio, le abrió una rendija en La Cerámica. Y no tardó ni dos minutos en colarse por ella. Centró Carvajal en medio de la confusión por un posible fuera de juego de Lucas Vázquez —el linier lle...
Mariano Díaz apareció de inicio en la alineación del Madrid porque, prácticamente, no había otro para el puesto de nueve. En las dos últimas temporadas apenas había participado en el 1,74% de los minutos de los blancos en todas las competiciones. No existe un futbolista en el vestuario de Valdebebas con semejantes cifras. Pero la lesión de Benzema y el positivo de Jovic, la enésima calamidad del serbio, le abrió una rendija en La Cerámica. Y no tardó ni dos minutos en colarse por ella. Centró Carvajal en medio de la confusión por un posible fuera de juego de Lucas Vázquez —el linier llegó a levantar la bandera— y se lanzó de cabeza para poner en ventaja a los suyos. Ese fue el único tiro entre los tres palos de los visitantes en todo el choque. De él vivieron, incluso de forma holgada durante un buen tramo, hasta que el empuje amarillo acabó encontrando el empate de Gerard Moreno en un penalti.
Con el hispanodominicano, menos es más. Lo sacó también Zidane en el descuento del clásico del Bernabéu de la temporada pasada y fue suficiente para apuntillar a los azulgrana con un tiro en semifallo. Y en Vila-real, nada más arrancar, ya se había hecho notar. En ese momento en el que se adelantaba a Mario Gaspar para poner el 0-1, cumplía su minuto número 100 en un campo de fútbol en los últimos 15 meses. Cifras más propias de un juvenil sin currículum que de un jugador por el que se pagó 21,5 millones hace un año y medio. La última vez que había sido titular fue hacía 566 días, precisamente ante el Villarreal en Madrid, y entonces se apuntó un doblete.
A Mariano no han parado de enseñarle la puerta de salida en estas dos últimas campañas y su respuesta siempre ha sido un no categórico, pese a la insistencia en dejarle fuera de todo. En un último verano de ventas al por mayor en La Castellana para suavizar los efectos de la pandemia, los dirigentes no encontraron la forma de que se marchara. El Madrid lo había recuperado en el verano de 2018 del Olympique de Lyon, donde metió 21 goles en un curso, y le dio nada menos que el siete a la espalda, el que acababa de dejar Cristiano Ronaldo. Nunca se pretendió que fuera el portugués, pero sí que aliviara en parte el socavón abierto con el salto del luso a la Juve. Sin embargo, su luz ha resultado corta y escasa. Se apagó pronto, poco después de clavarle un gol por la escuadra a la Roma nada más aterrizar, y le despojaron del número siete.
”Merecimos más”
Su paso por La Cerámica es, quizás, su última oportunidad porque, con Jovic contagiado por coronavirus, seguirá contando, al menos como una opción, para los dos o tres próximos encuentros. Ya adelantó al serbio en la rotación antes de que el mundo se detuviera en seco, en los dos encuentros previos al confinamiento: Barcelona (él metió el 2-0) y Betis. Pero el parón le devolvió a la casilla de salida, y no porque Jovic sacara la cabeza. El balcánico, aislado por el bicho y con otro episodio más en su historial de penalidades en el Madrid, lleva los mismos goles que Mariano (2) desde su llegada al Bernabéu con cinco veces más de minutos (1.016 frente a 183). La agitación del canterano en Vila-real la siguió recluido en casa. De nada le sirvió levantar la mano con su selección, con la que marcó tres tantos y dio dos asistencias en el reciente parón. A la vuelta, el que se reivindicó fue Mariano.
“Estaba agotado, hacía mucho tiempo que no jugaba”, afirmó Zidane para explicar el cambio del hispanodominicano por Asensio en el 85 pese a la necesidad de la victoria. Al francés se le vio contrariado por el punto. “Sabe a poco, merecimos más, sobre todo por la primera parte. Hay que felicitar a los chicos”, comentó. “Controlamos el partido, no hemos arriesgado nada. Pero fue una jugada [en referencia al empate], es lo que pasa en el fútbol. Hoy aquí había sitio para sumar los tres puntos”, lamentó el técnico, que no quiso dar muchas explicaciones sobre el supuesto interés de Isco en salir en el mercado de invierno. “De lo que pasa dentro no vamos a hablar. Pero es jugador del Madrid, se queda aquí, está con nosotros y no hay que hablar”, zanjó. El discurso del francés se agrió aún más cuando se le preguntó por su actitud frente a las críticas: “Yo sigo con ilusión. No os preocupéis. Vosotros seguid con lo que estáis haciendo y yo con mi trabajo”.
Nacho, que volvía tras su lesión, puso también el foco en la solidez como argumento para explicar el duelo. “La primera parte fue muy sólida, no han tenido una ocasión clara. En la segunda nos hemos abierto y no hemos estado con la misma solidez”, apuntó.