El Levante se estrella contra el muro del Alavés

La exuberancia ofensiva de los granotas solo le da un punto ante el conjunto dirigido por Pablo Machín, que estuvo con un jugador menos durante 61 minutos

El delantero del Levante Dani Gómez lucha por el balón con el centrocampista del Alavés Rodrigo Battaglia este domingo en el Ciutat de Valencia.BIEL ALINO (EFE)

La carga de la caballería granota se estrelló con el muro que levantó Pablo Machín delante de Pacheco en el Deportivo Alavés. La exuberancia ofensiva del Levante -sin Roger, ausente por covid 19- solo le dio un punto pese a su decisión, su manejo del balón, y su dominio territorial. Igual que le sucedió ante el Granada, el Levante, que jugó con un jugador más durante 61 minutos, chato y sin gol, pinchó. El plan de Machín, sorprender en un contragolpe para hacer gol y no salir derrotado, funcionó. La sensación en el Levante tras dos empates en superioridad numérica es de fracaso.

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La carga de la caballería granota se estrelló con el muro que levantó Pablo Machín delante de Pacheco en el Deportivo Alavés. La exuberancia ofensiva del Levante -sin Roger, ausente por covid 19- solo le dio un punto pese a su decisión, su manejo del balón, y su dominio territorial. Igual que le sucedió ante el Granada, el Levante, que jugó con un jugador más durante 61 minutos, chato y sin gol, pinchó. El plan de Machín, sorprender en un contragolpe para hacer gol y no salir derrotado, funcionó. La sensación en el Levante tras dos empates en superioridad numérica es de fracaso.

Una aventura en solitario de Lucas Pérez, atravesando en velocidad la línea defensiva granota, inauguró con un gol en el minuto 4 el remozado Ciutat de València. Edgar Méndez filtró un balón sobre Lucas a espaldas de los centrales y Son no pudo cazar en carrera al punta gallego, que marcó su primer gol en el campeonato a costa de la avanzada defensa granota, un tópico en el campeonato. A lo largo del partido el cambio de ritmo de Lucas le hizo daño a la zaga del Levante, tan alta como lenta al correr hacia atrás. Primero en punta y luego en la derecha tras la expulsión de Edgar, Lucas fue el único que levantó la bandera en el once babazorro.

Pocas veces más se estiró el Alavés, que apenas volvió a cruzar la línea medular. El once vasco se hizo un ovillo delante de Pacheco y, sometido por el Levante, renunció a la pelota. Mientras estuvo con once, defendió con seis futbolistas: los cuatro defensas y los dos medio centros, para taponar todas las llegadas locales, la mayoría por la derecha.

Con Son y Clerc, los dos laterales, muy altos, el Levante se echó encima del Alavés. El riesgo era muy alto. Si el Alavés cazaba una contra encontraría muchos espacios, pero el Levante sabe jugar al límite desde que llegó Paco López. Su marcada personalidad ofensiva es su mayor virtud pero también, muchas veces, su maldición. Melero cabeceó arriba un centro de Morales y Dani Gómez marcó gol pero Clerc, su asistente, estaba en fuera de juego cuando le puso el balón. El partido se le hizo más pesado al Alavés cuando Edgar Méndez fue expulsado por meter en el campo un balón cuando ya había otro en juego. Arriba, solo Lucas embestía. Detrás Pachecho y Laguardia paraban al Levante, especialmente el meta.

Como sucedió en Granada, el Levante, de nuevo contra diez jugadores, estaba obligado a levantar el marcador. En Los Cármenes, su carga ofensiva solo le dio un empate, ante el Alavés, más de lo mismo. Igualó Morales y punto. El Comandante se revolvió en el área, ante la permisividad de la defensa vitoriana, y empató de tiro cruzado. El Alavés, conformista con el punto, perdió a Lucas, exhausto, pero tuvo la victoria en un tiro de Joselu a quemarropa que detuvo Aitor tras una acción a balón parado.

Campaña, lesionado toda la semana, apareció para capitanear el asedio al castillo vasco. Un pase en diagonal del mediocentro andaluz lo metió en el área de cabeza Clerc, pero Sergio León remató primero al palo y luego, tras el rebote, lo envío fuera. Paco López aporreó el banquillo en un gesto de impotencia. En esos minutos, Pacheco empezó a sacar manos y el Levante llegó al minuto 95 sin sacar rédito a su superioridad numérica.

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