El Granada resiste en inferioridad ante el Levante (1-1)
La expulsión de Gonalons al cuarto de hora obliga al conjunto nazarí a replegarse y agarrarse al empate
No es fácil disputar cada tres días partido tras partido. No resulta sencillo para ningún equipo alternar LaLiga y Europa, gestionar energías. Menos aún siendo un club modesto como el Granada. Y competir de manera encomiable como lo hace el grupo de Diego Martínez con una plantilla limitada. Tanto esfuerzo seguido consume a cualquiera. Pero el Granada tiene la piel dura y nada le quiebra. Ni siquiera jugar con un jugador menos durante 80 minutos por la expulsión de Gonalons. Al ...
No es fácil disputar cada tres días partido tras partido. No resulta sencillo para ningún equipo alternar LaLiga y Europa, gestionar energías. Menos aún siendo un club modesto como el Granada. Y competir de manera encomiable como lo hace el grupo de Diego Martínez con una plantilla limitada. Tanto esfuerzo seguido consume a cualquiera. Pero el Granada tiene la piel dura y nada le quiebra. Ni siquiera jugar con un jugador menos durante 80 minutos por la expulsión de Gonalons. Al Levante, que sigue sin encontrar los resultados en este principio de temporada, la superioridad solo le dio para equilibrar la desventaja tras el gol inicial de Machis. El conjunto de Paco López lo intentó de todas las formas posibles y le faltó finura en el último pase y acierto en el remate y se llevó tan solo un punto en la fortaleza de Los Cármenes. En un ejercicio de resistencia titánico, el Granada salvó un punto que dio por bueno.
Mermado en la posición de lateral derecho, ausentes Foulquier, Víctor Díaz y Quini, Diego Martínez dispuso a Vallejo en el lateral derecho. Pocas soluciones tenía el técnico del Granada, que solo pudo dar descanso a tres jugadores del once inicial que alineó ante el PAOK, quedando en la grada Yangel Herrera, el futbolista más fiable y determinante en el inicio de temporada y al que tuvo que recurrir Diego Martínez en el segundo acto.
Hay delanteros que tienen un registro patentado y aun así resultan indescifrables para los defensores contrarios. Con los 22 jugadores situándose en el terreno de juego, el Granada se puso en ventaja al poco de iniciarse el choque. Lo hizo con una acción sencilla, con un pase largo de Gonalons hacia la carrera de Machis por el extremo izquierdo. El lujo lo puso el venezolano, encarando a Miramón, acelerando y amagando, haciendo dudar al defensor granota entre achicar o aguantar mientras reculaba hacia Aitor Fernández. Machís se adentró en el área en paralelo y lanzó un derechazo combado imparable para el portero del Levante.
El Granada, hermético de por sí, se las prometías felices ante un Levante al que le faltaba la imaginación de Campaña, baja de última hora. Pero en el fútbol suceden circunstancias que cambian guiones. Y a Gonalons, sin venir a cuento, le dio por pisar de manera temeraria el tobillo de Rochina. En principio le salió barata la acción al experimentado jugador francés, amonestado con una amarilla. El VAR avisó al colegiado de que el pisotón merecía un castigo mayor. Gonalons no mostró sorpresa cuando resultó expulsado.
Al Granada, con 75 minutos por delante, le tocaba replegarse, juntar líneas y mantenerse en pie. Nada nuevo para los nazarís, es una de sus especialidades. El Levante se agenció el esférico, siempre lo pretende, es su estilo. Y comenzó a elaborar y a exigir defensivamente al Granada. La tuvo Rochina de cabeza, también Bardhi tras un excelente control. Y el grupo de Diego Martínez abrigando a Rui Silva continuamente bajo foco. El portero portugués no pudo hacer nada tras un poderoso salto y remate de cabeza de Vezo tras un córner botado con maestría por Bardhi pasada la media hora de juego. En una acción a balón parado, donde se equiparan numéricamente las fuerzas, el Levante equilibraba el marcador. El Granada suspiraba por el descanso. El Levante, con la inercia positiva, no quería que llegase.
El sufrimiento del Granada tuvo su continuidad en la segunda mitad, obligado Rui Silva a ganarse el jornal con dos intervenciones seguidas a disparo de Bardhi, sacando posteriormente el portugués una mano salvadora a remate de Roger Martí. Lo intentó todo el Levante y no le sacó rédito a su dominio, sus numerosas llegadas y remates. Resistió el Granada, que nunca se vence.