El Shakhtar se resigna, el Inter se bloquea

Los rivales de grupo del Madrid se neutralizan en Kiev en un partido que exhibió la inconsistencia del equipo ucraniano cuando se mide ante la organización tenaz de un rival sin ingenio

Lukaku estrella un balón en el larguero tras lanzar una falta.Efrem Lukatsky (AP)

El Inter y Shakhtar se neutralizaron en Kiev. El empate sin goles en el partido adelantado del Grupo B penalizó especialmente al Inter, que apenas suma dos puntos en dos jornadas, y alivió al Real Madrid. Apurado desde la derrota del debut en Valdebebas (2-3), el equipo madrileño se benefició de la resta de puntos de dos rivales que se agrandaron como dos nubes negras en el horizonte. No descargaron lluvia este martes. El Shakhtar porque le faltó consistencia, el Inter porque todo lo que derrochó en el empeño por desconectar a su rival le faltó en imaginación.

Siete partidos oficiales h...

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El Inter y Shakhtar se neutralizaron en Kiev. El empate sin goles en el partido adelantado del Grupo B penalizó especialmente al Inter, que apenas suma dos puntos en dos jornadas, y alivió al Real Madrid. Apurado desde la derrota del debut en Valdebebas (2-3), el equipo madrileño se benefició de la resta de puntos de dos rivales que se agrandaron como dos nubes negras en el horizonte. No descargaron lluvia este martes. El Shakhtar porque le faltó consistencia, el Inter porque todo lo que derrochó en el empeño por desconectar a su rival le faltó en imaginación.

Siete partidos oficiales ha disputado el Inter esta temporada, entre Serie A y Champions: ha empatado tres, ha ganado tres y ha perdido uno. Lejos de evolucionar, condición indispensable en su propósito de despojar a la Juve de su dominio en Italia, el equipo parece estancarse. Crece en organización, en solvencia defensiva, en solidez, pero puesto a buscar soluciones a los problemas que plantea el ataque, no destila una idea más brillante que insistir en envíos a Lukaku. Exprimen un cascarón de nuez. Romelu Lukaku es un excelente delantero, pero jamás será la panacea de un campeón.

El Inter dominó al Shakhtar presionándolo con abnegación. El equipo ucraniano, poblado de brasileños como está, solo parecía capaz de ordenarse cuando tenía el balón. Despojado de su elemento por un rival que acortó la distancia entre líneas con una disciplina y una agresividad impresionantes, y perdido por lesión Dentinho, su gran referencia ofensiva, el Shaktar acabó la primera parte malparado. Lukaku se encontró mano a mano con el imberbe Trubin, que le paró el tiro antes de que su rechace cayera en Barella. El volante sacudió al larguero. Igual que el propio Lukaku, que estrelló otra pelota en el travesaño poco después, en un lanzamiento de falta directa.

Luis Castro, el técnico del Shakhtar, debió dar consignas que serenaron a sus jugadores en el descanso. La segunda mitad descubrió a Marlos y sus compañeros mucho más lúcidos cuando no tenían la pelota, resignados a dejar que la manejara el rival, a la espera de la contra. Tener el 60% de la posesión fue una mala noticia para el Inter. Al equipo de Antonio Conte no le alcanzó con la organización y la puntualidad para llegar al gol. Sometidos a la necesidad de penetrar dos líneas prietas, sus jugadores chocaron una y otra vez contra la evidencia de su escaso ingenio. El 0-0 fue la consecuencia.

El City se alegra en Europa

Si el Grupo B se empareja por la vulgaridad, en el C destaca alegremente el Manchester City. El equipo de Guardiola ha encontrado en la Champions el bálsamo que aclara las dudas que manifiesta en la Premier. Libre del doble pivote en Europa, la pareja de interiores De Bruyne-Gundogan multiplica su complicidad a la vieja usanza. Rodri se bastó para maniobrar en el eje, alineado con los laterales, que se cerraron, y arriba Sterling y Foden se pegaron a las rayas para que Ferran Torres aprovechara su sentido del ataque al espacio. Con este armazón el City se cargó de un vigor que esta temporada ha mostrado poco. El Vélodrome fue escenario mudo de un dominio sin réplica. No pudo entrar en el partido el Marsella, acorralado en su estadio de principio a fin.

Villas Boas repasaba el campo con la mirada inquieta. Como si no quisiera que se le escapara nada: tarea imposible. Acolchó a su defensa con cinco hombres y los blindó con tres interiores para evitar el impacto. El primer golpe se lo dio Ferran Torres. Casi cumplidos 20 minutos. Hubo un error en la salida de Rongier, que anticipó De Bruyne para meter el pase a la espalda de los centrales. Ahí fue el valenciano explotando ese filón que hizo que Guardiola le situara como nueve. Sus movimientos sin balón son de una profundidad poco común. El desmarque le facilitó el 0-1. Gundogan y Sterling remataron el trámite en la segunda mitad y afirmaron al City en la cabeza de la tabla con seis puntos, por delante de Oporto (3) y Olympiakos (3).

En el Grupo D el Liverpool también sumó seis puntos tras imponerse al Midtjylland en Anfield (2-0) en una de esas raras ocasiones en que Klopp rota a toda su delantera. Arriba los titulares fueron Origi, Jota y Minamino. En el otro encuentro del grupo, el Ajax empató con el Atalanta en Bérgamo (2-2).

El Bayern, adversario del Atlético en el Grupo A, se unió al club de los seis puntos y es líder con margen de error después de vencer al Lokomotiv en Moscú (1-2).


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