El Eibar sorprende a un Sevilla sin gol

Los de Lopetegui llevan tres partidos sin marcar y se ven superados por un rival más fuerte y más intenso en la presión

Burgos se impone en un balón aéreo a Diego Carlos.CRISTINA QUICLER (AFP)

Riguroso y práctico, ajustado a un método trabajado con insistencia a lo largo de la semana, el Eibar se impuso a un Sevilla atascado, que casi nunca tuvo recursos ni fútbol para lograr, al menos, un empate ante un vigoroso rival. El Eibar fue eficaz porque marcó en su único disparo a puerta en la primera mitad. Un gol que defendió luego con orden, presión y buen toque de balón en algunos momentos. Plano y previsible, desesperadamente lento, el Sevilla fue un juguete en manos del Eibar durante la primera mitad. Mejoró algo en la segunda. Primero porque no tuvo más remedio que apretar y poner u...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Riguroso y práctico, ajustado a un método trabajado con insistencia a lo largo de la semana, el Eibar se impuso a un Sevilla atascado, que casi nunca tuvo recursos ni fútbol para lograr, al menos, un empate ante un vigoroso rival. El Eibar fue eficaz porque marcó en su único disparo a puerta en la primera mitad. Un gol que defendió luego con orden, presión y buen toque de balón en algunos momentos. Plano y previsible, desesperadamente lento, el Sevilla fue un juguete en manos del Eibar durante la primera mitad. Mejoró algo en la segunda. Primero porque no tuvo más remedio que apretar y poner un ritmo acorde a un partido de LaLiga. Segundo, porque insistió hasta el final y tuvo dos opciones claras de empatar en el alargue, de Carlos Martínez y Ocampos.

No marcó el Sevilla, majestuoso en las citas importantes, pero con un evidente problema de profundidad y fútbol cuando equipos tan bien organizados como el Eibar se le plantan delante. Sin algunos de sus titulares en el campo, el Sevilla evidenció que la factura de la Liga de Campeones es alta y que tiene un problema con el gol. Son ya tres los partidos seguidos en los que los de Lopetegui no marcan (contra Granada, Chelsea y Eibar). El técnico tiene ante sí el reto de hacer doblemente competitivo a su equipo en las fantásticas galas europeas y también en el día a día de la Liga, donde ha cosechado ya dos derrotas seguidas.

Este tipo de episodios suele repetirse curso a curso. El alabado Sevilla, que venía de superar en juego al Chelsea en su estreno en la Liga de Campeones, se topó de bruces con la realidad doméstica. Fuera de los fastos europeos relucen buenos equipos como el Eibar, trabajados hasta el fin, capaces de correr por cada balón como si fuera el último de sus vidas. Ante el desafío que supone el Eibar, del que ya avisó Lopetegui en la previa, apareció un Sevilla lleno de cambios, con un ritmo cansino, con síntomas de fatiga en futbolistas como Acuña, Navas y Rakitic. También sin acierto en jugadores como Óscar, En-Nesyri, Óliver Torres y Munir, alternativas que colocó Lopetegui para dar descanso a algunos de sus titulares. El Sevilla fue una víctima de la presión del Eibar, que dominó el partido a su antojo. Solo en un par de ocasiones fue capaz el equipo de Lopetegui de superar la osada propuesta vasca. Llegó un disparo lejano de Munir que Dmitrovic sacó como pudo.

Fue la única oportunidad en la que el Sevilla disfrutó de espacios para correr. Le faltaba recibir un golpe importante, producto de una gran jugada de combinación del Eibar, que no solo corre y presiona, que también juega. Un pase al hueco de Diop pilló a Sergi Gómez descolocado frente a un delantero del oficio de Kike García, que le ganó la posición para batir a Vaclik de un potente disparo. El checo regresaba a la titularidad ante el mismo equipo contra el que se lesionó.

El Sevilla acumuló llegadas en un inicio prometedor de la segunda mitad. En-Nesyri falló un gol claro y Munir gozó de varios acercamientos. Sin embargo, el Eibar supo enfriar el partido, despejando con éxito los continuos balones que el Sevilla metía en su área. Hasta el alargue, cuando Carlos Fernández y Ocampos tuvieron dos clarísimas ocasiones. Las erraron. Y este buen Eibar cantó victoria de manera más que merecida.

Archivado En