Alcácer soluciona el problema del Villarreal
Dos goles del valenciano ante el Sivasspor resuelven una ruleta de partido en el que también fue protagonista Kubo, con un gol y dos asistencias (5-3)
En el DNI de Paco Alcácer figura como oficio el de goleador. Apenas necesitó el de Torrent unos instantes para solucionar un problema para el Villarreal. El delantero valenciano entró en el terreno de juego en el minuto 69 del partido ante el Sivasspor y nueve después ya había conseguido dos goles para conceder a los castellonenses una victoria en el regreso dos cursos después a la Europa League, la competición de Emery. Alcácer entró con un 3-3 en el marcador y ejecutó a los turcos con dos desmarques certeros, al límite, como le gusta al internacional que espera la llamada de Luis Enrique. Su...
En el DNI de Paco Alcácer figura como oficio el de goleador. Apenas necesitó el de Torrent unos instantes para solucionar un problema para el Villarreal. El delantero valenciano entró en el terreno de juego en el minuto 69 del partido ante el Sivasspor y nueve después ya había conseguido dos goles para conceder a los castellonenses una victoria en el regreso dos cursos después a la Europa League, la competición de Emery. Alcácer entró con un 3-3 en el marcador y ejecutó a los turcos con dos desmarques certeros, al límite, como le gusta al internacional que espera la llamada de Luis Enrique. Su instinto para definir por dos veces ante el bueno del portero rival resulta difícil de encontrar en el fútbol.
En la ruleta de goles y emociones resultó también feliz protagonista Take Kubo, autor de un gol y dos asistencias. Todo con su dulce zurda. El japonés valido la gestión de minutos y esfuerzos de Emery cuyo equipo resolvió sus problemas defensivos con su poderoso ataque para doblegar la voluntad de un intenso Sivasspor con el cuchillo entre los dientes durante todo el encuentro que concluyó con un festival de goles y los tres primeros puntos para el Villarreal en el estreno de la competición continental. Como era de esperar, Emery refrescó el once con ocho cambios respecto a la formación que dispuso frente al Valencia, destacando la presencia de Álex Baena, jugador del filial de 19 años que acompañó en el centro del campo a Coquelin, Trigueros y Chukwueze. Rulli en la portería y Foyth como central se estrenaban con el Villarreal.
También tuvo su primera titularidad de amarillo Take Kubo. Y la aprovechó el japonés, afortunado al recoger un rechazo blando de Samassa, el portero del Sivasspor que tuvo poca destreza para despejar el disparo de Chukwueze. Sin llegar al cuarto de hora, el Villarreal ya mandaba en el marcador y en el juego ante un contrariado equipo turco cuya intensidad i se diluía por la calidad del conjunto de Emery. Kubo, ubicado como segundo delantero, también fue personaje principal posteriormente asistiendo con un pase sutil a Bacca que acertó entre los tres palos. Y Rulli, en una gran intervención tras un cabezazo picado de Yatabaré, demostró su valía entre los tres palos. Poco pudo hacer poco después el argentino frente a Kayode que logró batirle tras ganar una carrera a Albiol. Dos minutos más tarde, en el 35, Bacca fue objeto de penalti. El cafetero se responsabilizó de la pena máxima y no pudo batir a Samassa que le adivinó la intención. La celebración turca tenía su sentido. El Sivasspor seguía en el partido. Y lo logró equilibrar antes del descanso en otro testarazo certero Yatabaré.
Como la cosa se puso seria, Emery optó por blindar el centro del campo con la entrada tras el descanso de Iborra por el juvenil Baena. Oficio, músculo y envergadura para equilibra el poderío físico de los turcos. Esto significó un cambio de dibujo pasando a disponer los amarillos de un 4-3-3 con Kubo y Chukwueze en los costados. El Villarreal se reconoció así mismo. Y se puso de nuevo en ventaja a la salida de un córner botado por Kubo que cabeceó a la red Foyth, el internacional argentino cedido por el Tottenham. Poco le duró el respiro a los de Emery. El Sivasspor empató con una falta al borde del área amarilla botada por Gradel. Emery miró al banquillo y envidó con la entrada de Pedraza y Alcácer. Y el delantero de Torrent demostró que respira para el gol. En cinco minutos, del 73 al 78, marcó dos goles para resolver un problema y el partido.