Zidane: “Soy el responsable y tengo que buscar soluciones”
El entrenador del Madrid asume la culpa de otro mal comienzo blanco y otra derrota a solo tres días del clásico: “No puede pasar eso”
Cuando el Shakhtar bajó del avión con un manojo de meritorios, compañeros de Vinicius y Rodrygo en las inferiores de Brasil, se sabía que había sido el coronavirus lo que se había llevado por delante a una decena de sus actores principales. Constituye sin embargo un misterio qué fue lo que se llevó por delante al Real Madrid, que en los primeros minutos pareció querer espantar al rival a gritos. ...
Cuando el Shakhtar bajó del avión con un manojo de meritorios, compañeros de Vinicius y Rodrygo en las inferiores de Brasil, se sabía que había sido el coronavirus lo que se había llevado por delante a una decena de sus actores principales. Constituye sin embargo un misterio qué fue lo que se llevó por delante al Real Madrid, que en los primeros minutos pareció querer espantar al rival a gritos. Si en el petardazo contra el Cádiz cuatro días antes culparon a la baja intensidad, ante los ucranianos subieron el volumen. Gritaba sobre todo Casemiro, pero el guirigay era coral. Sirvió para dos tiritos cercanos de Asensio, uno contra un defensa y otro al pie del portero. Pero aquello apenas sacudió al Shakhtar, que con su mezcla de desesperación e inconsciencia había venido a tocar lo que le dejaran. Y le dejaron.
“En el primer tiempo, no estuvimos a la altura de la competición”, reconoció Modric, que no encontraba razones a otro comienzo al ralentí. “No sé. Es difícil de decir”.
Zinedine Zidane se señaló a sí mismo: “No vi al equipo como quería, y cuando no ves al equipo como querías, la culpa la tienes tú. Soy el responsable y tengo que buscar las soluciones, porque no puede pasar eso. Y eso es lo que voy a intentar hacer. Ellos están en el campo y necesitan soluciones”.
La intervención del francés ante los medios no consistió solo en atribuirse la culpa, sino que contenía un lamento por haber fallado a sus futbolistas: “Me disgusto por los jugadores, que me han hecho ganar muchas cosas. Es un mal partido y no se merecen esto”, dijo. “Me veo capaz, y es lo que voy a intentar”, completó.
Vinicius pareció querer consolarle: “Nadie ha logrado hacer las cosas que nos pidió Zizou. Ahora nos toca entrenar mucho”, dijo el brasileño.
En este inicio de temporada de Champions, la presentación se pareció mucho al punto en el que el Madrid se cayó de la del curso pasado. La defensa se derretía este miércoles a la mínima sacudida, del mismo modo que se desintegró contra el Manchester City en agosto. El eslalon que desembocó en el primer gol del Shakhtar, antes de terminar en la red circuló por delante de Varane, Militão y Marcelo. El segundo fue otra fatalidad de Varane del calibre de las de Mánchester: marcó en propia puerta mientras peleaba con Dentinho para rebañar un despeje de Courtois. En el tercero, apenas quedaba ya en pie ningún resto del gran Madrid, superado al menor soplido.
Lo poco que quedaba trató de levantarlo de nuevo Zidane durante el descanso, según Modric: “Dijo que teníamos que mejorar, que teníamos que presionar más y mejor que en el primer tiempo. Y lo hemos hecho, intentar estar juntos. Creamos oportunidades, pero no fue suficiente”.
El equipo revivió un poco, en el campo y en la grada, desde donde empezó a oírse la dirección de partido de Sergio Ramos, lesionado. “¡Vamos, Karino!”, cuando entró Benzema. “Va, búscalo, Vini”. “Inténtalo, inténtalo, Vini. Bien, Vini, bien”. Revivió hasta Marcelo, adormecido en el arranque; derroche de energía rejuvenecido cuando el Madrid se decidió a tocar la corneta de la remontada.
El revolcón europeo completa un panorama de crisis en una semana que va del batacazo ante el Cádiz el sábado pasado al clásico en el Camp Nou el sábado que viene. Temblores de alcance similar a los del inicio del curso pasado, precisamente cuando mañana se cumple un año de la visita europea a Estambul, con Zidane entonces incluso en el alambre. “No estamos contentos, pero seguro que vamos a ir mejor”, dijo Modric, que quiso ver el lado positivo de que después del tropezón la exigencia que asoma sea máxima. “Es bueno que llegue el próximo partido y que sea el clásico. Tenemos que estar juntos. No hemos olvidado jugar al fútbol. El clásico es siempre un partido diferente”.
Zidane también miró hacia delante: “Hoy es gris y mañana va a salir el sol. Estoy muy positivo y creo en esta plantilla”, dijo.