Quartararo: “Tengo ganas de que vuelva Márquez”
Campeón de España con solo 13 años, es uno de esos niños prodigio del motociclismo. Hoy, siete años después y con tres victorias ya en su palmarés, es el líder del Mundial
Fabio Quartararo (Niza, Francia; 21 años) es uno de esos niños prodigio del motociclismo. Ganó el Campeonato de España de Velocidad de forma precoz, en su primer año y con solo 13 años. Volvió a ganarlo a los 14. A los 15 debutó en el Mundial. Subió al podio en su segunda carrera. Y se dispararon todas las alarmas. Hasta que se deshinchó y llegaron las críticas y las dudas. Su salto, también rápido, a MotoGP el curso pasado le devolvió el estatus y sacó a relucir todo su talento. Hizo siete podios con una Yamaha satélite...
Fabio Quartararo (Niza, Francia; 21 años) es uno de esos niños prodigio del motociclismo. Ganó el Campeonato de España de Velocidad de forma precoz, en su primer año y con solo 13 años. Volvió a ganarlo a los 14. A los 15 debutó en el Mundial. Subió al podio en su segunda carrera. Y se dispararon todas las alarmas. Hasta que se deshinchó y llegaron las críticas y las dudas. Su salto, también rápido, a MotoGP el curso pasado le devolvió el estatus y sacó a relucir todo su talento. Hizo siete podios con una Yamaha satélite. Hoy, con tres victorias ya en su palmarés, es el líder del Mundial. Y este sábado perseguirá la pole en el circuito de Alcañiz, donde se celebra este fin de semana (15.00, DAZN) el gran premio de Aragón.
Pregunta. ¿Cómo era aquel niño?
Respuesta. Uf… Era muy hiperactivo. Todavía lo soy, pero menos. He evolucionado mucho como persona.
P. Sus primeros años en el Mundial fueron muy difíciles.
R. Las primeras carreras fueron muy bien, hasta Jerez, donde estuve peleando por la victoria. En Le Mans ya empezó la cosa a torcerse. Me compararon con Marc Márquez. Fue una gran motivación el hecho de que me compararan con un piloto tan grande, pero también llegué a sentir mucha presión. Luego, en Moto2, con Sito Pons fue todo muy rápido, con mucha prisa. No me adapté muy bien ni a la moto ni al equipo. Y cambié al Speed Up. Lo que más me gustó del equipo es que era una familia. El jefe, Luca Boscoscuro, me veía trabajar bien. Me dijo: ‘No te voy a poner ninguna presión, porque si trabajas como lo estás haciendo ahora, vas a llegar’. Recuperé la confianza. Gané en Montmeló, hice podio en Assen…
Hay formas de decir las cosas. Te pueden decir ‘sigue trabajando así, que llegarás’ o decirte ‘tienes que ganar, porque si no te echamos’
P. Y fichó por el Petronas Yamaha. Hasta entonces, ¿le costó encontrar su sitio?
R. El objetivo de cada equipo y cada piloto es ganar porque si no, no estaríamos aquí. Pero hay formas de decir las cosas. Te pueden decir ‘sigue trabajando así, que llegarás’ o decirte ‘no te hemos contratado para hacer el 10’ o ‘tienes que ganar, porque si no te echamos’. Eso no me gusta.
P. ¿Le han llegado a decir ‘si no ganas, te echamos’?
R. Quizá no de esa manera, pero más o menos. Con Luca fue totalmente diferente. Lo mismo que con el Petronas. Cuando llegué el jefe, Razlan [Razali, director del equipo], me metía presión. Me decía ‘tienes que ser el novato del año’. Pero al lado estaba Wilco [Zeelenberg, director deportivo]. Le decía: ‘Razlan, todavía estamos en agosto, déjalo respirar, no le pongas esa presión ahora’. Y lo entendió. Siguen siendo así. Ellos saben lo que tienen que hacer y yo también. Y eso no me pone más estrés, ni me genera dudas. Además, ahora mi futuro está muy claro [ha firmado un contrato con Yamaha para las próximas dos temporadas], y eso me quita también un peso de encima.
P. Hace unos años recurrió a un psicólogo.
R. Me enfadaba cuando veía que la moto no me iba, que yo daba mucho, pero no lo conseguía. Y me enfadaba muchísimo. Un día estaba en el coche con mis padres y dije: ‘Tengo que ir a ver a un psicólogo’. Mi madre se puso a sonreír. No los veo a menudo y ella, que quería proponérmelo, no quería que nos enfadáramos. El psicólogo me ayudó muchísimo a estar más tranquilo en los momentos críticos. Cambió mi carrera deportiva. En esos casos ahora ya no me enfado nunca.
P. El año pasado se le vio llorar tras perder ante Márquez.
R. Estuve luchando hasta la última curva de la carrera con un piloto que es ocho veces campeón del mundo y que tiene una gran experiencia en MotoGP. Y era mi primer año. Tenía la rabia de no poder ganarle, pero pensaba: he acabado justo detrás de él. Cinco o diez minutos después de acabar la carrera ya no sentía rabia, solo felicidad. Carreras como las de Misano o Tailandia [fue segundo por detrás de Márquez], me hicieron sentir muchas emociones encontradas.
En las carreras siempre te fijas en esa persona que te empuja a querer ir más rápido y ahora ese piloto no está
P. ¿Cuánto vale este Mundial sin Márquez?
R. El campeonato vale exactamente lo mismo con o sin él. Antes de la primera carrera en Jerez todo el mundo estaba al 100%, preparado. Ya sabíamos que iba a ser un año donde las lesiones graves podían perjudicarte mucho porque el calendario es súper corto. Luego, el domingo, hubo lesiones: las de Rins, Bagnaia, Zarco… Marc también se lesionó. También Mir, Dovizioso o yo podemos lesionarnos. No es que estés luchando por el campeonato con una sola persona. Es verdad que cuando no está Marc, cambia un poco la cosa.
P. ¿Cómo cambian las carreras sin él?
R. Marc es la referencia. Siempre miraba lo que estaba haciendo, qué ritmo tenía. En las carreras siempre te fijas en esa persona que te empuja a querer ir más rápido y ahora ese piloto no está. Recuerdo que cuando él intentaba tirar, decía ‘yo quiero ir detrás’. Te hace buscar el límite al máximo. Y eso ahora nos falta. Ya lo dije después de Jerez, que esperaba que volviera lo antes posible. Y lo dije de verdad. Tengo ganas de que vuelva.
P. ¿Cómo de difícil es no pensar en el título cuando uno se sube a la moto el domingo?
R. Ahora mismo estoy pensando en acabar lo más adelante posible cada carrera. Porque solo quedan cinco. Sobre todo este fin de semana en Aragón tendremos que darlo todo. Porque las Ducati aquí van muy bien y eso me hace pensar en Dovi. También Mir ha ido siempre muy rápido en este circuito; lo mismo Maverick. Así que yo ahora mismo pienso en hacer el mejor resultado posible pensando en el campeonato. Después veremos las condiciones en que llegamos a las últimas vueltas. Pero tengo que dar mi máximo en estas dos carreras para ver dónde estamos en Valencia, porque allí las diferencias entre las motos son mínimas.
P. Hace tiempo que señala a Mir (y a la Suzuki), ¿es su gran rival?
R. La Suzuki tiene una base muy buena y va bien en todas las circunstancias. Es una moto muy consistente en carrera por cómo consume las gomas. Es cierto que en la clasificación les falta un poquito en una vuelta lanzada para estar delante, pero al final la carrera es lo que más cuenta. Por otro lado, nunca he descartado a Dovi, tiene una experiencia enorme para ganar el Mundial. Pero yo también quiero ganarlo.