El Baskonia agota al Khimki
El conjunto ruso resiste hasta el descanso, pero lastrado por las bajas cae ante los de Ivanovic, liderados por Giedraitis y Polonara (77-60)
En tiempos de pandemia hay quien saca réditos y quien los dilapida. El Khimki es uno de estos últimos. Se presentó en Madrid a principios de semana con el equipo partido por la mitad, y en Vitoria tiró de un exiguo fondo de armario para poner en cancha a jugadores renqueantes, pero a Rimas Kurtinaitis le hubiera hecho falta un milagro para poder imponerse en el Buesa Arena, en un partido que presenciaron 600 privilegiados, que vieron ganar al Baskonia.
Es verdad que le costó al equipo vasco retorcer la voluntad del mermado Khimki, que nunca permitió que los vitorianos jugaran cómodos. C...
En tiempos de pandemia hay quien saca réditos y quien los dilapida. El Khimki es uno de estos últimos. Se presentó en Madrid a principios de semana con el equipo partido por la mitad, y en Vitoria tiró de un exiguo fondo de armario para poner en cancha a jugadores renqueantes, pero a Rimas Kurtinaitis le hubiera hecho falta un milagro para poder imponerse en el Buesa Arena, en un partido que presenciaron 600 privilegiados, que vieron ganar al Baskonia.
Es verdad que le costó al equipo vasco retorcer la voluntad del mermado Khimki, que nunca permitió que los vitorianos jugaran cómodos. Constreñidos los rusos como estaban, con apenas siete jugadores disponibles, alguno de ellos medio lesionado, y un par de juveniles en el banquillo, pelearon con sus limitaciones, para impedir que fluyera el juego local, pero al final, agotados por el esfuerzo, sin piernas ya para correr y sin refresco en el banquillo, tuvieron que ceder. Aguantaron lo que pudieron.
Además apareció el italiano Achille Polonara, que tuvo una noche inspirada, tal vez la mejor con el Baskonia en competición europea, para hacer de todo por su equipo. Anotó más que nunca en la Euroliga, dio asistencias, cogió rebotes, robó balones y siempre estuvo atento a las segundas acciones. Culminó su obra con un espectacular tapón y un alley oop en la misma jugada después de correr el contragolpe frente a unos rusos ya rendidos a su escasa fortuna. Con su trabajo y el talento intermitente de Dragic, Vildoza o Giedraitis, el conjunto de Ivanovic pudo pasar el trago, que fue amargo en los primeros minutos pero que se diluyó tras el descanso. Hasta llegar al final del segundo parcial, dominó el Khimki en el marcador. Al Baskonia le costó asentarse en la cancha. Alcanzó su primera ventaja mínima (15-14) a tres minutos para el final del primer cuarto, pero los de Ivanovic hicieron la goma en lo que restaba hasta la pausa. Un parcial de 1-10 para los rusos les dio vida. Fue el canto del cisne. Aunque se fueron al vestuario con ventaja (35-36), comenzaban a dar muestras de descomposición.
Con Polonara como protagonista –20 puntos, 10 rebotes– e Ivanovic confiando en su buena estrella, le dio 34 minutos de juego, el Khimki se fue apagando hasta rendirse en el último cuarto, cuando el aire ya no le llegaba a los pulmones, se les nublaba la vista y les temblaban las manos a la hora de tirar a canasta. El Baskonia suma su segunda victoria en tres partidos, a la espera de lo que suceda con el choque aplazado frente al Zenit, aunque la Euroliga, de momento, le asigna la victoria y el 20-0 como resultado.