Rashford, Lampard y la solidaridad en el fútbol

La Reina de Inglaterra ha convertido al jugador del United en Miembro del Imperio Británico por su ayuda a los niños más pobres

Marcus Rashford con la rodilla en el suelo en solidaridad con el movimiento Black Lives Matter.Oli Scarff / POOL (EFE)

Marcus Rashford, estrella del Manchester United y del fútbol inglés, nunca ha olvidado que pasó hambre cuando era niño a pesar de los esfuerzos de su madre, soltera y con cinco hijos. Cuando en marzo llegó la covid y cerraron las escuelas, se unió a la organización FareShare para ayudar a conseguir y distribuir comida para niños pobres.

Cuando en junio ...

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Marcus Rashford, estrella del Manchester United y del fútbol inglés, nunca ha olvidado que pasó hambre cuando era niño a pesar de los esfuerzos de su madre, soltera y con cinco hijos. Cuando en marzo llegó la covid y cerraron las escuelas, se unió a la organización FareShare para ayudar a conseguir y distribuir comida para niños pobres.

Cuando en junio el Gobierno de Boris Johnson decidió que, durante el periodo oficial de las vacaciones escolares de verano, se cancelaban los vales de 15 libras [16,5 euros] por alumno para financiar una comida al día, escribió una emotiva carta abierta dirigida a todos los diputados del parlamento denunciando que más de 200.000 niños pasan hambre en el país y más de 300.000 no podrían sustituir esa comida gratuita.

“Como hombre negro nacido en una familia de bajos ingresos en Wythenshawe, Manchester, yo podría ser ahora simplemente una estadística. Sin embargo, gracias a las acciones desinteresadas de mi madre, mi familia, mis vecinos y mis entrenadores, la única estadística con la que se me asocia son goles, partidos jugados y las veces que he sido internacional. Sería injusto conmigo mismo, con mi familia y con mi comunidad si no estuviera hoy aquí con mi voz pidiendo ayuda”, dijo. El Gobierno tardó apenas horas en dar marcha atrás. En julio, la Universidad de Manchester le nombró Doctor Honoris Causa. El viernes pasado, la Reina de Inglaterra le convirtió en MBE, Miembro del Imperio Británico.

El mundo de fútbol también sabe lo que es pasar apuros por la covid. Con las gradas vacías y los ingresos por los suelos, muchos clubes están en apuros. Así lo reflejan las cifras publicadas por la FIFA: en el mercado de este verano se han cerrado 1.222 transferencias de pago (otros 6.202 jugadores han cambiado de club pero sin mediar pago), frente a las 1.623 del año anterior. El valor de esos fichajes ha ascendido a 3.313 millones de euros, muy por debajo de los 4.900 de 2019.

Los grandes equipos se quejan, pero son los pequeños los que realmente están incluso al borde de la desaparición. Los equipos de las ligas inferiores de Inglaterra han pedido ayuda a la Premier, pero la liga más rica del planeta, que a pesar de la crisis ha gastado este verano bastante más del doble que las otras grandes ligas, se ha hecho la rácana y ofrece la quinta parte de los 275 millones de euros que la EFL, que gestiona la segunda A y la segunda B inglesas, considera imprescindibles para sobrevivir.

Algunos, incluso, cuestionan el principio mismo de que tengan que ayudar a los equipos de abajo. “¿Acaso un gestor de fondos de inversión que tiene un éxito increíble va a ayudar a los gestores que no tienen tanto éxito?”, se ha preguntado Sean Dyche, mánager del Burnley. “Si se hace con el fútbol se tendría que hacer en todo el país en todos los negocios”.

Frank Lampard, que lo ganó casi todo con el Chelsea y ahora lo entrena, nació en una familia de futbolistas y no pasó hambre como Marcus Rashford. Pero eso no le impide recordar que se formó jugando en las categorías de aficionados y que empezó a entrenar en Segunda. Por eso ahora les ha echado un cable. “Creo que es importante que la Premier League como colectivo mire cómo puede ayudar a la EFL, las ligas inferiores y el fútbol base”, ha declarado. “Gracias a ellos estamos nosotros aquí”.

En el mundo del fútbol, como en el del espectáculo o la empresa, las donaciones por caridad son muy habituales. Seguro que están llenas de generosidad y buenas intenciones, pero detrás suele haber un punto de interés, bien sea en forma de publicidad o de lucrativos ahorros fiscales. A veces, las palabras valen más que el dinero. Se llama solidaridad.

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