Geraint Thomas se va y Peter Sagan vuelve a ser segundo
Vincenzo Nibali sale reforzado de Sicilia tras un sprint de fotofinish ganado por el campeón de Francia, Arnaud Démare
Sin Geraint Thomas (fractura de pelvis) y con Simon Yates tocado, el viejo Nibali, tan gris en la contrarreloj de Palermo, se siente el rey del Giro, y más en las etapas sicilianas que recorren las carreteras de su infancia, como la del Etna, que le vio volcánico, como la del martes, cercana a su Messina, en la que los bárbaros del norte, los Bora, acabaron con la venerada tradición del Giro que dice que cuando hay un puerto en mitad de una etapa llana, nadie acelera porque se enfadan los sprinters, y gente como Cipollini imponía el orden.
Entre Catania y Villafranca Tirrena, de mar a m...
Sin Geraint Thomas (fractura de pelvis) y con Simon Yates tocado, el viejo Nibali, tan gris en la contrarreloj de Palermo, se siente el rey del Giro, y más en las etapas sicilianas que recorren las carreteras de su infancia, como la del Etna, que le vio volcánico, como la del martes, cercana a su Messina, en la que los bárbaros del norte, los Bora, acabaron con la venerada tradición del Giro que dice que cuando hay un puerto en mitad de una etapa llana, nadie acelera porque se enfadan los sprinters, y gente como Cipollini imponía el orden.
Entre Catania y Villafranca Tirrena, de mar a mar, de Jónico a Tirreno por el interior abrupto de los viaductos en obras perennemente, y no si sabe si están a medio construir o medio destruir, nadie impide la carnicería al equipo de Peter Sagan, que elimina a dos de los sprinters más veloces, los colombianos Gaviria y Hodeg, y deja tocado al ídolo local, Viviani.
Todo el esfuerzo le vale al triple campeón del mundo un segundo puesto más, segundo como dos días antes en Agrigento; segundo como en la clasificación de puntos del Tour y como en tres sprints más disputados desde el 10 de julio de 2019, día de su última victoria, la quinta etapa del Tour. Sagan anticipa la aceleración final a la espalda de Guarnieri, el lanzador de Arnaud Démare, pero el campeón de Francia le remonta con el golpe de riñones y se impone por milímetros, como refleja la fotofinish. “No me lo puedo creer”, dijo el francés tras su segundo triunfo en los tres Giros que ha disputado. “Pensé que había quedado segundo o tercero. ¡Qué suerte he tenido!”
En otro sprint, el volante, Almeida se bonificó con 2s, los que confortan su maglia rosa ante Caicedo, los que tendrá que defender el miércoles en los Apeninos Calabreses, con un primera, el Valico de Montescuro (24 kilómetros al 5′6%), a 12 kilómetros de la meta en el corazón del Parque Nacional de la Sila, y tras una salida en Mileto, 225 kilómetros antes.