Bielsa neutraliza a Guardiola
El discípulo no consigue superar al maestro en un partido que el City dominó y el Leeds empató con Rodrigo a la salida de un córner mal defendido por Ederson
Pep Guardiola se cruzó este sábado con Marcelo Bielsa en Elland Road. El partido entre Leeds y Manchester City acabó en empate (1-1) después de largos episodios de trabazón bajo la lluvia. A falta de un espectáculo memorable, la fecha quedará señalada por los mitómanos. Fue el primer encuentro en Premier de los protagonistas de una leyenda que ellos mismos alimentan. Cada vez, con más audiencia.
“Bielsa me recibió cuando yo no era nadie”, recordó Guardiola antes del partido, en DAZN. El español omitió un detalle. Cuando visitó a Bielsa, recluido en su retiro en la pampa cerealera, hace ...
Pep Guardiola se cruzó este sábado con Marcelo Bielsa en Elland Road. El partido entre Leeds y Manchester City acabó en empate (1-1) después de largos episodios de trabazón bajo la lluvia. A falta de un espectáculo memorable, la fecha quedará señalada por los mitómanos. Fue el primer encuentro en Premier de los protagonistas de una leyenda que ellos mismos alimentan. Cada vez, con más audiencia.
“Bielsa me recibió cuando yo no era nadie”, recordó Guardiola antes del partido, en DAZN. El español omitió un detalle. Cuando visitó a Bielsa, recluido en su retiro en la pampa cerealera, hace casi dos décadas, él acababa de cerrar una carrera que le había convertido en uno de los mejores mediocentros de siempre. Un día, siendo seleccionador de Argentina, Bielsa sugirió que la manera más sencilla de parar a España era tapando a Guardiola con marca personal. Aquel encuentro lejano, más que un acto de generosidad desprendida, fue un gesto de admiración recíproca.
Siguiendo su costumbre, ante la visita del City, Bielsa mandó marcajes personales. A De Bruyne le asignó Klich. Pero De Bruyne fue difícil de seguir porque el City aparcó el doble pivote y desplegó toda su batería de interiores y atacantes: Foden, Mahrez, Sterling y Torres se intercambiaron posiciones en un arranque que acabaron por controlar bastante bien. El 0-1 de Sterling, en una salida rápida que culminó asociándose con Ferrán Torres, convalidó el dominio.
“Guardiola le hizo mucho daño al fútbol porque sin quererlo inventó un sistema que es cómo se le defiende a un equipo de Guardiola”, dijo Bielsa antes del partido. “Se paran detrás del círculo central en el propio campo diez jugadores. ¡Achican el campo a la mitad!”.
El City dominó pero lo hizo sin convicción. El equipo jugó bien, pero no fue suficiente. Incluso en sus mejores días se le ve mermado del entusiasmo que le elevó a la cabeza de la Premier en una apoteosis que se prolongó de 2017 a 2019. Lejos de las reacciones más conservadoras que provoca el juego citizen, Bielsa procuró achicar el campo hacia adelante. Si el Leeds no llevó la iniciativa fue porque no pudo. Ayling y Dallas, los laterales, fueron los hombres más punzantes. Ederson desbarató un par de contragolpes.
Bielsa contempló la impotencia de sus jugadores de cuclillas, atormentado y con las gafas inutilizadas por el aguacero. “¡Come on!”, se le oía gritar, desaforado. El Leeds solo encontró el sitio transcurrida la primera mitad. Bamford desaprovechó un mano a mano con Ederson y en un córner, pasado el descanso, Rodrigo Moreno explotó la mala salida del portero para empatar. La velada quedó menos marcada por el juego ofrecido que por las voces del dúo de entrenadores, dando indicaciones sin parar en una tarde oscura del otoño inglés. En un alarde de realismo (frente a la producción historiada de LaLiga) la retransmisión televisiva no escamoteó la desnudez de las tribunas ni el sonido ambiente. A falta del clamor de los hinchas, el partido se disputó bajo la percusión de un millón de gotas sobre las lonas que cubren los asientos de Elland Road.
Cuando el árbitro pitó el final, Guardiola y su homólogo se abrazaron bajo el aguacero. “¿Qué le pareció el partido?”, le preguntó Bielsa, enrojecido y chorreante. “Fue bonito”, le respondió Guardiola, como si saliera de una piscina. “Y el resultado fue justo”.
“Para ser honestos”, explicó más tarde el técnico, en Sky, “la pregunta de Bielsa me pilló por sorpresa. Necesitaría más tiempo para poder procesar y analizar lo que ha sucedido en un partido. ¡No soy tan inteligente!”.