En-Nesyri se redime para acabar con un buen Levante

El Sevilla, muy atascado, encontró premio a su insistencia en el minuto 92

En-Nesyri celebra su gol ante el Levante.AFP7 vía Europa Press (Europa Press)

Un gol de En-Nesyri en el minuto 92 acabó con la resistencia del Levante, que le puso las cosas muy difíciles a un Sevilla atascado, al que le costó un mundo tumbar a un rival muy ordenado. El tanto del delantero marroquí le redime de su error en la final de la Supercopa, cuando Neuer le tapó todos los huecos al sevillista. En esta ocasión, En-Nesyri estiró su cabeza para cazar un buen centro del incombustible Navas. El atacante se impuso en un gran movimiento a Postigo y Duarte, rompiendo la férrea defensa de un Levante valiente en la primera parte y mucho más conservador en la segunda.
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Un gol de En-Nesyri en el minuto 92 acabó con la resistencia del Levante, que le puso las cosas muy difíciles a un Sevilla atascado, al que le costó un mundo tumbar a un rival muy ordenado. El tanto del delantero marroquí le redime de su error en la final de la Supercopa, cuando Neuer le tapó todos los huecos al sevillista. En esta ocasión, En-Nesyri estiró su cabeza para cazar un buen centro del incombustible Navas. El atacante se impuso en un gran movimiento a Postigo y Duarte, rompiendo la férrea defensa de un Levante valiente en la primera parte y mucho más conservador en la segunda.

Los de Paco López hicieron un buen trabajo y solo se rindieron con el remate de En-Nesyri. El Sevilla encontró premio a su insistencia para abonarse a un nuevo triunfo postrero, como le ocurrió en Cádiz. Casualidad o no, y a pesar de sufrir en ambos partidos, los de Lopetegui encontraron la llave que les abrió la puerta de ambos triunfos. Con Navas siempre de por medio, en Cádiz fue Munir. Ante el Levante le tocó el turno a En-Nesyri. De esta forma, son ya 17 los partidos que acumula el Sevilla sin perder en la competición liguera (10 victorias y siete empates).

Tuvo el Levante un punto de descaro en Nervión que complicó la vida al Sevilla. No tanto por la acumulación de delanteros, sino más bien por la eficiente presión adelantada del equipo de Paco López. El técnico pobló de centrocampistas su equipo y los colocó de manera valiente en el campo. Al Sevilla, algo destensado, le costó mucho superar esa presión. Es cierto que cuando lo hizo, en contadas ocasiones, creó peligro, pero apenas se sintió cómodo. Dio la impresión de que los de Lopetegui jugaban guardando esfuerzos. Sobre todo después de que Ocampos tuviera una ocasión clarísima a los cuatro minutos tras un error de Vukcevic. El argentino lanzó fuera totalmente solo en el área. La ocasión tuvo un efecto relajante para el Sevilla, que pensaba que tarde o temprano iba a llegar su momento sin necesidad de apretar el acelerador.

Lo cierto es que el Levante, con problemas atrás pero con un magnífico trato de balón, fue capeando el dominio del Sevilla, que solo se acercó en dos disparos lejanos de Munir y Rakitic. Le faltó al equipo de Lopetegui un punto de rapidez y precisión en el campo del Levante. Ni siquiera Navas era capaz de desequilibrar por su banda. Y todavía pudo ser peor para el conjunto andaluz si Morales, un seguro de vida para el Levante, hubiera estado atinado a los 45 minutos.

El partido se ensució en la segunda mitad. El Levante dio un paso atrás. Ya no respiraba con las delicias de Campaña ni con las carreras de Morales. El partido fue de absoluto control del Sevilla, que lo intentó de manera infructuosa mientras el partido se le iba con una interrupción detrás de otra. El VAR avisó de una falta de Koundé a De Frutos y un gol de Munir no subió al marcador. El partido caminaba de forma inexorable hacia el cero a cero. Hasta que llegó el centro de Navas y el vuelo salvador de En-Nesyri. El Sevilla, está claro, nunca se rinde.

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