Una victoria con mucho VAR
El Real Madrid, esta vez con arietes y sin extremos, remonta en el segundo acto a un buen Betis tras un autogol de Emerson, su posterior expulsión y un penalti ejecutado por Ramos
Llegada la segunda jornada a Zinedine Zidane le dio por rectificar y decretó el día de los arietes. Del solitario Benzema de San Sebastián al reclutamiento de los dos marginados de entonces: Jovic y Borja Mayoral. El serbio tuvo una hora y dejó una miga: la expulsión de Emerson. El madrileño también tuvo se huella: un penalti cobrado en una disputa con Bartra. Dos jugadas que permitieron al Madrid girar el marcador y el timbre de autoridad del partido. A su buena puesta en escena respondió el Betis con Canales por bandera para llegar al descanso con un do de pecho. En un encuentro con curvas p...
Llegada la segunda jornada a Zinedine Zidane le dio por rectificar y decretó el día de los arietes. Del solitario Benzema de San Sebastián al reclutamiento de los dos marginados de entonces: Jovic y Borja Mayoral. El serbio tuvo una hora y dejó una miga: la expulsión de Emerson. El madrileño también tuvo se huella: un penalti cobrado en una disputa con Bartra. Dos jugadas que permitieron al Madrid girar el marcador y el timbre de autoridad del partido. A su buena puesta en escena respondió el Betis con Canales por bandera para llegar al descanso con un do de pecho. En un encuentro con curvas para todos, el segundo acto quedó marcado por Emerson. Por su gol al revés y su posterior expulsión. Demasiado para el Betis.
Esta vez, la ruleta de Zidane se detuvo en Jovic. Apolillado como suplente desde su llegada al Madrid por 60 millones, el serbio no era titular desde el 18 enero. Con él junto a Benzema, ZZ alteró por completo el sistema. Si en San Sebastián recurrió a los extremos y creyó vislumbrar la resolución del choque por las orillas —lo que, según dijo, postergó a Jovic y Mayoral—, en el Villamarín carbonizó a Rodrygo y Vinicius. Hasta que le anudó Emerson, el mejor papel de Jovic fue ser un señuelo para liberar a Benzema. Mucho menos que Jovic ofreció Odegaard, tan chato en Anoeta como en Sevilla. Su alistamiento ha supuesto que el técnico francés se haya olvidado por ahora de su habitual 4-3-3. El noruego, que de momento solo chapotea, acabó relegado por Isco al descanso.
Abocado a trenzar por el eje central, resulta que el Madrid encontró su primer ataque por el costado de Mendy. Su centró lo embocó Benzema en fuera de juego. Respondió Sanabria con un cabezazo picado que exigió a Courtois ser Courtois. El desequilibrio llegó por la vía más desequilibrante del Real: Benzema. Al cuarto de hora, el galo hizo unas cuantas moñas a Alex Moreno. Su centró la rebañó a gol Valverde, empotrado en la pequeña área con las puertas abiertas de par en par por Bartra y Mandi. El gol dejó envarado al Betis y dio volumen al Madrid, que durante unos minutos tuvo a su oponente sonado. Más lo hubiera estado de haber marcado Ramos el 0-2 cuando Bartra le asistió con una jeremiada, un despeje hacia el punto de penalti. Era gol o gol. Pero el capitán visitante cantó bingo antes de ajustar el remate.
De repente, el duelo dio un viraje con un actor principal: Canales. El cántabro hizo de satélite y puso en órbita al Betis. Alrededor del fútbol sedoso y geométrico de Canales irrumpieron Fekir y Joaquín, los otros violinistas locales. Con Pellegrini tienen dos escoltas, Carvalho y Guido. El técnico chileno quiere evitar las cornadas de los últimos tiempos. Canales y Fekir resultaron un quebradero de cabeza para los madridistas por su movilidad. Nunca fueron un objetivo fijo para ningún visitante. El francés y Sanabria rondaron el empate. Crujía el Real Madrid cuando Joaquín sacó un córner en corto para Canales. Todo madridista se hizo el lonchas, y Canales, que es todo lo contrario a un piernas, ajustó el centro y Mandi le ganó el salto a Casemiro. Sin respiro para el Real, Carvalho cazó un zurdazo que superó a Courtois. Entonces, el sonado ya era el Real Madrid, contrariado, además, por la baja de Kroos justo antes del intermedio.
De vuelta del descanso, el equipo de ZZ encontró el empate en un parpadeo. Lo que tardó Carvajal en lanzar un centro tóxico para Emerson, que batió a su camarada Joel al anticiparse angustiado a Benzema. En un partido con muchos partidos, de nuevo llegó el turno del Madrid. A Benzema le anularon otro gol por un milimétrico fuera de juego. Tan crecido estaba el Real que hasta hubo un foco para Jovic. Con el Betis desbaratado, el serbio arrancó desde medio campo rumbo a un duelo esgrimista con Joel. Emerson llegó al rescate y atropelló a Jovic a un palmo del área. El VAR dictaminó que el madridista no se activó en fuera de juego. Y el árbitro, tras revisar el monitor, expulsó al lateral verdiblanco. Tras su única escena, Jovic se fue a la grada para dar paso a Borja Mayoral.
Zidane, como hiciera en la primera jornada, cambió futbolistas idénticos para no mover el sistema. No le fue mal. Ya contra un Betis con diez, de nuevo el VAR condenó a los de Pellegrini. En la sala de mandos chivaron al colegiado una mano de Bartra en un asalto con Mayoral. El árbitro miró la pantalla y decretó penalti. Ramos hizo de Ramos y el Real Madrid con una versión táctica opuesta a la de su estreno selló la victoria y, al menos durante unos días, no tendrá la murga del gol.