Ocampos: “Solo tengo miedo a las arañas”
El delantero del Sevilla ha explotado en el conjunto andaluz después de un largo paso por el fútbol europeo
Lucas Ocampos (Quilmes; Argentina, 1994) se ha convertido en uno de los referentes del Sevilla. El delantero ha encontrado en Andalucía su lugar en el mundo después de que llegara con 18 años al Mónaco. Jugó luego en el Marsella, con un paso intermedio por el Génova y el Milan antes de recalar el pasado verano en el Sevilla. Jugó 44 partidos y anotó 17 goles para ser uno de los líderes del campeón de la Liga Europa y cuarto clasificado de LaLiga.
Pregunta. ¿Cómo afronta una final europea de este jueves a...
Lucas Ocampos (Quilmes; Argentina, 1994) se ha convertido en uno de los referentes del Sevilla. El delantero ha encontrado en Andalucía su lugar en el mundo después de que llegara con 18 años al Mónaco. Jugó luego en el Marsella, con un paso intermedio por el Génova y el Milan antes de recalar el pasado verano en el Sevilla. Jugó 44 partidos y anotó 17 goles para ser uno de los líderes del campeón de la Liga Europa y cuarto clasificado de LaLiga.
Pregunta. ¿Cómo afronta una final europea de este jueves ante el Bayern, probablemente el mejor equipo del mundo en estos momentos?
Respuesta. Es el partido que uno siempre ha querido jugar. Así que lo afronto contento, sabiendo que nos enfrentamos a un equipo muy bueno, que le metió ocho goles al Barça de Messi. Es un equipo con jugadores increíbles, pero también los tenía el Manchester United o el Inter, equipos a los que derrotamos en la Liga Europa. Son los campeones de Europa y nosotros nos ganamos el derecho de jugar ante ellos. Vamos a hacer un gran partido y le vamos a pelear, seguro. Ya lo demostramos en la Liga Europa. Ante el United y el Inter lo hicimos y en esta final no habrá ninguna excepción. Nosotros sabemos lo que podemos dar como equipo.
P. ¿Considera que este Bayern puede marcar una época en el fútbol europeo?
R. Bueno, el Bayern está siempre entre los mejores al máximo nivel. Es un histórico del fútbol europeo. Lleva un año donde quizás se está diferenciando un poco más del resto, aunque no sé si eso da para marcar una época. Curiosamente se rehízo después de un mal inicio en la Bundesliga. Ahora tiene un nivel impresionante, sin duda.
P. ¿A qué tiene miedo Lucas Ocampos?
R. ¿Miedo? Yo solo tengo miedo a las arañas, pero a nada más. El miedo en el fútbol lo he perdido con el tiempo.
P. ¿Qué haya tanto favoritismo a favor del Bayern les quita presión?
R. Repito, también nos dieron por muertos ante el Manchester United y el Inter. Y ganamos la copa. Yo creo que eso del favoritismo no refleja nada. El que está un poco en el mundo del fútbol sabe que a un partido puede ocurrir cualquier cosa. Sabemos el rival que tenemos enfrente, pero no hay menos ni más presión ni menos porque les den de favoritos. Vale, el Bayern tiene una mejor plantilla, más historia y grandes jugadores en lo individual, pero aquí está el Sevilla para disputar una final en la que pueden pasar millones de cosas. Por ejemplo, nadie en el mundo podía pensar que el Bayern le iba a meter ocho al Barcelona de Messi. Fue un resultado raro, pero el fútbol tiene estas cosas.
P. ¿Qué es lo que más le impresiona del Bayern?
R. La humildad que tiene el equipo. Un grupo de estrellas donde todos corren de la misma manera, que van todos a una. Un equipo con una enorme grandeza que trabajan de forma colectiva muy bien.
P. ¿Qué ha encontrado Ocampos en el Sevilla para ofrecer un rendimiento tan bueno?
R. Encontré un club que me dio la confianza que un jugador a veces necesita para crecer. Me encontré bien desde el principio, mi familia también. El grupo me acogió increíble, con gente que se preocupa por ti. El Sevilla es familiar y también grande. Eso me llamó la atención porque creo que es fundamental. Cuando todos vamos al mismo lugar, cuando hay buen ambiente y compañerismo, con el que no juega siempre apoyando, se sale adelante cuando llegan los malos momentos. Creo que esa es la gran diferencia que encontré con equipos anteriores.
P. Y encontró a Jesús Navas.
R. Con Jesús me entiendo de maravilla, sí. Yo creo que es porque él jugó mucho tiempo de extremo y conoce la posición. Muchas veces no hace falta ni que hablemos. Nos entendemos con la mirada, a la perfección, con un movimiento. Es probablemente el jugador con el que más a gusto me sentí en una cancha.
P. Buen grupo, buen vestuario, Jesús Navas. ¿Y también un buen entrenador?
R. Detrás de un buen equipo siempre hay un buen entrenador. El míster entiende bien a cada jugador, sabe sacar lo mejor de cada uno y está muy atento a los detalles. El año fue muy bueno para todos y por supuesto él fue uno de los máximos responsables. Maneja bien los partidos y da buenos consejos.
P. Hablando de entrenadores, ¿qué supuso para usted entrenar a las órdenes de Marcelo Bielsa en el Marsella?
R. Con Marcelo el día a día es un aprendizaje continuo. Recuerdo que me preguntaba constantemente cosas porque para él es fundamental que el futbolista entienda lo que hace en el campo. Es un entrenador que te marca, que trabaja una barbaridad de horas y que te acaba convenciendo.
Empezamos a jugar y le hice un caño a Matías. Me dijo que la próxima vez me mataba. Pero luego le hice otro. Lo hice como recurso, que conste. Esta vez me levantó dos metros del suelo. Pero creo que le dejé marcado.
P. ¿Es cierto que usted en su primer entrenamiento con River le hizo dos caños a Matías Almeyda?
R. Pues es verdad [sonríe]. En Argentina se acostumbra mucho a jugar un partido a la semana entre el primer equipo y el filial. Fuimos a jugar con el primer equipo y la mentalidad de todo jugador joven, al menos en Argentina, es la de destacar, que se fijen en ti. Mi sueño era llegar a jugar en un equipo como River. Empezamos a jugar y le hice un caño a Matías. Me dijo que la próxima vez me mataba. Pero luego le hice otro. Lo hice como recurso, que conste. Esta vez me levantó dos metros del suelo. Pero creo que le dejé marcado. Al año siguiente, Matías se convirtió en el entrenador del equipo. Me subió con el equipo principal en la primera práctica de River.
P. ¿Qué queda de ese chaval de 17 años capaz de hacer esas cosas para debutar en River?
R. Queda todo. Uno nunca deja de ser ese chico que tiene muchos sueños y un montón de ilusiones. Claro que después de nueve años en Europa estoy mucho más maduro, con más experiencia en el mundo del fútbol y soy un jugador diferente, pero siempre con las mismas ganas de mejorar. Ojalá nunca pierda esa ilusión, porque eso es lo que te hace progresar, como cuando pasé por el fútbol italiano. Me gusta el fútbol. Sería un error trabajar en algo que a uno no le hace feliz. Me gusta entrenar, los partidos, el vestuario y tomar el mate con los compañeros.
P. ¿Con quién toma el mate en el Sevilla? Ya no está Banega.
R. Ahora sobre todo con el Mudo [Franco Vázquez] y con Acuña. Es una pena que Ever se haya ido, pero ha llegado Ivan [Rakitic], que estoy seguro de que nos va a dar muchísimo. Ya fue grande en el Sevilla y ahí está su historial en el Barcelona. De los españoles, solo Munir toma mate con nosotros de vez en cuando. Y Regui [Reguilón] también lo compartió alguna vez.
P. ¿Cuál ha sido el futbolista con más calidad con el que compartió equipo?
R. Para mí Berbatov. Era una cosa increíble la calidad técnica de este delantero con el que coincidí en el Mónaco.
P. ¿Cree que el Sevilla podrá pelear por LaLiga en este curso?
R. Yo juego con el deseo de ganarlo todo. Sería tonto si no tuviera en cuenta que los favoritos son el Madrid y el Barcelona, también quizás el Atlético. Pero creo que tenemos plantel y mentalidad para pelear hasta el final por todo.