Tres rodillos y una leyenda estoica

Se encamina este singular torneo de Nueva York a la recta final y la pasada madrugada terminaron de definirse los últimos emparejamientos en una noche sin discusiones. El ruso Daniil Medvedev se empleó a fondo frente a su compatriota Andrey Rublev (7-6(6), 6-3 y 7-6(5) y aterriza firme y sin ceder un solo parcial en el punto caliente de este US Open, donde chocará con Dominic Thiem. El austriaco fue todavía más rotundo ante Alex de Miñaur, apeado por 6-1, 6-2 y 6-4, y se consolida como un temible competidor en rápida, habiendo disputado ya este año final del Open de Australia.

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Se encamina este singular torneo de Nueva York a la recta final y la pasada madrugada terminaron de definirse los últimos emparejamientos en una noche sin discusiones. El ruso Daniil Medvedev se empleó a fondo frente a su compatriota Andrey Rublev (7-6(6), 6-3 y 7-6(5) y aterriza firme y sin ceder un solo parcial en el punto caliente de este US Open, donde chocará con Dominic Thiem. El austriaco fue todavía más rotundo ante Alex de Miñaur, apeado por 6-1, 6-2 y 6-4, y se consolida como un temible competidor en rápida, habiendo disputado ya este año final del Open de Australia.

Mientras, en el cuadro femenino se producirá un choque de altos quilates entre la estoica Serena Williams, que otra vez tuvo que reponerse para seguir adelante (4-6, 6-3 y 6-2 a Tsvetana Pironkova) y la renacida Victoria Azarenka, quien no encontró resistencia en Elise Mertens (6-1 y 6-0) e irrumpe de nuevo en la primera línea de una gran competición, después de tres años en un segundo plano.

Remando a contracorriente, porque así se lo exigió ayer la búlgara Pironkova en dirección a las semifinales, Serena está a solo dos pasos de conseguir su 24º grande e igualar así el récord histórico de la australiana Margaret Court.

La estadounidense, cerca de cumplir los 39 años, resolvió un partido que se le puso cuesta arriba frente a otra rival que le condujo hacia el límite. Ya sufrió Williams ante Sloane Stephens y Maria Sakkari en las dos rondas previas, y Pironkova le hizo emplearse otra vez a fondo hasta que a la búlgara no le dieron más de sí las fuerzas y se desinfló en el tercer parcial.

Se ha acostumbrado la estadounidense a las largas distancias, puesto que 11 de los 21 partidos que ha disputado esta temporada se han resuelto a tres sets, saliendo airosa en siete ocasiones y cediendo cuatro veces. Volvió a vaciarse la norteamericana, que padeció de lo lindo buena parte del duelo y lo sacó adelante, como ya hiciera frente a Sakkari, a base de servicios.

Edificó su victoria finalmente sobre el saque (firmó 20 aces) y cerró así la bonita aventura de Pironkova en el torneo neoyorquino. La búlgara, de 32 años, no competía desde hace tres años, cuando decidió aparcar el tenis para ser madre, y de golpe aparecerá el lunes entre las 155 mejores jugadoras del mundo.

Serena, por su parte, se medirá a Azarenka por una plaza en la final, en la que supondrá su 39ª semifinal de un Grand Slam, la 14ª sobre el asfalto de Nueva York. Enfrente estará la bielorrusa, campeona reciente de Cincinnati y que confirmó sus buenas sensaciones. Siete años después volverá lanzada al penúltimo episodio de un gran torneo; no lo alcanzaba desde el US Open de 2013.