Pacheta y Nino, la fórmula histórica del Elche
El club, que hace dos años competía en Segunda B y hace cinco descendió a Segunda por impagos, cimenta su ascenso en el impulso del técnico y la longevidad de su goleador
“No quiero que me busques equipo por esta zona. No quiero entrenar más por aquí”, le dijo tajante José Rojo, Pacheta, a su agente después de ser despedido primero por el Cartagena y luego, a su regreso a España después de una temporada preparando al Korona Kielce polaco, por el Hércules. El técnico burgalés se marchó desencantado con ambas experiencias a Tailandia para hacerse cargo del Ratchaburi Mitr Phol durante tres campañas. Entonces, su agencia de representación rompió su resistencia a volver a entrenar en el mediterráneo y lo enroló en el proyecto del ...
“No quiero que me busques equipo por esta zona. No quiero entrenar más por aquí”, le dijo tajante José Rojo, Pacheta, a su agente después de ser despedido primero por el Cartagena y luego, a su regreso a España después de una temporada preparando al Korona Kielce polaco, por el Hércules. El técnico burgalés se marchó desencantado con ambas experiencias a Tailandia para hacerse cargo del Ratchaburi Mitr Phol durante tres campañas. Entonces, su agencia de representación rompió su resistencia a volver a entrenar en el mediterráneo y lo enroló en el proyecto del Elche en Segunda B, en febrero de 2018. “Si yo no creo en esto no vengo. Y yo creo, y sí crees hay que ir hacia adelante”, comentó en el primer entrenamiento con los franjiverdes.
Pacheta (Salas de los Infantes, Burgos; 52 años) subió a Segunda al final de aquella temporada y con solo dos años de experiencia en la división de plata ya ha puesto los pies en LaLiga. De la mano del técnico castellano, alegre y extrovertido en su vida privada y un buen gestor de grupo en el vestuario, el Elche logró su sexto ascenso a Primera en Girona cinco años después de abandonar la categoría tras un polémico descenso administrativo por impagos a Segunda en 2015. Dos temporadas más tarde de aquel drama, el club cayó al pozo de la Segunda B, desde donde se impulsó de la mano de Pacheta para volver a la élite tres años y dos ascensos más tarde.
“Me acuerdo de mis años en Polonia, Tailandia, de la dureza de las dos destituciones en el Cartagena y el Hércules”, decía el preparador en la madrugada del lunes, tras doblegar al Girona a domicilio (0-1). Vestido con su polo talismán azul marino, estampado de pequeñas palmeras en un guiño a la ciudad de Elche, Pacheta apenas podía juntar dos frases como consecuencia de la tensión acumulada durante el partido. Pero, pese a la hazaña, su continuidad en el banquillo está todavía en el aire. “El lunes hablamos”, manifestó.
Cerca de Pacheta, todavía sobre el campo del Montilivi, estaba Nino. Con una camiseta interior blanca donde había rotulado los nombres de su mujer Estrella y de sus hijos Alejandro y Nuria, el longevo delantero de Vera, máximo goleador histórico de Segunda División (193) y del Elche (111), se llevó a Alicante el balón del partido. Este curso ha marcado 8 dianas, una decisiva en el descuento para eliminar al Zaragoza del playoff.
Capitán ilicitano y futbolista que más partidos (693) ha disputado en el fútbol profesional español (Primera y Segunda) y en la propia entidad (con 571, por delante de los 425 de Quique Martín o los 418 de Albert Dorca), su secreto, con 40 años recién cumplidos, es simple. “Nos dice que el truco es comer bien, descansar mucho y que él es de madera. Un verdadero animal”, contó Pacheta sobre la leyenda franjiverde. Nino mantiene su idilio con el estadio del Girona. El domingo subió a LaLiga con el Elche, y antes lo había logrado en el mismo césped con Tenerife y Osasuna.
“Éramos el patito feo de los cuatro equipos de playoff y lo hemos conseguido”, declaró exultante el presidente, Joaquín Buitrago. Contra pronóstico, el equipo de la franja verde asciende manejando el quinto presupuesto más bajo de la categoría con 5,1 millones de euros, solo un millón por encima del Fuenlabrada, colista en estas cifras, que administraba un millón menos. El Girona, en cambio, permanece en Segunda pese a contar con 29,3 millones, el presupuesto más alto de la división de plata.
En la noche feliz de Montilivi sonrió desde el anonimato Patricia Rodríguez. La directora general del club y vicepresidenta segunda de LaLiga es uno de los mejores ejecutivos del fútbol español. José Sepulcre, anterior propietario de la entidad, la fichó hace un año después de su brillante gestión en el Eibar con la meta de sanear económicamente y profesionalizar el club.
El dueño del Elche es Christian Bragarnik, agente de jugadores en Argentina, que tiene en nómina, entre otros, a Diego Armando Maradona. Es titular del 93% de las acciones del club y en un mes acaparará más título, hasta asumir el 99% del capital social a través de su empresa Score Club 2019. El contrato de compraventa con José Sepulcre se suscribió en diciembre de 2019 a cambio de un montante global cercano a los 20 millones de euros a pagar en varios años, de los que ya ha abonado tres.
Desde la compra y pese a los rumores que apuntaban a un desembarco masivo de jugadores argentinos en el Martínez Valero, Bragarnik ha dejado gestionar a Patricia Rodríguez y no ha traído futbolistas de su cartera.