Sufre el Barça para derrotar al Atlético en la Champions
Las azulgrana consiguen derrotar la resistencia del conjunto rojiblanco y se clasifican para la semifinal gracias al gol de Hamraoui en el minuto 81
Más de 80 minutos de un ejercicio de supervivencia memorable, sin nada de premio para el Atlético. La victoria fue para el Barcelona, que se clasificó para su tercera semifinal de la Champions femenina en los últimos cuatro años. Tras sortear las adversidades previas al clásico y después de contener a las poderosas azulgrana, el Atlético se venció en San Mamés. La delantera Duggan se quedó sin gasolina y ya no pudo cubrir a la lateral St...
Más de 80 minutos de un ejercicio de supervivencia memorable, sin nada de premio para el Atlético. La victoria fue para el Barcelona, que se clasificó para su tercera semifinal de la Champions femenina en los últimos cuatro años. Tras sortear las adversidades previas al clásico y después de contener a las poderosas azulgrana, el Atlético se venció en San Mamés. La delantera Duggan se quedó sin gasolina y ya no pudo cubrir a la lateral Strom ni a la volante Sosa. La exquisita Graham se quedó sola para tirar el centro. Mal negocio. Encontró a Hamraoui sola en el área. Y la francesa, sin oposición, marcó el 0-1 definitivo, que cerró el primer clásico del fútbol español en Europa.
Cuando la UEFA estrenó la Champions a principios del siglo XXI, los países escandinavos, las alemanas e inglesas dominaban la contienda. El Levante, el Athletic, el Espanyol y el Rayo, los pioneros en España que apostaron por el femenino no podían decir ni mu frente al poderío físico y táctico de equipos como el Fráncfort y Turbine (Alemania), Umea (Suecia) y Arsenal (Inglaterra). A las primeras de cambio, regresaban a casa. Entonces, parecía imprudente soñar con una realidad diferente. Casi 20 años después, LaLiga Iberdrola cuenta con un finalista de la Champions —el Barcelona, la temporada pasada— y San Mamés fue testigo del primer partido de cuartos de final entre dos equipos españoles: el Barcelona y el Atlético. La próxima campaña, la Liga contará con tres plazas (una más respecto de esta temporada), posición a la que aspira el nuevo Real Madrid.
Más allá de la histórica final de la temporada pasada (perdió en Budapest frente al Olympique Lyon por 4-1), el Barcelona ya anda curtido en Europa. Es la quinta temporada consecutiva que las azulgrana se instalan entre los ocho mejores equipos de Europa; para el Atlético, en cambio, era su estreno en cuartos. No le acompañó la suerte. Solo bastaba con mirar el banquillo para entender cómo llegaba el cuadro madrileño a la cita con el Barça en San Mamés: seis jugadoras junto a Dani González por las 12 que acompañaban a Lluís Cortés. Entre sancionadas, lesionadas y jugadoras afectadas por la covid-19, el Atlético viajó con 17 futbolistas (tres de filial), de las cuales seis se incorporaron expresamente para la Champions (la UEFA permitió inscribir a fichajes para la final a ocho). Costaba reconocer el once rojiblanco, al menos cuando se lo comparaba con los duelos frente al Barça durante la temporada: Duggan, Sampedro y Sosa eran las únicas tres que se habían enfrentado en los clásicos de la última campaña.
Wolfsburgo, el próximo rival
El Atlético, sin embargo, fue reconocible en intensidad. Después de cinco meses sin competir (el último partido lo jugaron el 1 de marzo ante la Real), el equipo de Dani González fue pragmático, equilibrado, esencialmente resiliente. A partir de dos líneas de cuatro, bien cerca de la portera Lindahl, el cuadro rojiblanco desquició al Barça. No encontraban los espacios las azulgrana y, cuando lo hacían, chocaban con la guardameta sueca. 12 disparos (cuarto a puerta) contó el Barcelona hasta que Hamraoui rompió al Atlético. El Barcelona se clasificó para las semifinales por tercera vez en su historia. Se enfrentará el martes en Anoeta al Wolfsburgo, que venció al Glasgow (9-1).