La Champions de los errores
La insistencia en salir con el balón jugado desde atrás bajo presión del rival ha propiciado fallos que han supuesto la eliminación del Madrid, el Barça, el City y el Leipzig
Malas cesiones hacia atrás de defensas y centrocampistas, erráticos intentos de los porteros de jugar con los pies, agobiados por la presión adelantada de los rivales; líneas defensivas tiradas sobre la línea del centro del campo que descubren espacios vírgenes para futbolistas vertiginosos como Mbappé, Neymar, Gnabry o Ekambi. Tanto los encuentros de vuelta de los octavos de final que debieron completarse antes de la final a ocho de Lisboa, como las rondas de cuartos y semifinales disputadas a partido único en la capital lusa, han dejado multitud de errores que han resultado decisivos en las ...
Malas cesiones hacia atrás de defensas y centrocampistas, erráticos intentos de los porteros de jugar con los pies, agobiados por la presión adelantada de los rivales; líneas defensivas tiradas sobre la línea del centro del campo que descubren espacios vírgenes para futbolistas vertiginosos como Mbappé, Neymar, Gnabry o Ekambi. Tanto los encuentros de vuelta de los octavos de final que debieron completarse antes de la final a ocho de Lisboa, como las rondas de cuartos y semifinales disputadas a partido único en la capital lusa, han dejado multitud de errores que han resultado decisivos en las eliminatorias.
El Real Madrid cayó ante el Manchester City, víctima de dos excesos de confianza de Varane que le costaron dos goles. Posteriormente, el City de Guardiola fue eliminado por el Lyon por un balón frontal mal defendido y por una mala cesión de Laporte. Gran parte de la paliza que le propinó el Bayern al Barcelona se basó en una fuerte presión sobre la iniciación del juego. De las 99 pérdidas que registraron los azulgrana, 17 fueron en su propia área. Es el peor partido con el juego de pies que se le recuerda a Ter Stegen, tenido como el mejor del mundo en esta faceta y autor esa noche de 11 errores en el pase. Jordi Alba cometió 17 malas entrega y el segundo gol del Bayern fue un error de Sergi Roberto tras un mal pase de Semedo. Las estadísticas dicen que esa variada ensalada de fallos en el pase le costó al Barça cuatro goles en 35 minutos, fruto de 13 remates, siete de ellos entre los tres palos.
“Lo que influye en la existencia de tantos errores son varios factores; obviamente la presión adelantada es uno”, analiza Manolo Sanchís, “pero lo que no entiendo es esa táctica de querer sacar siempre todos los balones jugados”. El excentral del Real Madrid también señala “la falta de cintura” para variar la iniciación del juego cuando el rival la imposibilita. “No entiendo que cuando no puedes salir bien porque te están presionando no se tiren cuatro o cinco balones largos y así te puedes aliviar”, prosigue Sanchís.
El Paris Saint-Germain salió ganador de su duelo con el Leipzig (3-0) en semifinales tras forzar dos errores buscando la recuperación en las proximidades del área de Gulácsi. Lo que no supo hacer el Atlético de Simeone, lo instauró Thomas Tuchel como parte primordial de su plan para dificultar la salida de balón del atrevido equipo alemán. Mbappé, Neymar y Di María, saltaron a la presión sobre la salida de balón del meta húngaro y de Upamecano. Herrera, Marquinhos y Paredes ahogaron a Kampl que, agobiado, no estuvo tan certero en los pases como contra el Atlético. Gulácsi falló en un despeje que pudo significar el 1-0 si la pelota no hubiera impactado en la mano de Neymar. El 2-0 fue consecuencia de una imprecisión en la entrega del meta húngaro que propició una mini contra sencilla en la que Di María empujó el balón a placer. Y en el 3-0, el argentino recogió la pelota tras un traspié de Mukiele y puso el centro al área para que Bernat rematara de cabeza sin oposición.
“No estoy dentro del campo para saber qué puede estar pasando, pero cuando un equipo te presiona bien tienes que arriesgar lo mínimo posible. En el Milan, con Arrigo Sacchi, logramos muchos goles por esa presión tan fuerte que hacíamos. A veces, esos errores en los pases, pueden ser por falta de tensión”, dice Franco Baresi. El legendario central italiano también lideraba una defensa adelantada que practicaba el fuera de juego: “Hay que trabajar mucho esa táctica para estar todos bien coordinados, pero nosotros contábamos con una ventaja por entonces, si el delantero estaba en línea era fuera de juego”.
Contundencia en las áreas
La final del domingo entre el Bayern y el Paris Saint-Germain anuncia un partido en el que el nuevo paradigma de transiciones rápidas que se impone obliga a tener delanteros tan resolutivos como defensas expeditivos y seguros con la pelota. El exguardameta y ahora directivo del club muniqués, Oliver Khan, incidió este jueves en rueda de prensa en los errores que pudieron complicar el pase a la final a su equipo: “El PSG tiene jugadores para hacernos daño. Si perdemos el balón en las zonas peligrosas como ante el Lyon, Mbappé y Neymar saldrán como balas”.
El nuevo fútbol exige cada vez más el dominio de las dos áreas. Marquinhos, central reconvertido a mediocentro en el PSG, analiza la campaña del aspirante al título bajo esa premisa: “La defensa es nuestro punto fuerte este año. Lo más importante en un equipo es la defensa para poder tener buenos resultados. Tenemos grandes jugadores en ataque, pero también una defensa sólida”.