Varane: “Esta derrota es mía, la tengo que asumir”
Varane lamenta sus fallos y Zidane dice que la temporada ha sido “excelente” y que seguirá como técnico
En un partido que parecía destinado a medir la solidez de Éder Militão, fue el experimentado Raphael Varane el central que se tambaleó con las primeras embestidas del rival. Dos errores suyos, dos goles del City. Dos lances de primerizo que quiso afrontar enseguida con cuajo de gran veterano, cuando poco después de terminar el encuentro y la temporada más larga de la historia, se plantó delante de las cámaras a dejar claro que no iba a buscar excusas: “Quiero dar la cara porque esta derrota es mía,...
En un partido que parecía destinado a medir la solidez de Éder Militão, fue el experimentado Raphael Varane el central que se tambaleó con las primeras embestidas del rival. Dos errores suyos, dos goles del City. Dos lances de primerizo que quiso afrontar enseguida con cuajo de gran veterano, cuando poco después de terminar el encuentro y la temporada más larga de la historia, se plantó delante de las cámaras a dejar claro que no iba a buscar excusas: “Quiero dar la cara porque esta derrota es mía, la tengo que asumir. Estoy triste por mis compañeros, por el esfuerzo que han hecho. Tengo mi responsabilidad en la derrota. Los errores se pagan muy caro a este nivel”, dijo el central.
Ni buscó excusas ni encontraba explicaciones, aún en caliente: “Me sentía bien en el partido. Quizás hemos arriesgado demasiado al principio y lo hemos pagado caro. Esto no me ha pasado muchas veces en mi carrera. Todos saben en el vestuario que estoy triste y ahora hay que tener carácter para volver mejor y más fuerte. Pasaré una noche complicada y habrá que seguir hacia adelante”.
El vestuario trató de arroparle. “Por la manera que presionan, se hace difícil. Y por eso cometimos errores. Pero los errores son parte del fútbol”, dijo Eden Hazard. También estuvo cariñoso Rodrygo: “Es una pena que haya pasado eso con Rapha. Él nos ha dado muchas alegrías y lo de hoy no va a manchar su historia aquí”. Zidane ya comenzó a cuidarle durante el partido: “¡Rapha, no pasa nada!”, le gritaba en el vacío del City of Manchester Stadium. Una vez terminado el encuentro, el técnico despejó el asunto de la manera más breve: “Hay que estar tranquilo, y cabeza arriba”, dijo.
El entrenador francés terminó este curso en Manchester con palabras mucho más elogiosas hacia sus jugadores que aquel que finiquitó en Kiev con la tercera Champions consecutiva, días antes de dejar el banquillo. “No podemos estar contentos, es obvio, porque hemos perdido una clasificación, pero hay que estar orgullosos de lo que hicimos todo el año. El 95% de lo que hicimos toda la temporada ha sido excelente”, dijo.
Un año más
Pese a haber concluido el curso sin sentir que sus jugadores no le habían seguido, como sucedió en 2018, cuando dejó el club decepcionado, anoche durante unos minutos pareció dejar en el aire su continuidad en el banquillo: “El próximo año veremos lo que vamos a hacer. De momento, hay que acabar, descansar un poco y luego veremos”, dijo entre la confusión y el enigma. Pero ante el revuelo creciente entre la prensa que seguía telemáticamente su comparecencia quiso zanjarlo enseguida: “No hay que pensar nada. Soy el entrenador del Real Madrid. No hay más preguntas sobre eso. Ahora hay que descansar para volver a hacer una gran temporada”.
Quiso dejar eso claro, pero, en su línea, evitó arrojar luz sobre aspectos concretos del desarrollo del partido, en particular sobre el momento en que realizó el último paquete de tres cambios. En el minuto 83 introdujo a Lucas Vázquez como lateral derecho por Carvajal, fundido; a Valverde por Modric, y a Jovic por Hazard, que llevaba minutos en la reserva. Ni siquiera calentó Vinicius, tradicional agitador de toque de corneta por la banda izquierda. “Se podía cambiar antes, se podía cambiar otro jugador... Cada uno puede opinar. Hoy los cambios han sido estos, lo que cambiamos. No se ha podido y no hay que buscar excusas de nada...”, dijo.
Ni él ni Varane buscaron justificaciones en la noche del adiós a Europa: “Hay que felicitar al rival”, dijo Zidane, que al final del partido, con el estadio vacío, charló con Guardiola sobre el césped.