El Sevilla disfruta en su torneo y barre a la Roma
El pentacampeón se muestra superior (2-0) de principio a fin a un rival asfixiado por la seriedad y contundencia del cuadro andaluz, ya en cuartos
El Sevilla cuajó un partidazo para borrar a la Roma y colarse con merecimiento en los cuartos de final de su competición fetiche. Un torneo, la Liga Europa, que ha levantado en cinco ocasiones y en donde ofreció, con su soberbia actuación, credenciales para aspirar al título. Por el momento, el Sevilla, actuando con una enorme seriedad y fiado a la calidad de futbolistas de enorme jerarquía, caso de Navas, Diego Carlos, Banega y Ocampos, dio un gran golpe sobre la mesa del torneo europeo.
El Sevilla fue superior de pr...
El Sevilla cuajó un partidazo para borrar a la Roma y colarse con merecimiento en los cuartos de final de su competición fetiche. Un torneo, la Liga Europa, que ha levantado en cinco ocasiones y en donde ofreció, con su soberbia actuación, credenciales para aspirar al título. Por el momento, el Sevilla, actuando con una enorme seriedad y fiado a la calidad de futbolistas de enorme jerarquía, caso de Navas, Diego Carlos, Banega y Ocampos, dio un gran golpe sobre la mesa del torneo europeo.
El Sevilla fue superior de principio a fin a la Roma, sorprendida en todas las facetas por la fortaleza del cuadro andaluz. Primero con una presión asfixiante, luego con un repliegue inteligente y más tarde llevando el control del juego con mucho oficio. En definitiva, una lección de competitividad del Sevilla, que marcó dos goles, pero que le pudo hacer muchos más a un equipo que llegaba en un buen momento de forma y que finalizó la Serie A el pasado sábado. Koundé y Banega enviaron sendos balones a los palos y al defensa francés, otro que rindió a gran nivel, se le anuló un gol por un milimétrico fuera de juego. La Roma lo intentó, sobre todo en la segunda mitad, pero nunca encontró la fórmula para superar a un rival tan concentrado y serio, capaz de presionar y pelear cada balón hasta el minuto 97 de partido. El próximo martes, el equipo andaluz se enfrentará en los cuartos al Wolverhampton. Los Wolves ganaron 1-0 al Olympiacos con un tanto de penalti de Raúl Jiménez.
El primer tiempo del Sevilla ante la Roma fue estupendo. Una lección de cómo competir ante un buen rival, asentado en un completo planteamiento de Lopetegui y un derroche de seriedad digna de los grandes competidores. El entrenador del Sevilla tuvo tiempo para preparar el partido. Debió de sentirse muy contento el técnico cuando vio que cada premisa que había previsto en la pizarra se plasmaba casi a la perfección en el impecable césped del MSV de Duisburgo. Encontró en En-Nesyri la velocidad para desmontar la defensa de tres de los italianos, con Suso pegado a la derecha para sorprender a los rivales con precisos cambios de juego.
A la buena colocación en el campo se unió una inesperada presión en campo contrario que acogotó a la Roma, sin salida ante un Sevilla con hechuras de equipo grande. Con Diego Carlos y Koundé a un enorme nivel, el Sevilla empezó a descoser a su rival con un enorme disparo de Ocampos que sacó Pau. A los 12 minutos un remate de Koundé se estrelló en el larguero, aunque la superioridad del Sevilla quedó demostrada en la acción del primer gol. Banega realizó un cambio de juego magnífico para que Reguilón sorprendiera por dentro a la lenta defensa de la Roma. El lateral aceleró y se internó en el área. Su definición no fue la mejor, pero el meta Pau ayudó y llegó el 1-0.
Diego Carlos y Ocampos
El Sevilla, inteligente y aplicado como un buen alumno, pasó a desarrollar la segunda fase. Paso atrás y a esperar a la Roma para matarlo al contragolpe. Con un impresionante Diego Carlos escoltando a todos, el equipo de Lopetegui dibujó una jugada maravillosa. Robó Diego Carlos y Jordán la metió al hueco. Ocampos irrumpió como una auténtica bestia para sortear a Ibañez y asistir a En-Nesyri, que marcó a placer. El Sevilla había hecho un primer tiempo fantástico.
El Sevilla fue muy práctico en la segunda parte. La Roma no tenía más remedio que atacar en busca de un gol que le metiera en el partido. Realmente, solo tuvo una gran ocasión en el minuto 70, cuando Dzeko se revolvió muy bien para lanzar cerca de la escuadra de la meta de Bono. Fue la única acción realmente peligrosa de una Roma que acabó entregada. El Sevilla volvió a tomar el mando del encuentro, con un Banega que administró el juego con maestría.
De hecho, el equipo de Lopetegui fue acumulando ocasiones para lograr un resultado más amplio. Ocampos, a un nivel excepcional, tuvo dos opciones claras y a Koundé se le anuló un gol por un fuera de juego muy justo. Todavía Banega envió un balón al larguero y resultaba conmovedor ver a los futbolistas del Sevilla presionar en el área rival en el minuto 100 del partido. El pentacampeón de la Liga Europa y cuarto de LaLiga regresó a la competición con una actuación deslumbrante para ser feliz donde más le gusta.