Ramos: “El confinamiento nos vino bien para reaccionar”
El capitán destaca el trabajo durante el parón de un Madrid coral que con el tanto de Mendy junta ya 21 goleadores en la Liga, récord histórico
Del partido contra el Granada en la primera vuelta al de la segunda, va lo que hay de aquello que parecía que iba a ser el Madrid a lo que realmente ha sido y le ha colocado a dos empates del título de Liga. Aquella tarde de octubre en el Bernabéu (4-2), en un mundo sin coronavirus, se estrenó como goleador Eden Hazard y marcó también James Rodríguez, asistido por Álvaro Odriozola. También marcó Benzema, gracias a un pase delicioso de Gareth Bale. Y Areola fue titular, después del mareo de Cour...
Del partido contra el Granada en la primera vuelta al de la segunda, va lo que hay de aquello que parecía que iba a ser el Madrid a lo que realmente ha sido y le ha colocado a dos empates del título de Liga. Aquella tarde de octubre en el Bernabéu (4-2), en un mundo sin coronavirus, se estrenó como goleador Eden Hazard y marcó también James Rodríguez, asistido por Álvaro Odriozola. También marcó Benzema, gracias a un pase delicioso de Gareth Bale. Y Areola fue titular, después del mareo de Courtois un par de días antes contra el Brujas en la Champions. Una exuberante colección de espejismos a cuyo desvanecimiento solo han sobrevivido Karim Benzema y Modric, también goleador aquel otoño.
Hazard, entre lesiones y recaídas, no volvió a marcar; Odriozola, orillado, emigró al Bayern, donde también desapareció; James no quiere ni viajar con el equipo; Bale es la atracción en la grada, y cuando Courtois se despertó de aquello comenzó a erigir la mejor temporada de su carrera, lanzado hacia el primer Zamora de un guardameta madridista en más de una década.
Mientras se extinguía la llama de aquellas ilusiones fugaces, Zidane fue alistando el pelotón definitivo con el que se dispone a atrapar su segunda Liga como técnico. Un regimiento coral coronado en Granada por Ferland Mendy, un lateral bajo sospecha a su llegada en verano, que anotó en Granada su primer gol con el Madrid.
Del parón por el coronavirus, Zidane salió con un equipo transformado. “Ese punto de reflexión del confinamiento nos vino bien para poder reaccionar”, explicó este lunes Sergio Ramos. “Ojalá podamos celebrarlo el jueves”. Una victoria contra el Villarreal les daría el título. En el camino hacia la Liga, el fogonazo de Mendy condensa lo sucedido en el curso. El francés es el 21º futbolista del Madrid que marca en esta Liga. Ningún equipo de ninguna de las cinco grandes ligas europeas presenta un abanico tan amplio de goleadores. Desde que Opta guarda registros, solo una vez se han visto 21 goleadores, en la Fiorentina de la temporada 2014/15. De la Serie A, por ejemplo, la empresa dispone de datos desde la temporada 1929/30, de la Premier desde la 1992/93, de la Ligue 1 desde la 1958/599, de LaLiga desde la 1998/99 y de toda la historia de la Bundesliga.
El remedio del Madrid al duelo por los goles de Cristiano resulta bastante único. No solo desde un punto de vista estadístico. La propia jugada del tanto de Mendy da pistas el proceso que ha conducido al equipo hasta aquí. Por aquella época de la primera vuelta, el lateral francés había desplegado un apabullante abanico de recursos de contundencia defensiva. Pero Zidane estaba convencido de que había más que eso en él. Como en todos.
El viernes pasado, contra el Alavés en el Di Stéfano, Mendy ya se desmelenó con tres carreras fulgurantes en la primera media hora. Contra el Granada culminó el viaje de lateral insuperable a goleador. Se echó la pelota campo adelante a sí mismo, desplegó esa poderosa zancada que provoca que parezca que quien corre a su lado no avanza, se coló entre el central y el lateral y, casi sin ángulo, colocó un trallazo en la escuadra del primer palo, justo encima de la cabeza del portero, Rui Silva. Otro goleador en el álbum de Zidane. “Es un golazo”, celebró el preparador.
El segundo tanto tuvo más que ver con lo que ha conservado el Madrid que con lo que ha ido descubriendo por el camino: robo de Casemiro, taconazo de Isco, asistencia de Modric y recorte y diana de Benzema.
La novena victoria consecutiva del Real en los nueve partidos postconfinamiento recordó también la riqueza táctica que ha acumulado. Rescató la solución de los cinco centrocampistas usada en la Supercopa de Arabia, aunque también evolucionada: Modric se movió más arriba, más liberado, y la banda de la derecha recuperó un peligro que antes casi solo se veía por la izquierda.
Cuatro puntos de ventaja sobre el Barça con solo seis en juego. “Estamos un poquito más cerca, pero no se ha ganado nada. Vamos a intentar ganar todo lo que queda”, selló Ramos.