El Getafe se atasca ante un buen Valladolid
Bordalás no encuentra premio a su valentía y el equipo madrileño pierde gas en la pelea por la Liga de Campeones
Sin tregua, convertida cada acción en un barullo, Valladolid y Getafe se midieron en un choque de mucha tensión y escaso juego. Sin duda, fue el Getafe el que buscó con más ahínco el gol, con un Bordalás muy valiente, que sacó un delantero tras otro en busca del triunfo. La masiva presencia de atacantes del Getafe no encontró premio. El equipo madrileño apenas gozó de ocasiones para romper el 1-1 que se había fijado al descanso. Curiosamente, fue el Valladolid el que tuvo la opción más clara para ganar. Una doble oportunidad de Enes Unal y Olivas que no acabó en gol de milagro. Con la igualada...
Sin tregua, convertida cada acción en un barullo, Valladolid y Getafe se midieron en un choque de mucha tensión y escaso juego. Sin duda, fue el Getafe el que buscó con más ahínco el gol, con un Bordalás muy valiente, que sacó un delantero tras otro en busca del triunfo. La masiva presencia de atacantes del Getafe no encontró premio. El equipo madrileño apenas gozó de ocasiones para romper el 1-1 que se había fijado al descanso. Curiosamente, fue el Valladolid el que tuvo la opción más clara para ganar. Una doble oportunidad de Enes Unal y Olivas que no acabó en gol de milagro. Con la igualada, el Getafe pierde gas en su pelea por la cuarta plaza, que queda a cuatro puntos y que pertenece ahora al Sevilla.
El Valladolid fue fiel a sus esencias y volvió a sumar un empate en su estadio. Es el equipo con más igualadas en casa (nueve) de toda la Liga. Así, pasito a pasito, el conjunto de Sergio está muy cerca de lograr su objetivo de la permanencia. Ocho puntos separan al Valladolid se la zona de descenso.
No hubo apenas pausa en un partido demasiado trabado. Otra cosa es que hubiera buen fútbol, algo harto complicado teniendo en cuenta diversos factores. Por ejemplo, el calor que impera en los partidos que se juegan a las siete y media de la tarde con España abrasada. También, por supuesto, por el estilo de dos equipos que saben perfectamente a lo que juegan y que no regalan nada. El Getafe, angustiado por un regreso al fútbol donde no ha obtenido los resultados deseados, salió mandón para acabar aprovechando un balón en el área por medio de Mata. Era el minuto 41 del primer tiempo y el delantero enganchó un buen disparo en el único error de la defensa del Valladolid. Pidió perdón por su pasado pucelano ante un estadio vacío.
Ponerse por delante en el marcador era, en el fútbol de antes del confinamiento, un seguro de vida para el Getafe. Ahora no. El Granada remontó el tanto de Timor y el Eibar empató después del tanto de Etebo. El Valladolid empató en una jugada aislada. Djené le metió el brazo a Unal en el área y el colegiado Soto Grado pitó penalti. En el nuevo fútbol, este tipo de acciones son muy castigadas. Defensas como Bartra, del Betis, o Paciencia, del Granada, también vieron cómo acciones muy similares a las de Djené acabaron en penalti.
Bordalás se la jugó en el segundo tiempo. El técnico fue muy valiente intentando romper el empate. Jorge Molina y Ángel acompañaron a Mata en un atrevimiento sin resultado. Le falta al Getafe un punto de chispa para volver a ser ese equipo dinámico y casi infalible de antes del parón liguero. No obstante, tiene mucho mérito lo que está haciendo el conjunto madrileño, que gozó de su ocasión más clara en la última acción del partido. En la enésima falta pitada después de un salto, Jason lanzó muy ajustado y estuvo a punto de hacer el segundo tanto. El gol no llegó y el Valladolid respiró.