Épico regreso de Bruno Soriano
El centrocampista del Villarreal, de 36 años, vuelve a jugar después de un calvario de tres cursos lesionado: “Muchas veces he pensado que lo mejor era no seguir”
Para nadie será más cierto el lema de Volver es ganar, que ha impulsado LaLiga en el regreso de la competición, que para Bruno Soriano, que este lunes volvió a jugar a los 36 años después de un calvario de tres de baja por una lesión del tendón rotuliano izquierdo. Apareció unos minutos en el empate entre Villarreal y Sevilla, en un estadio sin público, muy delgado, y con el brazalete de capitán.
1.128 días. Tres años, un mes y un día. Un regreso único en el fútbol español. En el minuto 87, el eterno capitán pisaba de nuevo el verde de La Cerámica, en el escenario de toda su carr...
Para nadie será más cierto el lema de Volver es ganar, que ha impulsado LaLiga en el regreso de la competición, que para Bruno Soriano, que este lunes volvió a jugar a los 36 años después de un calvario de tres de baja por una lesión del tendón rotuliano izquierdo. Apareció unos minutos en el empate entre Villarreal y Sevilla, en un estadio sin público, muy delgado, y con el brazalete de capitán.
1.128 días. Tres años, un mes y un día. Un regreso único en el fútbol español. En el minuto 87, el eterno capitán pisaba de nuevo el verde de La Cerámica, en el escenario de toda su carrera deportiva. “No sé qué decir. Hacía tanto tiempo que no jugaba... Esto para mí es muy importante después de tanto que he pasado. He imaginado muchas veces este regreso”, dijo casi entre lágrimas Bruno Soriano al final del encuentro. “Ha habido momentos muy duros y muchas veces he pensado que lo mejor era no seguir. Han sido muchas decepciones seguidas”, comentó muy emocionado.
La falta de aficionados en el estadio amarillo le privó de una ovación y de la celebración de un momento largamente esperado en el club castellonense, la vuelta de su icono. El retorno se ha eternizado. Santi Cazorla ya tiene a su socio. “Le dije a Bruno que volvía al fútbol y al Villarreal para jugar a su lado. Tiene que hacer un esfuerzo para que volvamos a estar juntos”, reveló Cazorla sobre una conversación con Bruno hace ya dos años.
Bruno no ha podido tener un mejor ejemplo de superación y optimismo que el del mismo Cazorla, quien, tras pasar una decena de ocasiones por el quirófano debido a una infección contraída en una sala de operaciones, pasó a ser considerado casi un inválido y, tras dos años de ausencia, volvió a los terrenos de juego para ser el excelso jugador de siempre y regresar a la selección.
La odisea de Bruno comenzó hace mucho tiempo. El 21 de mayo del 2017, en la última jornada de Liga, lideró la victoria del Villarreal frente al Valencia (1-3) que certificaba la quinta posición y la clasificación del conjunto castellonense para la Europa League. El capitán amarillo arrastraba molestias en la parte superior de la tibia izquierda desde semanas atrás que le obligaron a infiltrarse en los últimos partidos del campeonato.
Con el deber cumplido, los servicios médicos del Villarreal optaron por un tratamiento conservador, confiados en que la dolencia remitiría con el descanso. Bruno acortó sus días de vacaciones y a principios de julio acudió a la ciudad deportiva para comprobar el estado del tendón. El dolor seguía presente. Al centrocampista internacional no le quedó más remedio que pasar por el quirófano. El tiempo de recuperación estimada era de tres a cuatro meses. Bruno ha tardado más de tres años en volver a sentirse futbolista, tiempo en el que llegó por momentos a desesperarse. Mientras, el club amarillo respetó las condiciones de su contrato (unos cuatro millones de euros brutos anuales).
Las especulaciones en torno al regreso de Bruno al fútbol han sido una historia llena de silencios y misterios. Se marcaban plazos del retorno y cuando parecía próxima su vuelta se repetían los dolores y recaídas que frenaban su recuperación. Hasta en tres ocasiones se apuntó la cercanía de volver a calzarse las botas. Cansado de la eterna incertidumbre, el pasado verano Bruno se marchó a Finlandia y fue operado del tendón rotuliano por el doctor Sakari Orava. Otra larga travesía de un año por el desierto que por fin ha tenido su final esperado. El contrato de Bruno expira al finalizar el presente curso. Su futuro es una incógnita. A los 36 años su aspiración es, al igual que Cazorla, seguir siendo feliz disfrutando del fútbol. El capitán del Villarreal ya está de vuelta.
Un caso único: los casos de Cazorla, Van Basten y Camacho
Bruno ha tenido en su propio vestuario el mejor referente posible. Hace dos años, Santi Cazorla puso fin a un calvario de lesiones en el pie derecho que le tuvieron alejado de los terrenos de juego 21 meses y que estuvieron a punto de retirarle. Ahora, con 35 años, ha vuelto incluso a la selección. No tuvieron tanta suerte otros como Álvaro Domínguez, excentral del Atlético y el Borussia Mönchengladbach, que con solo 27 años y tras cinco operaciones de columna abandonó el deporte; o Álvaro Benito, al que la maltrecha rodilla izquierda dejó sin una prometedora carrera. Tampoco escapó un grande como Van Basten, que en 1995, recién llegado a la treintena, tuvo que anunciar su retirada tras dos años de baja por una lesión en el tobillo derecho. Otro ejemplo es el de José Antonio Camacho, que en enero de 1978, con 22 años, se rompió los ligamentos cruzados de la rodilla izquierda. Tras dos operaciones y 20 meses de baja, consiguió volver a los terrenos de juego, alargando su carrera hasta retirarse con los blancos en la temporada 1988-1989.