El beso al vacío de Messi y el frío eco del Camp Nou

La curiosa celebración del 10 marca el desangelado retorno del Barça a su estadio

En el Camp Nou sin público, Messi marca el segundo gol del Barcelona ante el Leganés.Alberto Estévez (EFE)
Barcelona -

El barrio de Les Corts se olvidó de que jugaba el Barcelona. Al menos, eso parecía. La mayoría de los bares en Travesera estaban cerrados, también en la calle Aristides Maillol, donde está la entrada principal al estadio azulgrana. Solo había un restaurante italiano abierto, lugar elegido por vecinos desinteresados en la visita del Leganés de Javier Aguirre. Acostumbrados a que los esperen centenares de aficionados -todos abarrotados contra el p...

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El barrio de Les Corts se olvidó de que jugaba el Barcelona. Al menos, eso parecía. La mayoría de los bares en Travesera estaban cerrados, también en la calle Aristides Maillol, donde está la entrada principal al estadio azulgrana. Solo había un restaurante italiano abierto, lugar elegido por vecinos desinteresados en la visita del Leganés de Javier Aguirre. Acostumbrados a que los esperen centenares de aficionados -todos abarrotados contra el personal de seguridad, actitud más propia de un groupie que la de un hincha de fútbol-, a los futbolistas del Barça los aguardaban una decena de personas en su veloz entrada al volante de sus coches de lujo al Camp Nou. Ninguno, eso sí, falló en el protocolo sanitario: todos con guantes y mascarilla.

Después del reestreno liguero con la goleada ante el Mallorca, el Barça regresaba al Camp Nou. Un feudo que no suele presumir de ser un estadio caliente, salvo, claro, cuando llega el Real Madrid. “Es de los campos que más imponen. Es amplio y alto. Tienen más capacidad que el Bernabéu”, le contaba Sergio Ramos a su mujer, Pilar Rubio, en el documental del capitán del equipo de Zinedine Zidane. El Camp Nou impone, pero cuando está vacío manda el eco. Quique Setién realizó un entrenamiento en el estadio azulgrana después del regreso al trabajo, el pasado 6 de junio.

“De noche y con público, en el Camp Nou miras para arriba y parece que no se termina nunca. Pero de día y sin gente es muy triste. Retumban todos los gritos”, explicaba uno de los azulgrana después del entrenamiento. La mayoría del vestuario del Barça ya sabía lo que era jugar un partido oficial en el Camp Nou sin aficionados. El 1 de octubre de 2017, el día que se celebró el referéndum independentista en Cataluña, el Barcelona se enfrentaba a Las Palmas. El club pidió no jugar, pero LaLiga le advirtió de que serían seis puntos perdidos, tres por no jugar y tres por sanción. Hubo disputa en el vestuario -algunos de los jugadores no querían jugar-, pero se optó por salir al campo. “Hemos querido de esta forma que el mundo entero vea cómo estamos sufriendo y cuál es la situación en Cataluña”, argumentó, tras la victoria ante Las Palmas, el presidente Josep Maria Bartomeu. “Aquel partido se nos hizo muy raro, se escuchaba todo, el eco…”, asegura un jugador del Barça.

“Parece un amistoso”

“Está claro que les gusta jugar con aficionados, pero los jugadores siempre prefieren jugar, con o sin gente”, cuenta un empleado del Barcelona. “Es imposible olvidarse de que no hay público en el campo. Está esa sensación… En cada jugada buena tuya o mala del rival el público no está para ayudar. Sin afición parece un amistoso. Pero somos el Barça y nos tenemos que acostumbrar a todo”, aseguró Junior, que este martes asistió a Ansu Fati en el primer gol del Barcelona. “Antes del partido salí a dar un paseo y es todo diferente. Es perder una parte importante del fútbol, que es esa esencia que transmite la gente… el ruido, el murmullo, los aplausos. Todo eso se nota cuando falta. Quizá cuando juegas en casa te puede perjudicar, pero cuando juegas fuera te puede beneficiar. En el próximo partido en Sevilla a nosotros nos conviene jugar a puerta cerrada. Es una circunstancia que vamos a tener que vivir todos”, desarrolló Setién.

En el Gol Sur, el club colocó una pancarta con la leyenda de “Aquí juguem tots” y otra en el Gol Norte que decía la histórica “Mes que un club”. Esta última donde Messi festejó su gol número 699 de su carrera (629 con el Barcelona y 70 con la selección argentina). El capitán azulgrana estrenó nueva celebración: brazo derecho en alto y beso a la tribuna vacía. Curiosidades del nuevo fútbol.

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