Giménez: “Somos peones de un sistema preparados para jugar”

El central uruguayo del Atlético relata cómo ha vivido el confinamiento y la preparación táctica y psicológica con la que Simeone ha preparado al equipo para afrontar “once finales”

José María Giménez (Toledo, Uruguay; 25 años) estaba destinado esta temporada a tomar el relevo de Godín como cacique de la defensa del Atlético y siendo uno de los cuatro capitanes. Sin embargo, la secuencia de lesiones y el rendimiento de Felipe y Savic le han impedido asumir ese rol titular. En su casillero solo figuran 16 partidos en lo que va de curso, pero durante la semana Simeone le ha probado con el equipo inicial que se medirá el domingo al Athletic (14.00, Movistar LaLiga) en San Mamés. “El jugador de fútbol vive de su cuerpo y que las lesiones te lo impidan es complicado. El cuerpo...

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José María Giménez (Toledo, Uruguay; 25 años) estaba destinado esta temporada a tomar el relevo de Godín como cacique de la defensa del Atlético y siendo uno de los cuatro capitanes. Sin embargo, la secuencia de lesiones y el rendimiento de Felipe y Savic le han impedido asumir ese rol titular. En su casillero solo figuran 16 partidos en lo que va de curso, pero durante la semana Simeone le ha probado con el equipo inicial que se medirá el domingo al Athletic (14.00, Movistar LaLiga) en San Mamés. “El jugador de fútbol vive de su cuerpo y que las lesiones te lo impidan es complicado. El cuerpo, a veces, te avisa, muchas veces me he lesionado por no escuchar al mío, otras por terco y otras no sé por qué. Este es un fútbol muy exigente y todo el mundo sabe que no me gusta guardarme nada, siempre voy al límite y voy a seguir siendo el mismo”, asegura por teléfono.

Pregunta. ¿Vio el derbi sevillano?

Respuesta. Sí, claro, tenía ganas de ver fútbol, diez minutos antes ya estaba sentado frente al televisor.

P. ¿Cómo lo vio, con las gradas vacías y el sonido ambiente o con la versión tuneada?

R. Con la imagen y el sonido natural.

P. ¿Qué conclusiones sacó?

R. Que fue un partido de mucha intensidad, donde todos los jugadores corrieron mucho, lo que demuestra que la preparación de los equipos ha sido buena y que la intensidad va a subir mucho con respecto a la que había antes del parón. Los equipos van a ir a muerte porque todos nos jugamos algo. Fue como uno de esos encuentros de pretemporada en los que se ve que aún faltan cosas.

P. ¿Qué carencias detectó?

R. Han sido muchos días de parón, no creo que nadie haya tenido la oportunidad de entrenarse en un campo de fútbol que te da la posibilidad de dominar los espacios. Es como cuando vuelves de vacaciones, tienes que agarrar la posición, el ritmo y el tacto con la pelota.

P. En su casa, al menos, tiene una cancha pequeña.

R. Tengo un espacio, una canchita de fútbol chiquita por la que me podía mover con la pelota y darle contra la pared. Entrenarse en solitario es jodido, te cansa todo más. No podíamos salir a ningún lado, dormía, comía, entrenaba. Era una rutina diaria en la que ya no sabías ni en qué día y hora vivías. Los niños se venían a la cancha y, a veces, me enojaban porque se me cruzaban en el camino, pero es normal, son niños. A la vez, también eran mi motivación.

P. Esa casa con un pequeño campito de fútbol, ¿le ha hecho sentir la acusación de que los futbolistas son unos privilegiados que no pueden tener derecho a quejarse o mirar por su salud?

R. Es un tema complejo, hay opiniones… Cada uno tiene una forma de pensar, yo pienso de una manera y mi vecino, seguramente, de otra. Hay que respetar, nosotros somos como peones de un sistema que estamos preparados para jugar cuando nos lo dicen, pero evidentemente lo primero es la salud y la de nuestras familias.

Anfield nos elevó la autoestima, pero puede ir en contra porque te confías”

P. Usted es un central y al principio de la pandemia, cuando se imaginaba este nuevo fútbol se decía que no habría agarrones en las áreas en los saques de esquina o en las faltas laterales.

R. Yo voy seguir igual, en principio, todos los que estemos en el campo de juego vamos a estar libres del virus. Estamos muy controlados, nos han hecho test todas las semanas.

P. Usted también es de los que habla mucho en el campo tanto con los rivales como con los compañeros...

R. Ahora no se puede hablar mucho, hay que tener cuidado con lo que se dice porque está todo más controlado.

P. ¿Harán señas o inventarán frases para despistar al rival?

“Simeone no nos prepara de un modo psicológico especial para este fútbol nuevo”

R. No, eso solo pasa en las películas. Nosotros con saber quién va a sacar una falta o un córner o cómo nos colocamos ya sabemos qué jugada tenemos que hacer. Lo tenemos muy automatizado.

P. Un equipo como el Atlético, tan dependiente de su hinchada, ¿cómo se adaptará al fútbol sin público?

R. Es todo una incógnita. Cuando jugamos como locales para nosotros es fundamental el empuje de la gente porque es increíble. Viendo el Sevilla-Betis se me hizo raro un partido sin público. Lo que estamos viviendo es una pesadilla y esperemos que pase pronto. Nuestros dos primeros partidos son en Bilbao y en Pamplona, contra dos equipos que, por más que sean fuertes de por sí, con el empuje de su hinchada parecen que corran siete veces más. A ver cómo funcionamos, jugar de visitantes nos puede favorecer y de locales perjudicarnos porque nuestra gente es nuestra gente.

P. ¿Qué clave les ha dado Simeone para la puerta cerrada?

R. No nos ha hablado nada de jugar con o sin público. Hace mucho hincapié en lo que veníamos trabajando. Trata de inculcarnos más la presión tras pérdida. Durante el confinamiento teníamos charlas tácticas y nos hacía un trabajo de memoria con vídeos, de cómo atacar, defender, de los espacios… No hemos empezado de cero, como en la pretemporada en la que hubo que armar un equipo nuevo y joven.

P. ¿Y los capitanes qué transmiten?

R. Un poco como el Cholo, que no nos prepara psicológicamente de manera especial para este fútbol nuevo. Sabemos lo concentrados que hay que estar. Jugar un partido sin público es feo, pero hay muchos jugadores que te dicen que están tan concentrados que no se enteran de lo que pasa o se dice en las gradas. Deberíamos adaptarnos rápido e ir a lo nuestro.

P. El último partido que jugaron fue el de Anfield. ¿Les ha perjudicado este parón?

R. Lo que pasó esa noche en Liverpool fue increíble y nos elevó la autoestima a un nivel muy alto, pero eso también te puede jugar en contra porque te confías. Pasó lo que pasó, hubo que parar y todo podía haber sido peor. Esto es una página nueva, son once finales de Liga. Las próximas eliminatorias de Champions no las miramos ni de lejos. Simplemente tenemos que terminar esta Liga.

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