La Serie A volverá el 20 de junio
El Gobierno italiano autoriza la reanudación del campeonato; la Copa podría regresar la semana antes, el 13 de junio
Después de un eterno tira y afloja entre el Gobierno, los clubes y la Federación Italiana de Fútbol que ha durado meses, este jueves se ha alcanzado la fumata blanca para que la Serie A vuelva el 20 de junio. “Ahora se dan las condiciones para volver”, ha declarado tras una reunión con todas las partes el ministro de Deportes, Vincenzo Spadafora, que hasta el momento se había mostrado reticente a la reapertura de los estadios y había frenado en varias ocasiones los anhelos de la Liga las por retomar la actividad. El ministro también ha señalado que nunca ha sido su intención “interponer obstác...
Después de un eterno tira y afloja entre el Gobierno, los clubes y la Federación Italiana de Fútbol que ha durado meses, este jueves se ha alcanzado la fumata blanca para que la Serie A vuelva el 20 de junio. “Ahora se dan las condiciones para volver”, ha declarado tras una reunión con todas las partes el ministro de Deportes, Vincenzo Spadafora, que hasta el momento se había mostrado reticente a la reapertura de los estadios y había frenado en varias ocasiones los anhelos de la Liga las por retomar la actividad. El ministro también ha señalado que nunca ha sido su intención “interponer obstáculos”. Y ha sugerido que, “como señal positiva para todo el país”, a partir del 13 de junio puedan disputarse la semifinal y la final de la Copa Italia, que jugarán Milan, Juventus, Nápoles e Inter.
Durante algunas semanas el partido pareció perdido. La vuelta de la Serie A parecía no estar siquiera en los planes que el Gobierno contemplaba para la fase 2 de convivencia con el virus. Y el ministro Spadafora llegó a hablar de “empezar a pensar en el año siguiente”. El fútbol italiano comenzó a prepararse para una probable suspensión y las pérdidas millonarias que eso supondría. A mediados de mayo, los clubes de la primera división presionaron en bloque al Ejecutivo para volver a los campos el 13 de junio, pero el ministro de Deportes volvió a frenar en seco las prisas de los conjuntos y zanjó que la competición solo volvería cuando pudiera garantizarse la seguridad total.
Durante este tiempo de incertidumbre los clubes y el Gobierno han estado a vueltas con los protocolos. Unos días antes de la reunión definitiva, la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) presentó formalmente al Ejecutivo un exhaustivo protocolo de cuarenta páginas para jugar con seguridad las 12 jornadas que quedan de campeonato. El jueves el comité científico que asesora al Ejecutivo aprobó la propuesta. Entre otras medidas, se contemplan, además de los partidos a puerta cerrada, controles médicos de temperatura en las entradas a los estadios, donde podrá haber un máximo de 300 personas o recorridos diferenciados para los árbitros y los jugadores.
Un sector con 100.000 empleos
Aunque el problema de fondo es económico. Si todo continuara parado, como hasta ahora, el calcio podría llegar a perder 700 millones de euros esta temporada, entre las caídas de los ingresos en los estadios, las de los contratos de patrocinio y los daños ligados a los derechos de televisión, según las estimaciones de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC). Solo la vuelta al campo podría permitir amortiguar tamaño descalabro. “Debemos defender a 100.000 trabajadores, 1,5 millones de socios y 4.700 millones de facturación. Nuestra labor es hacer todo lo posible para volver a poner en marcha el sistema, respetando la salud de todos los protagonistas, también para evitar que la crisis económica comprometa, esta vez irreparablemente, la pasión de los italianos hacia este maravilloso juego”, ha señalado el presidente de la FIGC, Gabriele Gravina.
Las cuotas de derechos televisivos, de los que viven los clubes italianos y que representan una parte sustanciosa de su facturación, son la parte crucial de los números. Para que los equipos puedan cobrar los derechos de plataformas de televisión y salvar los contratos de los jugadores y el resto de gastos es indispensable que la temporada termine en el terreno de juego. Las televisiones aún tienen pendiente de abonar la sexta y última parte del dinero acordado para retransmitir los encuentros de la temporada actual, que alcanzaban un total para el año de unos 1.400 millones de euros. Actualmente están en juego los 230 millones que, según apuntan los medios locales corresponden a esta última contribución pendiente, vital para los equipos.
El plazo para pagarla terminó a principios de mayo y ahora los equipos deberán decidir si aceptan prorratear el pago, como han pedido algunas de las tres grandes cadenas privadas que poseen los derechos audiovisuales, Sky, DAZN e IMG, que además han solicitado un descuento a los clubes. Sky es el principal pagador hasta el momento y el más aguerrido en la lucha con los clubes, tanto que el desencuentro ha llegado a los tribunales.
Los veinte conjuntos de la Serie A italiana pidieron el martes a las televisiones que respeten los contratos y que paguen completamente la cantidad acordada, y se negaron a conceder descuentos ante las complicaciones causadas por la pandemia del coronavirus.
El ministro de Deportes ha pedido que los dos primeros partidos que se disputen, siempre a puerta cerrada, se retransmitan en abierto, como ha sucedido en Alemania, para evitar aglomeraciones en los bares. Por el momento no hay ninguna confirmación en este sentido, pero la cuestión podría caldear aún más la tensión entre las autoridades, la Federación Italiana de Fútbol, la Liga de la Serie A y las cadenas de televisión.
Los últimos días el ministro Spadafora había dejado intuir que de su gabinete saldría un ‘sí’ claro a la vuelta del calcio . Pero la víspera de la reunión definitiva, un caso sospechoso en el Bolonia enrareció el ambiente de las negociaciones. Un miembro del equipo técnico presentó síntomas compatibles con la covid-19, aunque ha dado negativo en las dos pruebas que le han realizado. Con el protocolo vigente actualmente, si un integrante de un equipo se contagia, automáticamente todo el conjunto deberá someterse a una cuarentena de dos semanas. Aunque podrán seguir entrenando. Este aspecto ha sido uno de los más discutidos entre las autoridades, los asesores científicos y los clubes, que temen que con un solo contagio todo el calendario se venga abajo de nuevo. Spadafora ha declinado aligerar la cuarentena, como piden los clubes.