Rebelión en la Premier: “Nos tratan como a ratas de laboratorio”

Troy Deeney, capitán del Watford, abandera la negativa de varios jugadores a entrenarse en grupo

Troy Deeney.Lee Smith (Reuters)
Madrid -

El miedo ha encontrado en los futbolistas de Premier el mayor muro de contención conocido hasta la fecha en el fútbol de élite. Cada vez son más las voces de peso que se manifiestan en contra de lo que entienden como un regreso a la competición precipitado y sin garantías sanitarias. Esta semana, jugadores como Troy Deeney, capitán del Watford, y N’Golo Kanté, centrocampista del Chelsea, han ido un paso más allá negándose a retomar el trabajo grupal pese a contar con el visto bueno del Gobierno.

El lunes, los clubes dieron luz verde a la reanudación de entrenamientos en grupos reducidos...

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El miedo ha encontrado en los futbolistas de Premier el mayor muro de contención conocido hasta la fecha en el fútbol de élite. Cada vez son más las voces de peso que se manifiestan en contra de lo que entienden como un regreso a la competición precipitado y sin garantías sanitarias. Esta semana, jugadores como Troy Deeney, capitán del Watford, y N’Golo Kanté, centrocampista del Chelsea, han ido un paso más allá negándose a retomar el trabajo grupal pese a contar con el visto bueno del Gobierno.

El lunes, los clubes dieron luz verde a la reanudación de entrenamientos en grupos reducidos, lo que suponía un importante paso para intentar retomar la competición en junio, fecha autorizada ya por el primer ministro, Boris Jonhson. Un día después, la Premier anunció que, tras realizar 748 test a jugadores y empleados, había encontrado seis positivos. De ellos, tres en el mismo club, el Watford: dos asistentes y un jugador, el central jamaicano Adrian Mariappa.

Antes de conocerse esos resultados, su capitán, Troy Deeney, había dejado claro que no regresaría a los entrenamientos. “Les dije que no iría. Mi hijo de cinco meses tiene problemas respiratorios y no quiero ir a entrenar, volver a casa y ponerlo en peligro”, recalcaba el delantero de 31 años, cuyo ejemplo han seguido varios compañeros.

“No puedo cortarme el pelo hasta mediados de julio, pero en unos días sí voy a poder meterme en el área con 19 personas y saltar a cabecear un balón”, se quejaba Deeney antes de poner el foco en una de las principales preocupaciones que los médicos de los 20 equipos trasladaron por escrito al torneo: “Las etnias negras o asiáticas tenemos cuatro veces más probabilidades de contagiarnos y el doble de probabilidades de tener enfermedades duraderas. Planteé cuestiones muy simples en las videoconferencias con los dirigentes: ¿Habrá exámenes complementarios? ¿Se harán pruebas cardíacas?”.

A la estela de Deeney, el francés Kanté se ha negado a trabajar con el resto de sus compañeros. Tras superar los test, el centrocampista estuvo presente este martes en el primer entrenamiento del Chelsea, pero al día siguiente no acudió a la ciudad deportiva por el miedo a un posible contagio. Con el beneplácito de su técnico, Frank Lampard, Kanté está ejercitándose en casa.

“Ganan mucho dinero...”

La actitud de Lampard es compartida por la mayoría de entrenadores de la Premier, que abogan por que sean los propios jugadores los que decidan cuándo se sienten seguros para regresar. “Antes de la sesión les dije: ‘¿Estáis aquí por voluntad propia? Normalmente firmáis un contrato y tenéis que estar cuando yo os lo diga, pero en este caso, si no os sentís seguros, no tenéis por qué estar aquí”, reconocía Jürgen Klopp, entrenador del Liverpool. “No hay restricciones, castigos ni nada por el estilo. Respetamos su decisión al cien por cien, sea cual sea”, aclaraba.

Mientras, aumentan las voces discordantes con los planes de la Premier. El último en sumarse ha sido Danny Rose, lateral del Newcastle y de la selección inglesa. “La gente sugiere que deberíamos volver al fútbol, como si fuéramos conejillos de indias o ratas de laboratorio. Me los imagino en casa diciendo: ‘Bueno, ganan mucho dinero, así que deberían regresar”, se quejó Rose. “Podría estar arriesgando mi salud para entretener a la gente, y eso es algo en lo que no quiero involucrarme”, zanjó. Estrellas como Agüero y Sterling también han mostrado su preocupación. La Premier, reconocida mundialmente por su organización, afronta un reto sin precedentes: convencer a todos sus futbolistas de que el regreso es seguro.

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